Portada Antonio Morales


Soberanía alimentaria, gastronomía e innovación

Cuando decidimos impulsar un proyecto de desarrollo integral que englobamos dentro de un concepto de ecoisla pensábamos en esta realidad.

Gran Canaria vive un buen momento en la proyección de nuestros productos y en la creación de iniciativas gastronómicas atractivas muy relacionadas con la producción local del sector primario. Lo que producimos empieza a reconocerse. Solo tenemos que fijarnos en los premios que están cosechando los quesos, los vinos, la miel, el aceite o las frutas y comprobar su presencia creciente en nuestros mercados ganando cada día en  aprecio y demanda.

Esta transformación no se reduce a los cambios en los hábitos de consumo en nuestra gastronomía, siendo muy importantes. Influye decisivamente la recuperación de una isla equilibrada, que respeta su medio ambiente, que valora su espacio rural y la necesidad de que quienes nacieron o decidieron vivir en ese entorno, tengan una calidad de vida que les permita asentarse y prosperar. Una gastronomía pujante ligada al kilómetro cero, a la producción de cercanía, significa consumo de productos locales, reducir la dependencia del exterior y avanzar hacia la soberanía alimentaria. La recuperación de nuestros paisajes cultivados nos hace más atractivos para nuestros visitantes y humedece nuestras medianías y las cumbres previniendo incendios que avanzan donde no hay plantaciones.

Cuando desde el Cabildo de Gran Canaria decidimos impulsar un proyecto de desarrollo integral que englobamos dentro de un concepto de ecoisla, incluyendo los conceptos de soberanía energética y alimentaria, movilidad sostenible, economía azul, economía circular, protección del paisaje y el territorio, reforestación, innovación…,  estábamos pensando en esta realidad. El uso de alimentos locales y naturales contribuye directamente a estimular y apoyar la actividad agrícola, a mejorar el atractivo del destino Gran Canaria, a fortalecer la comunidad, a generar orgullo y a reforzar la identidad de nuestra isla relacionándola con buenas y originales experiencias gastronómicas. Una gastronomía sostenible crea vínculos entre la tierra, las personas y los alimentos y da lugar a una experiencia auténtica de cultura local, artesana, creativa, creadora. Mejora el medio ambiente y la salud.

Pero una gastronomía atractiva, excelente, no se improvisa. Supone impulsos, acuerdos, apoyos, liderazgos muy amplios que relacionen a todos los agentes que intervienen en este proceso complejo. A hombres y mujeres de la  agricultura, de la ganadería, del pastoreo, del comercio, de la restauración, de la hostelería, de la educación, de la investigación, de la empresa, del mundo laboral, de la comunicación; a consumidores, a artistas y a  políticos de todas las administraciones.  Es necesaria una red enorme que coincida en conocer, valorar, aprovechar y difundir una gastronomía que supone una riqueza natural. Una gastronomía que nos hace únicos en la producción, en la elaboración, en la diversidad y por tanto en el placer de compartirla.

Muchos de estos actores demandaron que desde el Cabildo de Gran Canaria diéramos un paso al frente y creo que juntos lo hemos dado. En primer lugar establecimos un objetivo común: valorar y apoyar el producto de nuestra tierra y favorecer su difusión a través de todas las consejerías relacionadas con el sector primario, con el turismo, con el comercio y la artesanía, con el medio ambiente, con el desarrollo económico. Reconocer nuestros productos no basta si no facilitamos al mismo tiempo su consumo y su transformación en gastronomía innovadora, atractiva, de calidad.

Y la segunda acción fundamental consistió en dar protagonismo al sector, darle voz, participación y liderazgo porque es el que realmente sabe, el que se esfuerza y expone su trabajo y sus recursos cada día. Las iniciativas para caminar en esta dirección están siendo innumerables. El programa GRAN CANARIA ME GUSTA está sirviendo para afianzar la marca y coordinar todos los esfuerzos. Es una estrategia muy útil para aumentar la notoriedad y favorecer la promoción y comercialización de los productos locales. El trabajo de apoyo a la producción local no estaría completo sin la proyección en toda Canarias y en toda España a través de las ferias de promoción como Madrid Fusión, Alimentaria de Barcelona, Salón Gourmet de Madrid, GastroCanarias en Tenerife o FEAGA en Fuerteventura. Pero además de las grandes convocatorias generales, cada uno de los sectores está teniendo su atención y su proyección durante todo el año a través de propuestas diversas de ferias, jornadas, e impulso a los productos que nos identifican y nos singularizan.

Este impulso nos hace crecer como isla sostenible. Y además nos proyecta hacia el exterior. El Patronato de Turismo de Gran Canaria conoce que la gastronomía local es un valor  clave añadido a la experiencia de los turistas durante sus vacaciones y ha trabajado para estar presente en los espacios más importantes (Madrid Fusión o Saborea España, por ejemplo).

Gran Canaria tiene una riqueza natural y gastronómica que debe potenciar y afianzar nuestras costumbres alimentarias y ayudarnos a avanzar hacia la isla ecosostenible que aspiramos. Esta situación es una oportunidad para revalorizar la enorme riqueza agrícola, ganadera y pesquera de la que disponemos. Tenemos una gran oportunidad y el Cabildo de Gran Canaria lo tiene como prioridad.

Y para afianzar esta propuesta tenemos que estar todo el tiempo en guardia, atentos al sector, promoviendo iniciativas de vanguardia, innovando. Por eso en los últimos quince días hemos puesto en marcha dos iniciativas: el

 I Foro Internacional del Queso y el proyecto Cultívate Gran Canaria.

El objetivo del I Foro Internacional del Queso es el de difundir la gastronomía vinculada a un producto tan característico de Gran Canaria, acercar a Gran Canaria a productores y distribuidores de queso así como a cocineros interesados en trabajar con el producto y fomentar el intercambio de conocimientos con otras zonas productoras, nacionales y extranjeras y las cocinas que han surgido en torno a ellas. Porque entendemos que es el momento de reivindicar la identidad gastronómica de Gran Canaria a través de un producto de prestigio internacional, artesanal, sostenible y que forma parte del ideario de soberanía alimentaria que se ha promovido en la isla.

Quienes conocen los quesos de Gran Canaria saben que hablamos de una joya, de una riqueza que crece callada entre nuestras medianías, para asombrar a quienes los encuentran en una mesa, en una barra, en una fiesta, para convertirse casi sin querer en el centro de la celebración. Ha llegado el momento de conocer todas las posibilidades que tiene el producto artesano que identifica a nuestra tierra. Tal vez no hemos sabido reconocer suficientemente la maravilla que producían nuestras queserías y es tiempo de confirmar las enormes posibilidades que atesora. Y alrededor de este producto extraordinario -que consumimos por encima de la media europea- un clima y una tierra singulares, unos pastos de contraste, una riqueza ganadera que sabe de cruces, de razas y de combinaciones, la sabiduría de queseros y queseras que consiguen crear una obra de artesanía, de mimo y amor a la tierra y a los animales, de identificación con un legado que se transmite entre generaciones y se mejora con la innovación y la investigación. El queso de Gran Canaria es fruto de nuestro clima, de la naturaleza, de nuestra historia, de la laboriosidad de nuestra gente, de nuestra forma de ser y de la identificación con nuestro entorno. Por eso, queremos preservar y proyectar esta riqueza para que se conserve y se reconozca al máximo nivel.

Cultívate Gran Canaria tiene como objetivo promover y consolidar la actividad económica y el empleo en el medio rural y costero apoyando las iniciativas emprendedoras y la innovación productiva y de gestión de las micropymes y autónomos en estos ámbitos productivos. Para ello es necesario que perfeccionemos nuestros instrumentos de apoyo a las personas, entidades o colectivos que quieran empezar nuevas actividades y también a las que ya desarrollan sus actividades, ayudándolas a crecer, innovar y a mejorar el acceso a nuevos mercados y clientes.

Dentro de este marco, esta semana convocamos al sector para un encuentro sobre Innovación y Emprendimiento, promovido conjuntamente por Cajamar y las Consejerías de Sector Primario y Soberanía Alimentaria y de Desarrollo Económico, Energía e I+D+I, con el soporte instrumental de la Sociedad de Promoción Económica de Gran Canaria. En ese sentido, desde el Cabildo de Gran Canaria ya hemos lanzado y estamos lanzando muchas iniciativas para apoyar los sectores tradicionales, la identificación de nuevos sectores con potencial en la isla como la acuicultura o los cultivos biotecnológicos y múltiples acciones para favorecer la producción y comercialización de nuestros productos. Además, todo esto lo estamos complementando con un paquete ambicioso de formación especializada de cursos y talleres formativos que cubren un amplio abanico de necesidades de los ámbitos agroalimentario, rural y pesquero.  De este modo contribuiremos al perfeccionamiento de la productividad empresarial.

Estamos convencidos de que la mejora de las actividades del mundo rural y costero son un pilar básico para mantener y generar nuevo empleo en esos ámbitos territoriales, además de contribuir al crecimiento sostenible de la economía insular y potenciar la calidad de nuestro producto turístico. Y, por supuesto, a mantener vivos nuestros valores y tradiciones, nuestra identidad.

Gran Canaria en la buena senda (II)

Podríamos ampliar este análisis hasta detallar las miles de actuaciones y decisiones que está suponiendo la acción de gobierno, pero resulta imposible condensarlas en este espacio. Confío en que este análisis nos haya servido de muestra para estimular el orgullo compartido por el progreso de nuestra isla.

La semana pasada dedicaba mi reflexión a presentar una valoración general del trabajo realizado por el grupo de Gobierno del Cabildo de Gran Canaria durante este mandato, y presentaba los datos más significativos del proceso de transformación que nuestra isla está experimentando. Con cifras de organismos independientes comprobamos que la economía se ha reactivado y que los indicadores sociales mejoran, aunque quede mucha tarea por realizar.

Quiero completar mi análisis aportando hoy una selección de actuaciones en áreas concretas que evidencian una acción de cambio que está mejorando la vida de nuestra gente. Y las impulsamos a través de tres direcciones fundamentales: la dinamización de la actividad económica, la potenciación de los servicios públicos que se ofrecen por el Gobierno insular para aumentar la cohesión social y el desarrollo de la ecoisla en todas las dimensiones que la definen. 

Gran Canaria se transforma porque hay más de mil quinientas obras terminadas o en ejecución, huyendo de actuaciones inútiles y priorizando la mejora de las condiciones de vida de la mayoría, y poniendo en marcha acciones estratégicas que generan valor añadido y producen una diversificación de nuestro modelo económico. El Plan Gran Canaria Transforma con todas sus líneas de actuación, concreta y distribuye 941 millones de euros de inversión en cuatro años. Salvo los 262 millones del FDCAN, el grueso de estas inversiones procede de fondos propios del Cabildo. 

Las políticas de igualdad de género son prioritarias para este gobierno y tienen una consideración transversal. Por primera vez esta área se gestiona por una consejería específica con más de 20 millones para la lucha contra la violencia de género, la puesta en marcha de un plan estratégico: Gran Canaria por la igualdad, el Consejo Insular de Igualdad, el estudio diagnóstico de la desigualdad en Gran Canaria y un plan extenso de actuaciones en colaboración con los ayuntamientos. 

Tenemos como prioridad reducir los niveles de desigualdad y exclusión social porque son insoportables para las personas que los sufren y para quienes respetamos los derechos humanos. Para reducirlos hemos intensificado las Políticas Sociales a través de medidas muy concretas: el plan de lucha contra la pobreza concedió a través de los ayuntamientos y entidades sin fines de lucro más de 10.900 ayudas de emergencia social y se dedicaron 5.300.000 euros extras a este fin y a la distribución de alimentos. A esta cantidad tenemos que añadir 7.000.000 de euros en los presupuestos ordinarios, por lo que la cantidad total en ayudas directas a ONGS y ayuntamientos para reducir y paliar la pobreza ascendió a 12.000.000 de euros.

Después de muchos años de parálisis hemos puesto en marcha un Plan de Infraestructuras Sociosanitarias que con una financiación de 95 millones va a posibilitar la creación de 1453 plazas distribuidas por toda la geografía insular. Ya se han iniciado algunas obras y disponemos de solares o edificios para la construcción o adaptación, en colaboración con los ayuntamientos, del resto hasta completar esta decisiva planificación.  

La cohesión social a la que aspiramos en nuestra isla tiene en el empleo una tarea preferente. La mejora en los niveles de renta, vivienda, educación, sanidad o atención a la dependencia está condicionada por la generalización del empleo y la reducción del paro que nos degrada. Por eso hemos implementado un plan integral de actuaciones y destinado más de 56 millones a programas de empleos directos, incentivos empresariales, inserción laboral, formación, que ha llegado a más de 10.000 personas. Ha favorecido a todos los sectores mayoritarios en la demanda de empleo: mujer, jóvenes, mayores de 45 años, personas de difícil inserción, y personas  con discapacidad. La isla de Gran Canaria fue la que lideró en el conjunto del archipiélago el descenso del paro en el año 2018. En concreto, el desempleo bajó en la isla redonda un 4,93%, lo que en términos absolutos supone una caída del número de parados en 4.565 personas, según los datos del Observatorio de Empleo (OBECAN) del Gobierno de Canarias. La elevada cifra supone que uno de cada dos parados que dejaron de formar parte de las listas del desempleo en Canarias, es de Gran Canaria.

El Cabildo de Gran Canaria ha potenciado el Consorcio de Viviendas con una inversión superior a los 11 millones de euros en políticas públicas de vivienda: 3.325 viviendas rehabilitadas, ayudas directas a 427 familias en situación de vulnerabilidad, apoyo a la lucha contra los desahucios y ha elaborado el I Plan de Vivienda de Gran Canaria.

Una línea central que caracteriza nuestra acción de gobierno es la implantación de un modelo de desarrollo integral que reconocemos con el nombre de Ecoisla. La prioridad es la consecución de la soberanía energética y por ello la central hidroeléctrica de Gran Canaria Chira-Soria será un pilar fundamental para la modificación de nuestras condiciones energéticas. Hemos convenido con la empresa concesionaria la transformación del proyecto convencional inicial con el objetivo de que se convierta en la gran pila de almacenamiento que permita la penetración de un 70% de las energías renovables que necesita la isla. La inversión pública prevista se acerca a los 400 millones de euros. Ya se han invertido más de 20 millones de euros en la redacción del proyecto y se ha licitado la dirección de la obra. En estos momentos el proyecto está en información pública. A este elemento estratégico se une la creación del Consejo Insular de la Energía que ha puesto en marcha proyectos de parques eólicos y fotovoltaicos, creado una red de recarga de vehículos eléctricos, generado ayudas para el autoconsumo… Se ha investigado la implantación de la geotermia en nuestra isla y puesto en marcha desde el CIA el Plan Renovagua para llevar las energías limpias a toda la desalación y la depuración con un presupuesto total de 18 millones de euros… También hemos elaborado una Estrategia de Lucha contra el Cambio Climático donde el Pacto de los Alcaldes por el Clima juega un papel fundamental.
Junto a la soberanía energética avanzamos hacia la soberanía alimentaria. Los avances en estos tres últimos años han sido considerables: la producción de leche se ha incrementado en un 32% y en un 30% las cabezas de ganado vacuno. Se han incorporado igualmente al mundo rural 98 agricultores y 10 ganaderos (el 46,6% y el 25,6% del total regional). Gracias a las ayudas para recuperar las tierras en desuso se han sumado a la actividad agrícola 250 nuevas hectáreas de suelo. Con recursos del Cabildo se han legalizado 40 explotaciones ganaderas nuevas. Se ha pasado de 300 hectáreas de producción ecológica a 700, con un total de 310 productores. Se han realizado caminos, redes de distribución y depósitos por los rincones de la isla con más dificultades para el riego, con una inversión de  11,6 millones.

Este despliegue de acciones transformadoras incluye el incremento de la masa forestal para duplicar en diez años las hectáreas arboladas que representan el 15% de nuestra superficie. Hemos aprobado para ello el equivalente al céntimo verde forestal que aporta 4,5 millones de euros a esta iniciativa. 

Otro reto relevante de la ecoisla es la movilidad sostenible. La emisión de los bonos para estudiantes, residentes o personas pensionistas o dependientes están teniendo una acogida muy favorable por nuestra gente y suponen una inversión con fondos propios del Cabildo de más de siete millones de euros. Estas medidas están aumentando significativamente el uso del transporte público. Se han redactado definitivamente todos los proyectos para implantar el transporte guiado en Gran Canaria. 

Estamos realizando una inversión histórica en polígonos industriales y empresariales con 31 actuaciones en 15 áreas industriales activas, por un valor de 10.234.639 euros. Importante es la inversión, pero hay que valorar especialmente el nivel de acuerdo y participación de los representantes empresariales y de los gestores de esos parques.

En el objetivo de la diversificación económica hemos avanzado en un apoyo decidido al sector comercial. Realizamos una inversión global de 12 millones de euros con más de 30 actuaciones que están renovando y modernizando nuestra oferta comercial. Las zonas comerciales abiertas han recibido la mayor parte de esa inversión. Los 6.400 empleos que se han creado en el sector tienen que ver con esta acción consensuada, constante y transformadora.

Los excelentes datos turísticos son fruto de múltiples colaboraciones y esfuerzos profesionales, empresariales e institucionales que nos han permitido resultados históricos. El Cabildo de Gran Canaria ha incrementado el presupuesto de promoción de la isla en un 22%. Otro de los frutos positivos es que ha aumentado notablemente la conectividad con diez nuevos destinos. Nos conectamos con 25 países y 9 compañías nuevas han empezado a operar con la isla. El conjunto de inversiones que estamos realizando en las zonas turísticas sobrepasa los 20.000.000 de euros. Hay algunas actuaciones que son emblemáticas: una es la restauración ambiental de las Dunas de Maspalomas que está en marcha, otra es la recuperación del parque Tony Gallardo con su enorme valor ambiental y turístico y, desde luego, la reapertura del Faro de Maspalomas después de más de doce años sin actividad. Estamos revalorizando un sector que es decisivo para nuestro desarrollo equilibrado.

Apostamos por la economía azul impulsando la biotecnología marina y la acuicultura desde la iniciativa Bioasis Gran Canaria para lo que hemos conseguido 15 millones de euros de inversión. El impulso al sector audiovisual ha conseguido que importantes empresas multinacionales se instalen en la isla y que se hayan realizado numerosos rodajes. Lo estamos afianzando con la construcción – ya hemos iniciado el procedimiento- de unos  platós de cine.

Estamos comprometidos con el avance de la sociedad del conocimiento. Para asegurarlo estamos avanzando en el proyecto Gran Canaria Isla Inteligente, una propuesta de más de 30 millones de euros para soluciones tecnológicas avanzadas en la prevención de incendios forestales, transporte público, recursos hidráulicos, carreteras, servicios turísticos…

La cultura y el deporte son elementos modernos e imprescindibles para soldar sentimientos y emociones. Gran Canaria hoy es una referencia cultural mundial. Acabamos de celebrar la mayor Feria Internacional de música de raíz del mundo: el Womex y todavía resuenan los ecos del recobrado WOMAD. Hemos recuperado el Concurso Internacional de Canto Alfredo Kraus y puesto en marcha el proceso para la apertura definitiva de su futura casa museo. El Circo del Sol instalará su carpa principal a partir de julio en el sur de nuestra isla con nuestra colaboración..  Y al mismo tiempo una programación muy exigente llena el Teatro Cuyás, el teatro de Gran Canaria, que es referente para todo el estado, igual que la Fundación Teatro Auditorio que gestiona el Auditorio Alfredo Kraus y el Teatro Pérez Galdós con la que nos hemos comprometido equiparando nuestra aportación a la del ayuntamiento de LPGC. Hemos iniciado las obras del Museo de Bellas Artes (5,5 millones de inversión), recuperado el espíritu fundacional del CAAM, impulsado nuestra OFGC… El turismo cultural cada vez se hace más presente.

Y por último, hay un icono que dirige nuestra mirada y es la declaración de Risco Caído y los Espacios Sagrados de Montaña como Patrimonio de la Humanidad. 
He comentado algunas manifestaciones del proceso apasionante de modernización que estamos viviendo en la isla y donde el Cabildo de Gran Canaria está fuertemente implicado. Tendría que hablar con detalle de la Isla Europea del Deporte, de la Participación Ciudadana, de la Solidaridad Internacional, del embellecimiento del paisaje, de las carreteras, de la transparencia… Podríamos ampliar este análisis hasta detallar las miles de actuaciones y decisiones que está suponiendo la acción de gobierno, pero resulta imposible condensarlas en este espacio. Confío en que este análisis nos haya servido de muestra para estimular el orgullo compartido por el progreso de nuestra isla.

Gran Canaria en la buena senda (I)

El gran mensaje que nos queda al volver la vista al trabajo de estos años es que Gran Canaria posee unas potencialidades enormes que nos llaman a mantener la apuesta por un proyecto de progreso sostenible, social y que promueve la dimensión medioambiental

Hace unas semanas se celebró en el Cabildo de Gran Canaria el tercer debate sobre el estado de la isla y pudimos ver cómo quedan confirmadas las buenas sensaciones y los datos que hablan de una isla que se recupera de las consecuencias de la crisis. La política sirve para atender las necesidades de las personas y cuatro años después de asumir el Gobierno de Gran Canaria muchos de los compromisos que asumimos con la ciudadanía están cumplidos o en proceso de ejecución. Somos conscientes de que nuestra experiencia está siendo seguida por miles de personas que ven en nuestro Cabildo la esperanza de gobernar para la mayoría y al mismo tiempo defender los derechos de una isla que reclama equilibrio y consideración. Creo que podemos compartir la alegría de que aquellas expectativas se están cumpliendo. Gran Canaria vuelve a liderar el progreso de Canarias. 

Estamos respondiendo a los retos concretos en cada una de las áreas, pensando en los 21 municipios y en todos los sectores. Pero somos conscientes de que estamos librando otra batalla menos visible, la que prueba que es posible una política basada en valores, en la decencia y en alternativas que no estén supeditadas al mercado y a los intereses económicos de las minorías. Los indicadores hablan del acierto en las grandes políticas que tienen que ver con el empleo, la cohesión social, la sostenibilidad, la diversificación económica o la igualdad. Pero tan importante como esos datos objetivos es el convencimiento de que disponemos de un Cabildo que lidera la defensa de una isla frente al abandono o a la desconsideración del Gobierno de Coalición Canaria.

Nos enfrentamos al discurso de los profetas del pesimismo que quieren hacer ver negro donde hay verde, que dicen gris donde hay una realidad multicolor porque renace la actividad empresarial, los proyectos sociales, la inversión pública, la colaboración con la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y las organizaciones no gubernamentales. Empezamos a recuperarnos de la triste herencia que nos dejaron las políticas de austeridad y recortes sociales. No está todo conseguido, pero vamos en buen camino y con un horizonte lleno de esperanza y de oportunidades. Los ataques injustificados y sectarios de algunos medios de comunicación nos confirman que estamos gobernando para la mayoría y pensando en el interés general.

Al volver la vista al trayecto recorrido desde junio de 2015 hasta hoy, descubrimos una Gran Canaria que se está recuperando de la crisis, que muestra unos indicadores socioeconómicos de mejora continuada, que está aumentando la confianza en un proyecto común de progreso, que está reduciendo las graves desigualdades, que moderniza sus infraestructuras y que avanza hacia la ecoisla que nos hace distintos y sostenibles. Por eso puedo afirmar que Gran Canaria Se Transforma. Queda mucho por hacer, pero los cimientos que hemos ido construyendo sostienen ya con firmeza un modelo, un proyecto, una estrategia, un objetivo.

En este cambio de situación la acción del Cabildo de Gran Canaria está siendo significativa, por sus inversiones y decisiones directas y también por las sinergias, por la confianza, por las complicidades que está generando. 

La Encuesta de Población Activa, publicada por el ISTAC, con cifras del cuarto trimestre de 2018, nos muestra que en estos últimos tres años ha crecido la población activa en 10.500 personas. De cada 10 personas que se han incorporado al mercado de trabajo en Canarias, 7 lo han hecho en Gran Canaria. Este crecimiento nos confirma que las expectativas de empleo en nuestra isla han aumentado y por eso han crecido las inscripciones.

La evolución de la población ocupada todavía es más relevante. En estos tres años se han ocupado 49.360 personas nuevas, lo que supone un crecimiento del 18 % respecto al 2015 cuando asumimos el gobierno de la isla. Es el mayor incremento en un periodo tan corto de tiempo, desde la época de la gran expansión económica de los años noventa. De cada 10 empleos creados en Canarias 4, casi 5, se han creado en Gran Canaria.

Otro dato muy positivo es la disminución del número de personas paradas. En este tiempo hay 40.000 personas paradas menos, 39.210 para ser más exactos. Un 30 % menos de las que había en 2015. La tasa de paro se ha reducido del 30 % al 21 %. 9 puntos menos. No quiero caer en el tópico, pero es verdad que es la mejor política social, aunque en nuestra tierra no sea suficiente para evitar la pobreza y la exclusión. 

No podemos darnos por satisfechos, pero esta evolución nos muestra el camino por donde debemos seguir avanzando: apoyo a sectores económicos de alto valor tecnológico como el de la economía azul, el de la economía circular, el de las energías renovables, el de la producción y depuración de agua, el de la innovación y la investigación, el de las infraestructuras de la comunicación y las telecomunicaciones, al sector turístico o incrementando notablemente la inversión pública… 

Los datos son contundentes. Gran Canaria progresa por el esfuerzo de toda la sociedad. El número de personas afiliadas a la Seguridad Social ha crecido en 51.933 personas, un 17,5 % de aumento.  Y quiero agradecer el esfuerzo de la pequeña y mediana empresa que está protagonizando el 86 % de estas contrataciones. Estamos correspondiendo a esta determinación con una política de apoyo a las PYMES, a la Cámara de Comercio, a las zonas comerciales abiertas, a los polígonos industriales y a las empresas del sector primario.

En correspondencia con los datos anteriores de afiliación a la Seguridad Social, el Ministerio de Trabajo publica que en Gran Canaria se han inscrito 1.945 empresas nuevas en la Seguridad Social. En el cuarto trimestre de 2018 hay 24.398 empresas inscritas, lo que supone un crecimiento de casi un 8 %. Mientras en Canarias baja un 1,4 el Índice de Confianza Empresarial, en Gran Canaria aumenta en casi un punto.

Un factor fundamental para poder presentar hoy un balance positivo es que hemos contado con un gobierno insular estable, centrado en la tarea y con un programa de gobierno claro que orienta las grandes actuaciones hacia las necesidades estructurales de todos: la cohesión social y la generación de empleo, el crecimiento económico, el desarrollo de la ecoisla, la recuperación del sector primario e industrial ligado a nuevos nichos de desarrollo que se apoyan en la innovación, la economía azul y la economía circular, el apoyo y la diversificación del sector turístico, el impulso cultural y deportivo,  la recuperación y dignificación del patrimonio histórico que nos identifica. Hoy nuestro Cabildo se percibe como una institución prestigiada que no está sometida a inestabilidades y contradicciones que pudieran distraernos de lo que es la obligación principal de un gobierno, la consecución de los compromisos con la ciudadanía. 

Un segundo factor que explica el progreso de estos años es que estamos generando un incremento histórico de la inversión pública y del presupuesto destinado a la reactivación económica y al empleo: Plan de Cooperación, Plan Financieramente Sostenible, Plan Transforma Gran Canaria. En este tiempo hemos pasado de un presupuesto de 592 millones de euros en 2015 a los 913 millones actuales. Un 54,16% más. Y en ese incremento un dato muy destacable es que se han dedicado a la inversión 941 millones en los cuatro años, frente a los 518 del mandato anterior. 1500 obras en estos momentos repartidas por todo el territorio insular. Cuando se dice que no hay políticas alternativas, aquí tenemos un botón de muestra de que es posible optar desde las administraciones públicas por políticas de reactivación y estímulo al empleo y no por la reducción que defiende el Partido Popular o las propuestas neoliberales.

Y la tercera decisión que está en la causa del avance de estos años ha sido la alianza con los ayuntamientos y la sociedad civil de Gran Canaria que nos ha permitido acordar prioridades, descentralizar la gestión y generar complicidades para que la transformación llegue a todos los rincones y a todos los sectores de la isla. El incremento de aportaciones para que la iniciativa municipal se proyecte sobre necesidades, y que estas se resuelvan por sus instituciones más cercanas, los ayuntamientos, ha sido espectacular durante este mandato y muchos alcaldes y alcaldesas de todos los colores lo consideran histórico. Y no solo debemos fijarnos en las cantidades sino en que son actuaciones que han decidido los ayuntamientos, evitando el centralismo o el dirigismo del Cabildo y en muchas ocasiones con la cesión de la contratación o la gestión de las obras. 

El gran mensaje que nos queda al volver la vista al trabajo de estos años es que Gran Canaria posee unas potencialidades enormes que nos llaman a mantener la apuesta por un proyecto de progreso sostenible, social y que promueve la dimensión medioambiental. Estoy seguro que seguirá dando frutos en la medida que repitamos las complicidades que estamos viviendo durante estos años y huyamos del pesimismo interesado o el silencio amordazado. 

César Manrique, un artista visionario

En estos tiempos de tremenda e ineludible emergencia ecológica, en estos momentos en los que nuestro Planeta Tierra está enfermo, malherido, el discurso y el legado de César Manrique cobra más sentido que nunca.

El pasado 28 de marzo el Centro Atlántico de Arte Moderno abrió de nuevo sus puertas a la realización de exposiciones después de un necesario y fundamental periodo de renovación y de actualización de sus instalaciones. Era imprescindible para la continuidad de este centro de arte con vocación internacional. Es un espacio que debe cumplir con los estándares normativos de preservación y conservación de las obras de arte y a partir de ese día lo hace aún con mayor rigor. 

El CAAM ha venido cumpliendo en estos últimos años sus dos compromisos fundacionales más significativos:  desarrollar su programa internacional tricontinental que nos sitúe en diálogo con los procesos creativos de Europa, África y América e investigar y presentar exposiciones que rindan homenaje a artistas que han sido fundamentales en la construcción de la cultura contemporánea de este archipiélago atlántico. Las  exposiciones que hemos podido compartir y disfrutar en los últimos tres años y medio de  Lola Massieu, Pepe Dámaso, Concha Jerez o Paco Sánchez, ejecutan ese mandato. El jueves pasado dimos un paso más, importantísimo, en el cumplimiento de ese objetivo fundacional.  

El jueves día 28 inauguramos una de las exposiciones más esperadas de la historia de nuestro museo de arte contemporáneo. Desde marzo a septiembre de este año, el “Universo Manrique” se mostrará en toda su dimensión a los hombres y mujeres de Canarias. Y esto además en un año de aniversarios: el centenario del nacimiento del artista con más proyección que ha dado estas islas y la celebración del trigésimo aniversario del CAAM. 

Gran Canaria tenía una deuda con César Manrique y nos satisface repararla justo cuando celebramos el centenario de su nacimiento y cuando el Cabildo acaba de nombrarlo hijo adoptivo de Gran Canaria. El pasado 15 de marzo hicimos entrega al Presidente de la Fundación que lleva su nombre de la certificación que contiene el afecto, la admiración y el respeto que la sociedad grancanaria siente por la obra del artista lanzaroteño. Fue precursor de un compromiso con la sostenibilidad, el territorio, el paisaje y la cultura que nosotros queremos prolongar y extender a nuestra isla. Su obra y su pensamiento han contribuido al engrandecimiento de Canarias y lo sitúan probablemente como el artista canario más integral y polifacético del siglo XX, y con mayor proyección internacional, pues conjugó, en un conjunto indisociable, arte, vida y naturaleza.

Somos conscientes de que César es mucho más que un artista y por tanto esta muestra también tiene una trascendencia que desborda la dimensión plástica, aunque represente el núcleo que nos convoca, el origen de su espiral particular. Con esta exposición estamos reconociendo también el liderazgo social de César en la defensa del medioambiente y  su reivindicación de la cultura canaria como expresión original que dialoga con el cosmos. Nos congratula que fuera un conejero excepcional que tejió lazos de hermandad entre todas las islas. Disfrutamos de una producción artística que desde la hondura de los jameos se proyecta con la bravura de un volcán y a la vez con la armonía de La Geria. 

El trabajo plástico multidisciplinar de César Manrique, articulado desde sus propuestas en papel, pintura, collages, ensamblajes, esculturas y móviles, se desarrolla desde su juventud a la par que sus murales en edificios singulares y trabajos de interiorismo. Sus primeras intervenciones en el territorio irían derivando hacia sus propuestas más internacionales como las integradas en el paisaje de Lanzarote. Son acciones que se enmarcan en una estrategia de generar un lenguaje artístico y estético no contradictorio con el desarrollo turístico, siempre en convivencia y respeto con el entorno natural. Su activismo permitió, sobre todo, sensibilizar, abrir la mirada a los propios habitantes de Canarias para que pudieran descubrir la belleza y respetar el valor patrimonial y natural de sus islas.  

Su extensa obra me impide hacer una relación exhaustiva de su trabajo, pero ejemplos significados de esta tendencia son sus proyectos de los Jameos del Agua (lugar de visita obligada en la isla, en que sacó todo el partido posible de unas cuevas naturales cercanas al mar), Las Salinas, la Casa del Campesino, el Mirador del Río, el Jardín de Cactus de Guatiza o su propia casa en Taro de Tahíche, todo ello en Lanzarote. En 1977 empieza el diseño del Lago Martiánez en el Puerto de la Cruz, una simbiosis entre arquitectura y naturaleza, con el agua como elemento de conexión. Entre 1981-1983 diseña La Vaguada de Madrid. Además de su significativa obra pictórica, como escultor diseñó la serie titulada “Juguetes del Viento”, dos de ellos localizados en Gran Canaria, en Arucas y en la capital de la isla. 

Entre los premios y distinciones logrados por Manrique se encuentran el Premio Mundial de Ecología y Turismo (1978), la Medalla de Oro de Bellas Artes (1980), el Premio Mönchehauspreis für Kunst und Umwelt de la ciudad de Goslar (Alemania) (1981), el Nederlans Laureat Van D’Aheod (Holanda) (1982), el Premio Europa Nostra (1985), el Premio Canarias de Bellas Artes (1989) y el Fritz Schumacher de la Fundación F.S.V de Hamburgo (1989).

Su fascinación por la belleza que emana del entorno natural de su isla natal, y de  Canarias en general, además de su radical posicionamiento estético, lo convierten en un visionario generador de un nuevo modelo de percepción y valoración del entorno desde un compromiso ético y artístico. Desde la puesta en marcha de una propuesta que transformaría la vida y economía de Lanzarote formuló, con sus creaciones diversas, las bases de un desarrollo equilibrado, armonioso, respetuoso, adelantándose así a las iniciativas de sostenibilidad que necesitamos extender a nuestra isla y a toda Canarias. Para el naturalista Joaquín Araújo “la principal aportación de César Manrique es el viaje extraordinariamente coherente, propositivo, estimulante desde la estética a la ética”. 

En estos tiempos de tremenda e ineludible emergencia ecológica, en estos momentos en los que nuestro Planeta Tierra está enfermo, malherido, el discurso y el legado de César Manrique cobra más sentido que nunca. También su valentía ante los poderes políticos, mediáticos y empresariales que pretendieron callarle. Sabemos que el origen está en la destructiva acción  depredadora de un sistema económico y social que nos arrastra al abismo desde  el hiperconsumo y la sobreexplotación de los recursos naturales.. Y que además es injusto con la mayoría de la población del planeta y está al servicio de una minoría. Desde estas convicciones, la mirada de César vuelve a exigirnos, a impulsarnos, a comprometernos con valores de justicia social y protección del planeta, a la vez que nos  transmite todo el poder de la belleza que nos regenera. El cambio de paradigma es aún posible, los recursos pueden aún ser usados desde una perspectiva, ya inaplazable, de sostenibilidad, y desde un cambio en nuestro sistema de vida para poder, de esta forma, dejar un planeta más sano a las generaciones futuras. 

En este homenaje a César Manrique no puedo dejar de mencionar y tengo la obligación de recordar a una persona que fue fundamental para que el sueño de Manrique se hiciera realidad. Me refiero a José Ramírez Cerdá, Presidente del Cabildo de Lanzarote de 1960 a 1974, imprescindible en el binomio Manrique-Ramírez. Es merecedor de nuestro agradecimiento y el jueves pasado quise señalar mi más profundo y sincero reconocimiento a su persona. Es un ejemplo del que debemos extraer la enseñanza de que las instituciones pueden ser herramientas de cambio cuando se combinan escucha, apertura y diálogo con los creadores. Hoy su hijo preside la Fundación que vela, de manera extraordinaria, por el legado del creador conejero.

Entender a Manrique es, por tanto, comprenderlo como un todo, como un artista-arquitecto, como un humanista ecológico, un “filósofo de la arquitectura”, como diría el arquitecto austriaco Frei Paul Otto. Más de un cuarto de siglo después de su fallecimiento, en el centenario de su nacimiento, la obra de César sigue siendo cotizada internacionalmente y su magisterio e impronta continúan vigentes hoy en día. Para sentirlo presente les invito a disfrutar de la exposición que acaba de inaugurarse en el CAAM.  Se trata de una ocasión única que no podemos desperdiciar.

EL SUEÑO DE VENEGUERA

Cuando presentamos nuestro proyecto ante la ciudadanía en las pasadas elecciones fuimos claros

En el Cabildo de Gran Canaria hemos dado un paso importante en el camino que ya estamos andando para acercarnos a esa Ecoisla que queremos y que podemos conseguir. Cuando presentamos nuestro proyecto ante la ciudadanía en las pasadas elecciones fuimos claros, dijimos que apostábamos por cambiar el actual modelo económico. Nuestro objetivo es convertir a Gran Canaria en una referencia en movilidad sostenible, en soberanía energética, en acercarnos a las recomendaciones de la FAO en soberanía alimentaria (un 40 % mínimo en los sistemas aislados), en el tratamiento de los residuos, en la recuperación de nuestro paisaje y en la reforestación.

Nuestra propuesta fue la que logró el mayor respaldo de los grancanarios y grancanarias. Por eso cuando avanzamos hacia el logro de esos objetivos nos gusta explicarlos, para seguir creando conciencia, para insistir en que otro modelo es posible para Gran Canaria y para Canarias. La visión cortoplacista, el beneficio económico rápido, la concepción de Canarias como un solar donde la protección del territorio se somete muchas veces a los intereses de unos pocos sin pensar en las siguientes generaciones, esa visión del territorio solo como un espacio para el negocio es una visión del pasado (que algunos pretenden resucitar) y choca con nuestro concepto de Isla Sostenible.

 

 

El lunes firmamos el convenio entre el Cabildo y la empresa Costa Veneguera (del grupo Lopesan) para la reforestación de las fincas de Veneguera y Tabaibales. Se trata de un acuerdo de una gran importancia estratégica, porque escenifica un ejemplo de participación de la sociedad civil a partir de una iniciativa empresarial. El convenio que firmamos esta semana -otros podrán firmarse con empresas, asociaciones o fundaciones- ha sido posible porque hay ganas de cambiar las cosas. Estamos convencidos de que cada vez se sumarán más empresas y organizaciones a este tipo de iniciativas. El acuerdo para reforestar Veneguera se produce porque además de la voluntad del Gobierno del Cabildo hay empresarios (en este caso una empresa canaria tan relevante como Lopesan) que se dan cuenta de que la calidad de la oferta turística tiene mucho que ver con el respeto a la naturaleza, con que los turistas saben valorar el uso de energías renovables y la disponibilidad de productos locales en los hoteles, y que los visitantes que reconocen lo que hace especial a un lugar son los que repiten. Es posible avanzar hacia un turismo sostenible cuando el sector turístico no ve la protección del territorio, de nuestro paisaje, como un inconveniente sino como una inversión y un valor que añade calidad al producto turístico. 

 

 

Cuando aprobamos nuestro programa de gobierno nos planteamos reforestar 400 hectáreas en los cuatro años. Ya hemos actuado en 50, pero gracias a este convenio en 2019 podríamos doblar nuestro objetivo inicial y superar las 900 hectáreas reforestadas; el equivalente a más de 900 estadios de fútbol. Una reforestación de esta importancia no la puede acometer el Cabildo en solitario porque la institución tiene una serie de limitaciones no solo presupuestarias, sino también de personal y de terreno público disponible.  El responsable de la finca de Veneguera, Yerou Lobo, decía el lunes en la rueda de prensa que se trata del convenio de reforestación más importante que se ha firmado en Canarias. Un proyecto que no se queda en la repoblación forestal, también plantea garantizar y mejorar el sector alimentario, apostando en buena parte por la agricultura ecológica y avanzando hacia la soberanía alimentaria. 

 

 

Estamos hablando de cerca de 200.000 nuevas plantas, pinares en las zonas altas, sabinas y acebuches en las zonas bajas y en menor cantidad también se plantarán dragos y almácigos. El personal del Cabildo llevará la coordinación técnica de los trabajos y los viveros insulares aportarán las semillas. La empresa pondrá el personal para la reforestación, lo que implicará la creación de nuevos empleos, y dotará a la finca de nuevos embalses y canalizaciones para el riego. Igualmente se realizará la señalización de senderos y pistas forestales públicas. El Cabildo también se implicará en la investigación y recuperación del importante patrimonio etnográfico y arqueológico de la zona. Estamos contando con la sociedad civil y llegamos hasta aquí gracias a la ciudadanía. Porque como recordaba esta semana el consejero de Medioambiente del Cabildo, Juan Manuel Brito, con este proyecto de desarrollo sostenible para Veneguera se cumple el sueño de decenas de miles de ciudadanos de Gran Canaria y del resto de las islas que en la década de los 80 y los 90 se movilizaron gracias a la iniciativa de la Coordinadora Salvar Veneguera. El actual consejero insular fue uno de los impulsores de aquel movimiento social que promovió una Iniciativa Legislativa Popular que logró la firma de 50.000 personas. 

 

 

En el libro “Salvar Veneguera. El poder en movimiento”, escrito precisamente por Juan Manuel Brito, por el arqueólogo José de León y el profesor de Filosofía Miguel Ángel Robayna, se describe la trayectoria del movimiento social contra un proyecto especulativo que mostró su auténtico rostro desde el principio. En 1990 una filial del Banesto (cuando estaba dirigido por un personaje como Mario Conde) compró el 49,1 % de las acciones de Costa Canaria de Veneguera a la inmobiliaria Urbis. En apenas tres años se volvieron a producir operaciones de ventas especulativas de buena parte del accionariado que tenía la sociedad que quería urbanizar el hermoso barranco y la costa de Mogán. Al principio se pretendían construir 140.000 camas turísticas en la zona.

 

 

Afortunadamente los comités de Salvar Veneguera, formados por ciudadanos y ciudadanas preocupados por nuestra naturaleza y escandalizados por el proyecto especulativo, se extendieron por Gran Canaria y el resto de las islas (e incluso en Madrid) a una velocidad muy superior a las camas y los puertos deportivos. La voluntad de nuestra gente fue más rápida que los movimientos de los especuladores financieros. El 25 de marzo de 1998 la Iniciativa Legislativa Popular para proteger el barranco de Veneguera llegó al Parlamento de Canarias. La cámara autonómica escribió una de las páginas más vergonzosas de su historia cuando no solo dio la espalda a la iniciativa sino que le dio la vuelta al texto y lo usó para dar el visto bueno a la construcción de 12.000 camas turísticas. Pero en el año 2003 el Gobierno canario presidido por Román Rodríguez promovió una nueva ley que declaró Veneguera como parte del Parque Rural del Nublo y de esta forma se garantizó su protección. El Parlamento canario aprobó por unanimidad la ley promovida por el ejecutivo de Román Rodríguez.

 

 

Esta semana hemos escrito una nueva página en la historia de Veneguera. Hemos dado un paso en la dirección de aquel sueño que, como recordaba Juan Manuel Brito, tuvo decenas de miles de canarios y canarias hace 30 años. Es verdad que también entonces muchos se quedaron cruzados de brazos y que otros muchos se limitaron a llamar “utópicos” a los que se movilizaban para “Salvar Veneguera”. En su libro “Tiempos líquidos” el sociólogo y filósofo polaco Zygmunt Bauman dedica un capítulo a la utopía en la época de incertidumbre. Después de aludir a la “utopía” de la que habló Tomás Moro en el siglo XV, Bauman recuerda un texto de Oscar Wilde que dice que “un mapamundi en que no figurase la utopía no valdría la pena de ser mirado, pues faltaría en él el único país al que la Humanidad arriba a diario. Y apenas en él, mira más allá, y divisando una tierra aún más atractiva, vuelve a poner proa hacia ella. El progreso no es más que la realización de las utopías”. Cuando en la campaña electoral hablamos de nuestro proyecto de Ecoisla, muchos la calificaron de “utópica” de forma despectiva. Esta semana hemos dado un nuevo paso en el camino hacia ella y he querido recordar que han sido los pasos que dieron miles de ciudadanos los que nos han traído hasta aquí, para demostrar que “el progreso no es más que la realización de las utopías”.