Portada Antonio Morales


40 años de Roque Aguayro

Roque Aguayro, la Agrupación de Electores que gobierna el Ayuntamiento de la Villa de Agüimes desde las primeras elecciones democráticas de 1979, se encuentra inmersa en estos días en la celebración del 40 aniversario de su nacimiento. Me llena de emoción celebrar el cuadragésimo cumpleaños de un proyecto de trabajo compartido que nació de la profunda rebeldía contra una situación de carencia de libertades y de penurias socioeconómicas.

Agüimes jugó un papel importante en la historia de Canarias tanto cuando la habitaron los antiguos canarios como tras la llegada de los primeros españoles. En el andar de los siglos nuestra Villa ha vivido momentos de esplendor pero también etapas de profundas crisis sociales y económicas. La segunda mitad del siglo XX fue una época muy dura para nuestro municipio. Las guerras mundiales y la Guerra Civil española condicionaron el modo de vida de unos hombres y mujeres que vivían fundamentalmente de lo que daba la tierra. Al principio de los años cincuenta del siglo pasado muchas familias venidas de distintos lugares de Gran Canaria, y también de otras islas, se fueron asentando en la zona de costa atraídas por el cultivo del tomate que se expandía en nuestra comarca. Lo hacían en chozas, cuarterías o en hogares humildes que iban construyendo poco a poco, a lomos de la precariedad, en distintos asentamientos rurales que fueron dando lugar a poblaciones sin ningún tipo de equipamientos. Sin las infraestructuras básicas necesarias para garantizar una vida digna. Sin espacios para la educación o la atención sanitaria… Y soportaban además las limitaciones que imponía una dictadura que condicionaba las libertades públicas y la capacidad de luchar para hacer posible otra realidad que combatiera las carencias.

Surgió así un movimiento vecinal -en paralelo a un movimiento juvenil- que terminó confluyendo para hacer posible una acción transformadora conjunta que permitió romper el yugo de una situación insoportable. La pobreza, la ausencia de equipamientos, de agua domiciliaria, de alumbrado público, de saneamiento de aceras y de calles asfaltadas o las ansias de libertades y de recuperación de derechos sociales, fueron conformando una plataforma ciudadana en los últimos años de la dictadura de Franco que tomó la decisión de participar en las instituciones en las primeras elecciones democráticas. Era, en su mayoría, gente joven que no quería repetir la historia de sus mayores, que consideraba que el mejor tributo que les podían rendir era tomar las riendas de su pueblo, de su vida, de su futuro…

Nació así Roque Aguayro. Quería tener presencia en el Ayuntamiento para hacer oír su voz en los plenos municipales. Pero los vecinos y vecinas de Agüimes quisieron que fuera más allá. Intuyeron que era el momento para hacer oír sus voces, efectivamente, pero también para hacer realidad sus anhelos. Y lo hicieron realidad. Contagiaron el entusiasmo y la energía. El voto popular dio la mayoría a Roque Aguayro en aquella ocasión y ha seguido dándole la mayoría absoluta durante las últimas cuatro décadas.

Así la primera tarea que afrontamos fue la de hacer un municipio abierto, transparente, plural, participativo; hacer posible, desde la conjunción de esfuerzos, la construcción de un municipio moderno, de progreso, desarrollado, libre, feliz, orgulloso de sí mismo y autosuficiente. Nos tocó vivir un momento emocionante que supimos aprovechar para romper ataduras y para situar a Agüimes en el mapa del reconocimiento, del apoyo, del respeto… Recogimos el testigo de los que durante décadas y décadas, pelearon contra las duras condiciones de un territorio asolado por el viento y por el sol y contra los que tenían abandonado a este pueblo desde fuera. Y también desde dentro, cuando se hacía uso del centralismo más injusto para marginar a los barrios y a su gente, a los que se trataba como ciudadanos de segunda.

Nos inspiramos en el trabajo de tantas generaciones que lucharon de sol a sol para quebrar las injusticias y pelear contra los elementos naturales adversos para sacar a sus familias adelante. Lo he dicho en otras ocasiones, pero ellos (nuestros agricultores y ganaderos, nuestros pescadores, los trabajadores y trabajadoras del tomate, los trabajadores de la cal, de la sal y de los pozos, de la construcción, el pequeño comercio…), todos ellos, fueron la fuente primera de inspiración de un movimiento cultural, social y político, que se creó precisamente para luchar contra las injusticias, para defender un municipio equilibrado, un municipio más justo, más igualitario.

Galopando a lomos de ese compromiso hemos llegado hasta aquí. Navegando con la mayor de las ilusiones –viento en popa- seguimos forjando un futuro mejor para nuestro municipio, desde la certeza de que compartimos ganas y esfuerzos con toda la ciudadanía.

Ha sido dura -han intentado y siguen intentando hacernos daño- pero también ha sido fructífera la lucha. Donde no había nada, absolutamente nada, hoy tenemos equipamientos, servicios e infraestructuras de primer orden, muy por encima de la media de Canarias. Tenemos absolutamente claro que el bienestar individual y colectivo de los hombres y mujeres de una comunidad depende cada vez más de la capacidad de servicio y de la capacidad de gestionar servicios y recursos desde la cercanía a los vecinos. Los problemas de la gente requieren políticas pensadas y gestionadas desde la proximidad, con mecanismos y estilos de gobierno y de gestión participativos. Se tiene que trabajar cada día mirando a la gente a los ojos. Somos nosotros los que decidimos, sin que nadie nos imponga qué pueblo queremos, qué iniciativas públicas debemos desarrollar y cuál es la relación que pretendemos con los interlocutores sociales

Nuestro proyecto de trabajo, propio y singular, nos lleva a abordar las necesidades desde planteamientos globales e integrales que han ido evolucionando en función del discurrir de la historia y de los movimientos sociales, económicos o medioambientales… Nuestro trabajo, transversal, integrador, participativo, ha sido también en muchas ocasiones vanguardia de propuestas sociales, comunitarias, económicas o medioambientales. Hoy algunas organizaciones parecen haberlo inventado y lo llaman nueva política.

Roque Aguayro ennoblece la política. Hemos intentado siempre que ese viejo lema de Honradez, Preparación y Trabajo esté presente en cada una de nuestras acciones. Jamás nos han podido acusar de nada que no fuera defender el interés general. Hemos conseguido que el sentimiento de orgullo por lo logrado, por el trabajo compartido, se haya convertido también en orgullo de pertenencia a un municipio que ha sabido abrir nuevas sendas por las que avanzar para procurar la mejora de las condiciones de vida de sus vecinos y vecinas.

Y es especialmente importante el apoyo de nuestra gente, el de cada día, el de estos días de celebración. No hablo solo de las 10 mayorías absolutas y rotundas. Nunca nos hemos sentido solos, ni remando contracorriente, ni traicionando el mandato que recibimos. Y es justo que en celebraciones como esta recordemos a tantas personas queridas que hoy no pueden estar con nosotros celebrándolo. Nos han dejado pero están siempre presentes. Estarán siempre presentes. Han dedicado parte de su vida a los demás y hoy se lo reconocemos y lo aplaudimos…

Nunca se imaginó Roque Aguayro en aquellos primeros momentos que uno de sus miembros estaría años más tarde desempeñando la presidencia del Cabildo de Gran Canaria. Es el momento también para reconocer que ha sido posible gracias a Nueva Canarias, conformada por gente muy cercana con la que hemos transitado por esta historia durante todos estos años, desde aquella primera Asamblea de Vecinos.

Pero no todo está hecho. Tenemos que seguir defendiendo con uñas y dientes los logros alcanzados. Estamos viviendo momentos peligrosos para la democracia. Para los derechos sociales y laborales. Para las libertades alcanzadas. No podemos bajar la guardia ni renunciar a transmitir la historia vivida, lo conseguido y, sobre todo, el ánimo a no conformarnos con la realidad que nos pretenden imponer. No podemos desertar de la defensa de lo logrado y que ha sido fruto de un gran esfuerzo colectivo. Nuestros jóvenes tienen que conocer esta historia. Que lo que hoy disfrutamos no nos lo han regalado. Nuestros jóvenes tienen que saber que venciendo al miedo y las dificultades se puede conseguir cambiar la historia.

Después de 40 años le pido a la vida que a Roque Aguayro le acompañen siempre los ideales con los que nació y que siga defendiendo siempre la dignidad, la justicia social y el bienestar de los hombres y mujeres de esta Villa. Y que esta lucha se haga extensiva a nuestra isla, al archipiélago, al mundo. Larga vida para Roque Aguayro.

DERECHOS HUMANOS Y ESTUDIOS CRÍTICOS DE GÉNERO

Vivimos unos tiempos en los que se suele acusar a las instituciones de estar alejadas de la sociedad, de no escuchar las voces de la calle. Las personas que nos dedicamos a la política estamos acostumbradas a esta crítica, que también se hace a otras entidades como las universidades. Sin embargo la de Las Palmas de Gran Canaria tiene una seña de identidad que está escrita en su historia y nadie la puede borrar. Es una universidad que nació como respuesta a una demanda de la sociedad: el gobierno canario y el estatal se vieron obligados a escuchar a las decenas de miles de personas que salieron a la calle en esta ciudad a finales de la década de los ochenta del pasado siglo para reivindicar la creación de una universidad en esta isla.

Hoy esta universidad hace honor a su origen y a su historia con la creación de una Cátedra de Derechos Humanos y Estudios Críticos de Género. Porque las mismas calles que en 1988 se llenaron de gente para reivindicar esta universidad, volvieron a vivir una manifestación multitudinaria el pasado 8 de marzo para defender los derechos de la Mujer, para rechazar su discriminación y para condenar la violencia machista y todas las violencias que sufren las mujeres en este sistema patriarcal.

Hay que reconocer que no es el primer paso que da esta universidad. Ya hace años que esta institución académica trabaja a favor de la igualdad. Uno de los ejemplos es el Título de Experto Universitario en “Derechos Humanos y Género” que es posible gracias a la participación de jueces y juezas como la directora del curso, María Auxiliadora Díaz Velázquez, que conoce las consecuencias más duras de la desigualdad por su trabajo durante más de una década como magistrada del Juzgado de Violencia sobre la Mujer Número 2 de Las Palmas de Gran Canaria. Ojalá tuviésemos más hombres y mujeres comprometidos desde sus profesiones como María Auxiliadora en la lucha por la igualdad. Seguramente avanzaríamos más si tuviéramos más jueces, magistradas, políticos, periodistas, ciudadanos y ciudadanas con su nivel de compromiso. Esa colaboración entre la administración de Justicia y la universidad, con la participación del Instituto Canario de Igualdad, es el mejor de los caminos. En esa senda María Auxiliadora, la responsable de la Cátedra, y el rector Rafael Robaina saben que pueden contar con el Cabildo.

La relación que se establece entre “Derechos Humanos” y “Estudios Críticos de Género” en el nombre de esta cátedra, que se presentó a la sociedad en el Paraninfo el pasado día 9, no nos sorprende. Hoy asumimos que no se puede hablar de Derechos Humanos sin contar con la mitad de la población, pero han tenido que pasar siglos y muchas luchas para que seamos conscientes de ello. Recordemos que la referencia histórica de la mayoría de las democracias occidentales, la Revolución Francesa, que aprobó la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano del año 1789, no recogía el derecho de las mujeres a votar. Desde aquella declaración hubieron de pasar más de 120 años para que se reconociera el derecho al voto de  las mujeres a principios de siglo solo en algunos estados europeos, en el caso español en 1931 durante la II República. Y por fin tras la Segunda Guerra Mundial en la Declaración Universal de los Derechos Humanos en 1948 se recogió el derecho al voto femenino como derecho humano fundamental. Dentro de poco se cumplirán 70 años.

Aunque la mujer ha sido invisibilizada en la historia, su papel ha sido fundamental para avanzar en los derechos de toda la ciudadanía. Algunas sufrieron la represión y fueron condenadas al exilio, como la canaria Mercedes Pinto durante la dictadura de Primo de Rivera, por defender en una conferencia pública el derecho al divorcio. Y fue una mujer, Eleonor Rooselvet, presidenta de la Comisión de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, quien tuvo un papel importante en la elaboración y aprobación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948.

El éxito de las movilizaciones del último 8 de marzo tras la histórica jornada del paro feminista nos obliga más todavía a poner la lucha por la igualdad en el centro de nuestra agenda política. Fuimos el primer Cabildo que creó una Consejería de Igualdad porque compartimos lo acordado en el Convenio del Consejo de Europa sobre prevención y lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica. 

El conocido como Convenio de Estambul de 2001 defiende que se  fomenten las organizaciones  de mujeres. En esa línea, desde el primer día de este mandato el Cabildo está contando con las organizaciones feministas canarias. Quiero aprovechar para reconocer el importante papel que jugó la Coordinadora Feminista de Canarias en los años de la Transición Política y en esta etapa democrática, tras 40 años de dictadura franquista que supusieron un afianzamiento del sistema patriarcal y un paso atrás en la igualdad. Las libertades y la democracia no llegaron a nuestro país como un regalo de unos señores (hombres, por supuesto) que se reunieron en unos despachos y se perdonaron el pasado. No. Las libertades llegaron gracias a una movilización social importante que en Canarias protagonizaron organizaciones sindicales, colectivos vecinales y la Coordinadora Feminista de Canarias. 

Creo que esta Cátedra de Derechos Humanos y Estudios Críticos de Género que se presentó el viernes día 9, con la presencia de la Ministra de Justicia y una importante representación de personas significadas de la política, la justicia, la universidad  y la sociedad civil, es un espacio de vanguardia mundial  necesario para que el feminismo y las mujeres ocupen el lugar que no tienen en la universidad, en los libros, en el pensamiento, en la sociedad en general. Porque esa lucha de la mujer que ha producido tantos cambios en las calles no nació a partir de las lecturas de unos libros que agitaban las mentes, sino que nació en las casas donde se sufría la desigualdad, nació a partir de las vivencias de las propias mujeres de la discriminación y la violencia. Lo explica muy bien la filósofa Amelia Valcárcel en su libro “Rebeldes hacia la paridad” cuando escribe: “No nos tocó enfrentarnos a una misoginia travestida o vagarosa, sino a las prácticas civiles y penales del Estado y al conjunto de la moral corriente. (…)No es el nuestro un feminismo por lecturas, sino por vivencias. Primero vinieron la rabia y el coraje. Las lecturas vinieron después”.

Esta nueva cátedra –la primera que se crea en España y posiblemente en Europa- es una oportunidad para que se estudien esas prácticas “civiles y penales del Estado” que desgraciadamente a veces se siguen expresando en algunas sentencias judiciales y esa “moral corriente” que sigue  presente en algunos sectores sociales. Prácticas que siguen justificando el patriarcado y las violencias que provoca sobre la mujer, que siguen señalando con el dedo acusador a las víctimas y justificando a los verdugos, que siguen cuestionando leyes, como la Ley Integral contra la Violencia de Género, que puede no ser perfecta y pueden faltar recursos, cierto, pero que ha sido necesaria para combatir una lacra social que en lo que llevamos de siglo ha causado en España más de 1.000 víctimas mortales, casi un centenar en Canarias, cuatro veces más que las muertes causadas por el terrorismo  en estos últimos 20 años. Una lacra social de violencias y abusos que, como recordó la magistrada Díaz, hace que siga existiendo un 70% de violencia de género no denunciada que hay que visibilizar al igual que otras formas de explotación como “el tráfico de personas, el acoso sexual, las tratas, los matrimonios forzados o la mutilación genital”.

Estamos ante una tarea de toda la sociedad. Como recoge el Convenio de Estambul la lucha por la igualdad y la no discriminación de la mujer nos atañe a todos. A los hombres, a la universidad, a las instituciones públicas, a la administración de Justicia, a los medios de comunicación, a la ciudadanía que se expresa en las redes sociales, a los docentes y la comunidad educativa…Todas y todos estamos en el mismo barco y debemos remar en la misma dirección, hacia la costa de la igualdad. Es cierto que en este terreno de la igualdad hemos avanzado mucho. Pero el sistema patriarcal sigue presente y se manifiesta en la cantidad de víctimas de la violencia machista, en la brecha salarial, en la invisibilidad de las mujeres en la historia, en el mundo de la empresa, en los sindicatos, en los partidos políticos, en el deporte, también en organizaciones sociales y también en la universidad. En la universidad española las mujeres catedráticas son menos del 25%, a pesar de que son mayoría cada año más en los grados, en los doctorados, y tienen  las mejores calificaciones.

Por eso creo que la Cátedra Derechos Humanos y Estudios Críticos de Género de la ULPGC puede ser un buen espacio para investigar, que no es otra cosa que hacernos preguntas. Y termino con algunas preguntas: ¿qué estamos haciendo mal para que la desigualdad continúe en casi todos los sectores de nuestra sociedad? ¿Por qué si ya están aprobadas las leyes que obligan a la igualdad, si esa igualdad está recogida en la Constitución y en nuestro nuevo Estatuto de Autonomía,  por qué si las mujeres son la mayoría de nuestra población siguen teniendo una representación minoritaria  en todos los ámbitos económicos, políticos y sociales donde se toman las decisiones? 

Mario Benedetti escribió que un amigo había leído en un muro en una calle de Latinoamérica: “Cuando teníamos toda las respuestas, nos cambiaron las preguntas”. Yo dejo estas preguntas aquí con la esperanza de que cambie la realidad, que no tengamos que esperar 200 años para lograr la igualdad, como pronostica Naciones Unidas, y que, por tanto, en los próximos años no tengamos que repetir las mismas preguntas. Para, como dijo María Auxiliadora  Díaz al final de su intervención, “vencer la dictadura impuesta por la historia a través de la desigualdad”.

MUJERES EMPAQUETADORAS DE TOMATES

La semana pasada El Patio del Cabildo grancanario acogió un acto entrañable en recuerdo y homenaje de un trabajo y un ejemplo que han sido fundamentales para el progreso de nuestro pueblo y para el reconocimiento del papel de las mujeres del empaquetado, de la aparcería y del mundo rural de nuestra isla.

Se presentó el libro “Mujeres empaquetadoras de tomates. Una historia llena de vida, de lucha y de esperanza”, un texto redactado y coordinado por Domingo Viera y hecho realidad gracias a la labor de una comisión de la asociación de Mujeres Empaquetadoras de Tomates que se encargó de recoger testimonios y experiencias de décadas de esfuerzos y batallas -de vida, de lucha y de esperanza- para defender sus derechos y su dignidad. Recordar con detalle las situaciones vividas por estas mujeres con los contratos irregulares, con los horarios interminables, con el trato desconsiderado, agiganta el valor de los desafíos que protagonizaron al final de la dictadura y principios de la transición.

Esta tierra nuestra tiene detrás una historia de escasez, de carencias y de retrasos. Cuando después de la guerra civil volvimos a vivir uno de esos episodios duros de pobreza y hambre que se repitieron a lo largo de los siglos los tomateros significaron una salida para miles de familias de Gran Canaria que no podían sobrevivir en sus ocupaciones habituales.

Varias generaciones crecieron, en medio de latadas, socos y cucañas, sorribando las fanegadas de tierras, abriendo surcos, plantando las semillas, arrastrando las malas hierbas, aprovechando el maste para el ganado, cargando los frutos de las faldiqueras a los ceretos para después trasladarlos a los almacenes de empaquetado… Se vivieron épocas muy duras, de inmigración interior y de otras islas hacia Las Majoreras, Las Puntillas, Montaña de los Vélez, Las Rosas, Cruce de Arinaga, Cruce de Sardina, Doctoral, El Tablero, El Castillo del Romeral, La Aldea, Gáldar…. Épocas de condiciones precarias de vida, de cuarterías, de sangre, sudor y lágrimas, de regímenes laborales casi feudales, de combates sociales que consiguieron democratizar la producción.

En ese momento, las mujeres del empaquetado dieron un paso al frente y asumieron la triple jornada, la triple ocupación: cuidaron de la familia, trabajaron en el empaquetado, dedicaron con frecuencia muchas horas a la aparcería cuando se plantaban algunos celemines –sin contrato, sin cotizaciones-, y educaron a sus hijos. Soportaron un modelo de vida que las ocupaba veinte horas al día, firmes, recias… Mujeres fuertes como mi madre o mi tía, tantas amigas, tantas vecinas… porque esa es mi cuna y me siento inmensamente orgulloso de ella.

Mujeres sin horario que, además, hacían los quesos, daban de comer a los animales, lavaban las ropas en las acequias, cosían con velas o carburos por la noche, hacían el pan de madrugada, llevaban a sus hijos al médico, administraban el dinero de la familia… Mujer, como canta Neruda, “(…) Trabajadora dura en tus trabajos/ amorosa, estrellada como el cielo/ en el ciclo tenaz de la ternura,/mujer valiente de las profesiones,/obrera de las fábricas crueles,/doctora luminosa junto a un niño,/lavandera de las ropas ajenas,/escritora que ciñes/una pequeña pluma como espada/(…) Mujer sagrada que de la miseria/ multiplica su pan con llanto y lucha/mujer,/título de oro y nombre de la tierra”.

De ese tiempo tenemos que destacar la capacidad de resistencia y de compromiso. No recuerdo a mujeres quejosas o amargadas. Al contrario, eran la cara de la reciedumbre, del esfuerzo, de la cohesión familiar. Alentaron la lucha y fueron vanguardia de un cambio en la relación con aquellas empresas que con frecuencia tuvieron comportamientos medievales y explotadores. Los primeros movimientos de liberación de las mujeres en nuestra tierra tienen el color rojo del tomate y fueron capaces de expresar rebeldía, dignidad y solidaridad cuando en los almacenes plantearon un cambio en la relaciones de trabajo. La ONU lo reconoció mucho más tarde. En 2007 su Asamblea General acordó celebrar cada 15 de octubre el Día internacional de la Mujer Rural con el objetivo fundamental de reconocer “la función y contribución decisivas de la mujer rural, incluida la mujer indígena, en la promoción del desarrollo agrícola y rural, la mejora de la seguridad alimentaria y la erradicación de la pobreza rural”.

Hoy, disponer de un convenio colectivo, regular las jornadas laborales, tener representación sindical o castigar los abusos sexistas de los encargados, nos parece algo natural, pero ellas lo consiguieron cuando no existían esos derechos y la dictadura perseguía y castigaba esas reivindicaciones sin piedad. Esa historia de bregas sin tregua tiene que ser conocida, recordada y agradecida porque necesitamos que esos valores se hereden, se mantegan, se peleen por las nuevas generaciones porque no surgen por generación espontánea. Supieron “deshacer torres de prejuicios” para “hacer mariposas con las hojas de las leyes antiguas” como escribió Mercedes Pinto.

Tenemos que educar en la dignidad, en la lealtad, en la solidaridad, en el compromiso. Pero sobre todo debemos alentar la conciencia de que necesitamos seguir avanzando hacia la misma utopía que las inspiró a ellas para no renunciar a un mundo justo donde todas y todos tengamos la oportunidad de crecer como personas y vivir con respeto a nuestros derechos esenciales. Cuando empezaron a pelear pudimos vislumbrar que ese cambio estaba más cerca. Muchos años después hemos comprobado que el camino era más largo y con más imprevistos. Pero nos enseñaron que no hay razones para el desaliento. Al contrario.

Y porque hay vida y hubo lucha hay esperanza. Si ellas en condiciones mucho peores que las actuales pudieron plantar cara, conquistar derechos, sacar adelante a sus familias… hoy no tenemos razones para dimitir del trabajo, de la lucha, de la defensa de los derechos y la dignidad. Han sido y son una fuente para afianzar nuestras convicciones acerca de que la historia avanza, de que los seres humanos superamos los horrores y las pérdidas de derechos y libertades que a veces sufrimos.

Al mismo tiempo que recordamos tiempos de defensas de derechos y progreso de las mujeres empaquetadoras, hoy en el mundo vivimos incertidumbres y riesgos de retroceso social que no debemos ignorar u ocultar. Al contrario, quienes nos enfrentamos al fascismo de la dictadura española debemos estar alertas frente a nuevos fascismos que encandilan a pueblos y a naciones que olvidan la historia.

Este libro, las experiencias en él narradas, la historia recogida, atestiguan que han valido la pena las batallas que han librado nuestras mujeres a lo largo de nuestra historia. Sirvieron para la subsistencia de las familias, para el reconocimiento de la clase trabajadora como agente decisivo del progreso de nuestro pueblo y sobre todo para comprender el papel fundamental de las empaquetadoras canarias, como nunca había ocurrido antes.

Pero no debemos mirar solo al pasado. Sus enseñanzas siguen siendo válidas y útiles para el tiempo que nos ha tocado vivir. En un momento actual de capitalismo voraz y sin alma, tenemos que recordar que demostraron que las personas están por delante de los balances, que los muros están para saltarse y que la generosidad con quienes están peor siempre es recompensada.

Gran Canaria hoy se siente más reconfortada al reconocer esta lucha que unió a mujeres del sur con las del norte, que juntó las vidas del este y del oeste. Porque una historia que ha ignorado a las mujeres, que las ha mantenido invisibles, siempre está por escribir.

La mayoría de estas mujeres están felizmente jubiladas para sus trabajos habituales pero no deben jubilarse para seguir transmitiendo a su hijos, a sus nietos y a toda la población que quiera escucharlas que aquella experiencia que las hermanó sirvió entonces y sirve hoy para ganar en justicia social, en orgullo para las mujeres trabajadoras y en bienestar para toda la población. Porque como dice José Lezama Lima, mujer, “Si te atolondraras,/ el firmamento roto/ en lanzas de mármol/ se echaría sobre nosotros”.

UN DESTINO TURÍSTICO INTELIGENTE

El pasado día 4 de octubre Gran Canaria volvió a convertirse un año más, con la celebración de Overbooking 18, en el centro del debate sobre la primera industria de Canarias, el Turismo. Lo hizo gracias a la colaboración entre el Patronato de Turismo de Gran Canaria, 22 Grados y las empresas patrocinadoras que, a su vez, son las más dinámicas del sector. Este espacio se ha convertido en el mayor evento español de comunicación y marketing turístico y en una oportunidad perfecta para renovar las herramientas y los procesos empresariales y profesionales que resultan decisivos para acompañar al cliente en todas las fases del viaje. El desarrollo turístico debe contribuir al crecimiento económico, al aprovechamiento del enorme capital humano que se ha creado en las islas en los últimos años, a la inclusión social y a la sostenibilidad ambiental.

Desde el Cabildo de Gran Canaria queremos vincular los nuevos retos turísticos con la modernidad, con la innovación, con el trabajo colaborativo, con la atención excelente a quienes nos visitan, con la mejora de resultados empresariales y sociales y con la defensa de una isla conservada en su medio natural y conocida por su patrimonio cultural.

Esta cuarta edición de Overbooking se centró en compartir con los y las profesionales del sector vacacional las mejores prácticas referidas al marketing. En un mercado cada vez más competitivo, el empresariado turístico debe reflexionar sobre la posibilidad de mejorar la gestión de la comunicación con el objetivo de captar y fidelizar a unos clientes cada vez más codiciados. A quienes nos visitan les seduce nuestro privilegiado clima, una ventaja que nos hace muy competitivos. También resulta atractivo que seamos un territorio sostenible, una ecoisla sustentada en el equilibrio entre la sociedad, la economía y el medio ambiente. La sostenibilidad debe ser presente y futuro de nuestro archipiélago porque, además de porque nos merecemos vivir en el mejor lugar posible, porque es un factor clave para seguir posicionados como uno de los mejores destinos turísticos del mundo.

Con el hilo conductor de “desconocido a prescriptor de tu marca”, Overbooking 18 puso el foco en la figura del turista. Tomar el control de la comunicación en todas las fases que experimenta el usuario es vital para atraer clientes, crear experiencias positivas, fidelizar y conseguir prescriptores que a su vez influyan en la decisión de destino de otros. Debemos conocer el camino que recorre el cliente desde el momento en que identifica una necesidad hasta que es fidelizado por la marca que ha sabido cubrirla, acompañándolo en todo el proceso. Para eso es necesario que estemos atentos, que no bajemos la guardia, que profundicemos en ello.

Nuestras infraestructuras, la seguridad ciudadana y la conectividad también son factores que logran atraer a una parte significativa de las 1.300 millones de personas que se desplazan cada año solo para hacer turismo, y en concreto a los más de 16 millones de visitantes que recibimos en Canarias. En el plan estratégico del turismo de Gran Canaria tenemos detectado que el gran reto, además de consolidar esos factores mencionados, es renovar la gestión de la atención a nuestros clientes.

El Cabildo de Gran Canaria ha puesto en marcha, a través de la SPEGC, la Iniciativa Gran Canaria Inteligente, que tiene como objetivo dotar a la institución de soluciones innovadoras basadas en las TICs (Tecnologías de la Información y Comunicaciones). Esto nos servirá para mejorar la eficiencia en la gestión pública y proporcionar nuevas alternativas que nos permitan prestar servicios públicos de mejor calidad y mayor eficiencia. Contribuir en la mejora de la calidad de vida y la accesibilidad de los habitantes y los visitantes de nuestra isla se convierte así en uno de nuestros objetivos principales. Estas herramientas tecnológicas permitirán, además, obtener información relevante sobre Gran Canaria y la propia actividad del Cabildo, información que, tras su procesamiento y presentación en los formatos adecuados, facilitará la gestión y la toma de decisiones estratégicas basadas en datos.

Hemos orientado la Iniciativa hacia aquellas áreas de actuación que tienen mayor relevancia e impacto debido a sus características socio-políticas, económicas y geográficas, focalizándola sobre siete grandes ejes prioritarios de actuación. En un lugar destacable, como no podía ser de otra forma, está el turismo.

El desarrollo de la Iniciativa sobre el eje estratégico del turismo tiene como objetivos lograr el reconocimiento de nuestra isla como referencia de Destino Turístico Inteligente (DTI), incrementar la satisfacción del visitante y del gasto turístico y, sobre todo, aumentar significativamente nuestro conocimiento sobre el turista y sobre el propio destino. Esto nos permitirá dotar a la administración de herramientas para una mejor gestión del destino y mejorar los servicios y la experiencia del turista.

Se define el Destino Turístico Inteligente como un destino turístico innovador, consolidado sobre una infraestructura tecnológica de vanguardia ligada a sistemas big data de gestión del destino, con una transformación digital de los servicios turísticos, con aplicaciones para alcanzar la mayor valoración de nuestros recursos y el enriquecimiento de la experiencia del visitante…

Overbooking se ha transformado pensando en responder a las necesidades del sector turístico. Lo que hasta el año pasado era el Foro Nacional de Comunicación Turística Overbooking Gran Canaria, se ha convertido en Overbooking Gran Canaria Summit. No es sólo un cambio de nombre, es la representación gráfica de la evolución del proyecto iniciado hace 4 años. Gran Canaria avanza hacia un turismo de excelencia con las herramientas más actuales.

Hemos vivido unos años con resultados históricos, con datos muy positivos que han batido records. Pero tenemos que hacer una planificación para situaciones menos excepcionales. La reincorporación al mercado de destinos competidores como Turquía, Egipto y países del Caribe, entre otros, ha hecho que la ventaja ganada en los últimos años sea menos espectacular. Esta realidad nos debe animar a mantener un proceso de reforma y renovación integral de las instalaciones, de la organización y de las tecnologías digitales necesarias para resistir frente a estos competidores.

El Cabildo de Gran Canaria considera vital la implicación de las instituciones en la formación de los profesionales del sector turístico: es la única vía para incrementar la productividad y calidad del servicio que ofrecemos en la Isla. Para ello, no solo es importante hacer estudios de los propios visitantes y de los factores de fidelización, sino también ofrecer espacios de debate que apuesten por la formación permanente de los profesionales y las profesionales que trabajan en él. Los trabajadores del sector son el contacto final con el turista, de ellos depende que el turismo siga manteniendo y mejorando los niveles de aceptación. Ellos y ellas también deben participar plenamente de los logros y los beneficios.

Estoy convencido de que eventos como Overbooking Gran Canaria consolidan a la Isla como espacio de referencia para profesionales de la comunicación y el marketing turístico nacional. Nos jugamos mucho. El turismo es el precursor del 40% del empleo en Canarias y ha hecho que el número de puestos laborales haya subido en cerca de 100.000 personas en los últimos 10 años. Un indicador de que vamos por el buen camino, pero debemos avanzar juntos, seguir dando pasos firmes.

¿Cuáles son los pasos que podemos dar con la ayuda de espacios como este? Debatir para mejorar la eficiencia y la gestión de las empresas turísticas de Gran Canaria, concretar la generación de oportunidades de inversión en la isla y algo de lo que el Cabildo es muy consciente y pone en práctica, potenciar el trabajo colaborativo y la generación de sinergias de las instituciones públicas y las empresas privadas, con el fin de dinamizar el sector turístico.

En definitiva, foros como el de Overbooking ofrecen una gran oportunidad para aprender de la experiencia de profesionales del sector turístico y para permitirnos mejorar, avanzar y alcanzar los hitos que nos proponemos. Gran Canaria es una isla con cien calificativos, todos ciertos, que brillará más si unimos nuestras fuerzas. Hagamos que destaque por ser líder en innovación, investigación, conocimiento y sostenibilidad. Esa será nuestra mejor carta de presentación para el futuro, un futuro en el que todas y todos estamos incluidos.

45 ANIVERSARIO DE GLOBAL SALCAI UTINSA

Hablar del aniversario de Global nos hace recordar experiencias imborrables que conformaron nuestra forma de ser durante los últimos años, cambiando la relación que teníamos con nuestro territorio, con nuestros vecinos y con nuestro trabajo. La manera de transitar por nuestras carreteras, de cruzar los barrancos, de llegar a la cumbre, de alcanzar las playas es una forma singular de enamorarnos de un paisaje único de una isla que se llama Gran Canaria y de identificarnos con ella. Y hoy tenemos la suerte de poder sintetizar las vivencias de miles de paisanos durante cuarenta y cinco años y de profesionales que nos condujeron durante un tiempo precioso, para comprobar lo que hemos evolucionado y la importancia del transporte colectivo en nuestras vidas. 

Hace 45 años se produjo uno de los más importantes acontecimientos económicos en la reciente historia de la Humanidad. La llamada #crisis del 73#, cuando la Organización de Países Exportadores de Petróleo acordó el aumento del precio de los combustibles, duplicándolo en cuestión de días. Aquella situación afectó nuestras condiciones de vida insulares. La crisis se extendió de inmediato a todo el planeta. En España vivíamos los últimos momentos de la dictadura, aislados de la Unión Europea. Las carencias de infraestructuras y de servicios elementales mostraban un país empobrecido. 

En Gran Canaria, el mejor ejemplo de la situación general fue la crítica situación del servicio de transporte interurbano, con la existencia de una caótica e incontrolable actividad de operadores, siendo más sorprendente la existencia de dos modelos de negocio que se enfrentaban a diario por llevarse los clientes y usuarios que en nuestra isla utilizaban el transporte público. Un enfrentamiento que duraba ya treinta años, desde 1940 a 1970.

En la capital se encontraban las Jardineras Guaguas, mientras en el resto de la isla luchaban por sobrevivir los vehículos de Autobuses Interurbanos Canarios SA (Aicasa) y los #piratas#. El origen de Global Salcai Utinsa se sitúa en los inicios  del transporte terrestre de viajeros con vehículos a motor en Gran Canaria.

La Compañía de Automóviles de Santa Brígida creada en 1920 era reconocible por el amarillo de sus vehículos, el correo y sus rigurosos horarios de salida, por lo que fueron llamados #coches de hora#. Seis años después pasó a ser de Melián y Compañía y unos años más tarde prestaba sus servicios por toda la isla, pero no pudo resistir la competencia de los fotingos o piratas y poco a poco caminó hacia la desintegración. Fue adquirida por Aicasa pero, nuevamente, los problemas económicos la llevaron a un conflicto laboral con sus trabajadores, que tuvo una importante repercusión social por el daño causado y por la parálisis en el conjunto de la isla. Este conflicto se produce en los años setenta y se vive un hecho infrecuente, que avisaba de los tiempos de la transición política: fueron protegidos en sus demandas por el Obispo de Canarias José Antonio Infantes Florido.

Ambos modelos planteaban sus proyectos de empresa y de negocio en el sector del transporte insular: uno individual y otro colectivo, uno que buscaba el mayor beneficio mientras el otro quería lograr la rentabilidad sostenible. Incluso hubo un tiempo en el que ambos modelos convivieron en la isla, dividida en dos de forma salomónica como respuesta institucional al enfrentamiento entre ambos sectores. Así, se repartieron por un lado el centro/norte y por el otro el sur/sureste. Fue en octubre de 1973 cuando la isla fue repartida. En una mitad, los #piratas# se constituyeron como operador único bajo la marca Utinsa, mientras la otra mitad sería el laboratorio para crear la mayor sociedad laboral dedicada al transporte público de España, con el nombre de Salcai. Una iniciativa que conllevaba el liderazgo del tercer sector en Canarias. Un papel que hemos de agradecer siempre a sus creadores y a quienes han continuado la labor de apoyo al cooperativismo en todo el Archipiélago.

En el mapa, la división ofrecía una realidad ilusoria. Estábamos ante un fin de ciclo que iba a variar rápidamente las tornas para ambas empresas. El norte agrícola estaba más poblado. El sur se debatía entre la aparcería y el turismo. La isla estaba cambiando y el transporte público sería uno de sus efectos. Utinsa ocupaba un territorio montañoso, con carreteras complicadas y antiguas. La rentabilidad era escasa. Y permítanme que recuerde en este punto que ¡por fin! la carretera de Teror dejará el diseño de carruaje para convertirse en una vía interurbana moderna gracias a una inversión que acomete el Cabildo de Gran Canaria. Por su parte, la organización colectiva de Salcai supo gestionar el rápido desarrollo en todo el territorio asignado y aprovechar el crecimiento de la demanda turística. 

El siglo XXI comenzó con un resultado anunciado, se fusionaron las dos empresas y se unificó el transporte interurbano de viajeros en Gran Canaria, pasando a denominarse la nueva marca: Global Salcai-Utinsa. Queda al margen el transporte en la capital grancanaria que permanece en manos de Guaguas Municipales.

En resumen, Global SU parte de las iniciativas de emprendedores con mentalidad laboral y cooperativa que vieron la oportunidad de negocio mejorando las comunicaciones en la isla. Ese espíritu se ha mantenido hasta hoy con importantes hitos que han hecho trascender a esta empresa como una de las más veteranas y destacadas en el desarrollo de la economía social y se ha significado en la implantación de estrategias de desarrollo de tecnologías en el transporte. Su éxito la ha llevado a expandir su negocio a otras regiones y otros países.

El transporte público fue un salto fundamental en el desarrollo de la isla. En sus comienzos el viaje no era fácil. En realidad era un sacrificio. Malas carreteras y vehículos con asientos de madera y muy incómodos, pero aun así la gente ya disponía de un medio de transporte regular, dirigido por el conductor y el cobrador, al grito de «¡Pare!», «¡Siga!» para hacer posible las necesidades de los viajeros que eran contados y casi una familia, hasta el punto de que cuando faltaba alguien los guagüeros se interesaban por su estado de salud. Estos trabajadores eran y hacían de todo: por ejemplo, de ingenieros capaces de sustituir la tapa del radiador con un higo para intentar llegar a la parada final donde reparar el motor. También eran quienes velaban por la seguridad del pasaje, tanto por los riesgos de la carretera como por la convivencia durante el trayecto. Eran maestros de civismo y urbanidad, recaderos, carteros, celestinos y, sobre todo, personas de confianza, amigos.

Imponía ver a aquellos conductores con volantes gigantescos que tenían que mover con todo el cuerpo para recorrer las numerosas curvas de las pistas. Personas que ejercían la autoridad desde su puesto, aunque apenas tenían que intervenir porque se vivía la experiencia del viaje de forma tranquila, serena y sana, a pesar de que entonces se fumaban puros y virginios en los grandes vehículos, así como se transportaban cochinos, gallinas, cajas con quesos o alimentos, medicinas, el correo o los regalos para los familiares. Orígenes de una actividad que fue aventurera y atrevida para unos pocos pero que hoy en día mueve a decenas de millones de personas cada año.

En la actualidad Global SU es una empresa competitiva que no ha olvidado sus raíces cooperativistas y la participación. En estos momentos, la empresa de transporte cuenta con casi 800 trabajadores y trabajadoras, una flota de más de 300 vehículos y unas 120 líneas que cubren todo el territorio insular, transportando a más de 25 millones de viajeros anualmente. Además dispone de centro de mantenimiento y de suministro y cocheras.

Hoy, el transporte interurbano de viajeros en Gran Canaria tiene un nivel de excelencia propio de una  sociedad avanzada como la nuestra, convertido en una forma segura, cómoda y eficaz para conectar la Isla, a sus habitantes y a sus visitantes. Una empresa preocupada por un transporte accesible, sostenible y que no dañe el medio ambiente, por lo que podemos reconocer con orgullo el papel fundamental de Global SU en el desarrollo del transporte como elemento cohesionador de la sociedad grancanaria, de la unión de sus habitantes y visitantes.

Pero somos conscientes de que queda mucho por hacer. En los próximos años tenemos que avanzar en la apuesta por un transporte colectivo que permita una mayor movilidad eficiente en la isla y que equilibre el uso del transporte privado y público para que disminuya la emisión de gases de efecto invernadero con un cambio de modelo y de eficiencia en los motores, para que se incremente el uso de vehículos eléctricos y para que se reduzca la dependencia del petróleo. Estamos tomando decisiones de cambio que merecen ser comentadas en este aniversario. Es un avance el Bono Joven, con una tarifa plana de 28 euros sin límite de viajes, para jóvenes de hasta 28 años en toda la isla. Estamos también en el proceso de puesta en marcha del bono regular para residentes a 35 o 40 euros. La imagen que los turistas perciben al llegar al aeropuerto mejora con el servicio Airport Express, con 6 nuevos vehículos financiados por el Cabildo de Gran Canaria. En pocos años renovaremos más del 40% de la flota de Global. Y próximamente entrará en funcionamiento el nuevo sistema de información al viajero en las paradas de Gran Canaria.  

Por eso, en estos días de celebración, de agradecimiento y felicitaciones, me cabe el honor de renovar públicamente la apuesta del Cabildo de Gran Canaria por el transporte público de viajeros. Hemos avanzado gracias al compromiso de trabajadores y trabajadoras de las distintas empresas -que han confluido en Global como expresión de modernidad y servicio público- y por la continuidad de una política defendida por el Cabildo que considera la movilidad como un servicio esencial. Tenemos motivos para sentirnos orgullosos de la isla que estamos transformando entre todos y todas. Aspiramos a un futuro de progreso porque tenemos una historia de trabajo compartido. Gracias a quienes lo han hecho posible.

UNA CIUDADANÍA PARA EL CAMBIO

Sin ningún tipo de dudas contribuiría a que tuviéramos menos periodismo mercenario, menos partidos corruptos, menos recortes de derechos, libertades y servicios públicos… En definitiva, más democracia.

Oliver Goldsmith, ensayista del XVIII, nos dejó escrito que “mal le va al país, presa de inminentes males, cuando la riqueza se acumula y los hombres decaen”. Hace unos meses, Radio ECCA me invitó a participar con ellos en una jornada que convocaron para debatir los “Desafíos para la construcción de una ciudadanía global protagonista del cambio”. Acepté con  mucho interés participar en esta reflexión que hacían porque coincide con una preocupación personal creciente, que me ha acompañado en los 31 años de servicio público en las instituciones democráticas y se relaciona con objetivos del gobierno que presido en el Cabildo de Gran Canaria. Por eso creí y creo que es útil, actual y oportuna esa puesta en común. ECCA siempre con la educación, con la formación. Bastaría para valorarla la urgente necesidad que tenemos, como ciudadanos de este tiempo y de este lugar, de encontrar espacios para la reflexión sobre las prioridades y los objetivos sobre los que tenemos que trabajar para la mejora de la sociedad en un tiempo nuevo y que respondan a las inquietudes de una colectividad desconcertada por el agotamiento de los paradigmas tradicionales. Y más en estos momentos de alientos a la tiranía.


Vivimos en una sociedad radicalmente distinta a la de hace apenas 15 años. Los cambios económicos, sociales, tecnológicos, políticos, ideológicos son tan profundos que ya no estamos en una era industrial como ocurría hasta hace poco, sino en una humanidad, que en la incertidumbre, busca su caracterización: sociedad red como propone Castell, o sociedad del riesgo como avanza Ulrich Beck, sociedad globalizada en el análisis de Giddens, sociedad postindustrial de Touraine o Galbraith o la sociedad líquida de Zygmunt Bauman.

La propia diversidad de denominaciones habla de un tiempo en construcción, de un tiempo de cambio, de una transición a una sociedad que ya no es la que conocimos al nacer o al formarnos y que no terminamos de identificar. Entre otras cosas porque no hay consenso en establecer los elementos nucleares que nos caracterizan. Muchas de las cosas que nos están pasando ocurren porque hay poderes económicos nuevos, las multinacionales o la economía virtual, por ejemplo; situaciones políticas desconocidas como el neoliberalismo capitalista mundializado, presencia de medios de comunicación y conexiones como las que derivan de internet y las redes sociales que crean una realidad virtual que nos mediatiza; tecnologías que modifican el modelo de producción y las relaciones laborales.

Y en este contexto las ideologías que han explicado nuestra realidad social  y la organización de la sociedad, han quedado desactivadas por estos cambios y por los clamorosos fracasos de los modelos que se inspiraron en ellas. Habíamos consensuado unos valores para las sociedades democráticas desarrolladas, pero están en entredicho porque crece el individualismo, aumenta la fractura social y las desigualdades, repunta la pobreza, el consumismo se convierte en una nueva religión, el planeta se desangra en un cambio climático que amenaza la supervivencia. Se debilita el contrato social que inspiró los “estados de bienestar” y por tanto el papel redistribuidor del Estado pierde fuerza y legitimidad. Crece el divorcio entre el poder y la política, en expresión de Bauman, entre otras cosas porque el poder se desplaza hacia la esfera financiera y condiciona la acción de los gobiernos: “hoy tenemos un poder que se ha quitado de encima a la política y una política despojada de poder”. Es fácil entender las consecuencias sociales, éticas y de legitimidad democrática que esta realidad supone.

Esta nueva realidad plantea desafíos desconocidos y críticos para que prevalezca una orientación democrática, humanizadora, liberadora, frente a la lógica del lucro, del beneficio, de la superficialidad que todo lo banaliza. Este es el primer gran desafío, elegir una dirección inclusiva, sostenible, integral, frente a la lógica del mercado, del armamentismo y de las multinacionales. Y este desafío no se gana ni individualmente, ni solo en los despachos, ni solo con buenas intenciones.

Este desafío exige un análisis de la realidad muy riguroso y multidisciplinar. Tenemos que aprovechar todas las investigaciones de las ciencias sociales, medioambientales, humanísticas, tecnológicas y de la comunicación para definir las posibilidades, los riesgos y los recursos disponibles para decidir en cada momento y ante las distintas dimensiones, con fundamentos sólidos.

Pero además este diagnóstico tiene que ser participativo, abierto, colectivo porque así garantizamos que la implicación sea de la mayoría social, de la ciudadanía y no solo de las élites, de las minorías pensantes o dirigentes. En este nuevo horizonte, el sujeto tiene que incluir a toda la población que progresivamente conozca, valore, se implique, coopere, actúe y revise el proyecto. Y aquí cobra sentido el título de las Jornadas de ECCA:  desafíos para una ciudadanía global.

Porque las decisiones estratégicas afectan a los 7.600 millones de ciudadanos que habitamos este planeta y no podemos sustraernos a ellas. Esta influencia se ha visibilizado con claridad en los últimos diez años. Solo un par de ejemplos: salta la crisis económica por quiebras de bancos y aseguradoras de EEUU y el impacto se propaga en forma de crisis socioeconómica por todo el mundo. Nosotros seguimos afectados por esa quiebra. Empeora el cambio climático, aumenta el calentamiento global y se pone en riesgo al planeta. Nuestra forma de pensar, de hablar y de comunicarnos se altera por la irrupción de nuevos medios de comunicación y por redes sociales que producen otra forma de conocer, de interpretar  y de asimilar la realidad. Todos nosotros estamos bajo esa influencia.

Ante desafíos globales necesitamos respuestas sociales que cuenten con la participación activa de toda la sociedad. Lo contrario es retroceder a situaciones de vasallaje y no de progreso y calidad democrática. Pero además no resuelven el problema, porque los poderes multinacionales solo pueden ser contrapuestos por una sociedad informada y autodeterminada. Y es el único camino que nos aleja de la barbarie y la destrucción. La lógica económica sin rostro humano y sin prioridades sociales desconoce el precipicio y alienta la cultura de sálvese quien pueda.

Ya lo creo que tenemos desafíos. Desafíos sociales, económicos, políticos, morales, ideológicos. Y probablemente el mayor es el de convencernos que reconstruimos juntos o destruimos la única posibilidad de convivir como humanos. Es asunto de toda la sociedad. Es la hora de la ciudadanía. No podemos seguir siendo, como ha dicho  Rafael Argullol, una democracia de avestruces: “todos con la cabeza bajo el ala y, por supuesto, sin mirar nunca de frente”.

Cornelius Castoriadis en su obra “Detener el crecimiento de la insignificancia”, nos dice que frente a lo que llama el conformismo generalizado, en oposición al ejercicio de sus derechos y sus deberes democráticos y citando a Tucídides: “Hay que elegir: descansar o ser libre” y clama: “Ustedes no pueden reposar. No pueden sentarse frente al televisor. Ustedes no son libres cuando están frente al televisor. Ustedes creen que son libres haciendo zapping como imbéciles, ustedes no son libres, es una falsa libertad. Este es el gran problema de la democracia y el individualismo”.

Es el mismo camino que transita Félix Ovejero en “¿Idiotas o ciudadanos?”cuando manifiesta: “La democracia liberal nunca ha confiado en los ciudadanos (…) Sencillamente, el absentismo ciudadano forma parte del guión con el que se han diseñado las instituciones (…) Es lo previsto. La apatía o la falta de participación es más que un reto una solución a la exigencia liberal de preservar la libertad negativa(…) Lo malo es que el desinterés por la actividad pública parece traducirse en un empeoramiento de casi todas las sendas, de las condiciones en las que llevar a cabo cualquier plan de vida”.

Esta reflexión cívica desemboca en la necesidad imperiosa del cambio de modelo de sociedad. Considero que es cuestión de supervivencia. Pero al mismo tiempo debo ser honesto y compartir que no veo suficientes señales de la aparición de ese sujeto motor del cambio que es la ciudadanía global. Me temo que los poderes económicos capitalistas y multinacionales se han adaptado mejor a la nueva situación que los miles de millones de ciudadanos que vemos recortados nuestros derechos cívicos, socioeconómicos y medioambientales.

Pero debemos hacer de la necesidad virtud y aprovechar debates como el de Radio Ecca para abrir caminos para la construcción de ese sujeto crítico. Y sugiero cuatro aportaciones que nos permitan pasar de la melancolía a la acción: que hagamos una inmersión en la realidad para evitar confundirla con los deseos. Para conocer los factores económicos, sociales, políticos, tecnológicos o medioambientales que nos condicionan. Sin trampas. Pero al mismo tiempo sin claudicaciones, porque debemos relacionarnos con las nuevas utopías que alumbren un planeta humano, justo y sostenible; que huyamos de los tecnicismos que reducen el debate a la minoría formada y al mismo tiempo de la política. Es tiempo de definir prioridades que es la gran tarea de la acción pública; que participemos en acciones organizadas que nos identifiquen con el sujeto global de cambio. Que supere el individualismo y afiance redes sociales de transformación; que construyamos una cultura de la emancipación y la solidaridad como alternativa a la cultura homogeneizadora y subalterna. Sin ningún tipo de dudas contribuiría a que tuviéramos menos periodismo mercenario, menos partidos corruptos, menos recortes de derechos, libertades y servicios públicos… En definitiva, más democracia.

 

LA CORRUPCIÓN Y LA PATRIA

Al PP se le llena la boca diciendo que siempre hay que actuar de acuerdo con la Constitución y con las leyes. ¿En qué parte de ellas se permite el robo?

El intento de la Generalitat catalana de alcanzar la independencia le ha venido muy bien al PP para ocultar sus miserias. Un amplio sector de la ciudadanía ha visto nacer o renacer su fervor patrio y ha blandido la bandera rojigualda como reafirmación de sus deseos de unidad frente al desafío independentista catalán y en el fragor del momento ha olvidado que la Patria es también impedir que se esquilme al Estado llevándose el dinero para los paraísos fiscales para no pagar impuestos que ayudarían a levantar su país (en estos días hemos conocido una nueva lista de defraudadores) o que se sigan abriendo brechas de desigualdad social… Y, por supuesto, no aceptar que nos roben. Que la corrupción no campe a sus anchas por el corazón del Estado. Que la Patria no se construya sobre la corrupción. Pero no salimos a la calle para denunciarlo, ni votamos en consecuencia, ni utilizamos las banderas para expresar nuestra repulsa… Como si no fuera con nosotros. Ni con la Patria.

Lo cierto es que, difuminados tras las constantes informaciones, debates, tertulias y demás…sobre Cataluña y su proceso independentista, esta semana hemos conocido datos, que han pasado muy pero que muy desapercibidos, sobre la podredumbre que anida en el seno del PP. La fiscal anticorrupción Concepción Sabadell afirmó el pasado 24 de octubre, en el juicio del caso Gürtel, que “la existencia de la “caja B” del PP” ha quedado “plena y abrumadoramente acreditada” tras la vista oral, que comenzó en octubre de 2016. Y remarcó la idea de que el partido, como persona jurídica, obtuvo  beneficio de los delitos atribuidos a la red corrupta de Francisco Correa. La fiscal repitió no menos de cinco veces en su alegato que esa “caja B” ha quedado “plena, abrumadora y constantemente acreditada”. Aunque la contabilidad paralela va a ser objeto de otro juicio, todavía pendiente de fecha, Sabadell recordó que en esta vista oral era “necesario y fundamental” estudiar su existencia.

También el inspector jefe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional que investigó el caso Gürtel, Manuel Morocho Tapia, ha sido claro en la Comisión del Congreso que investiga la financiación ilegal del PP celebrada la semana pasada, afirmando que Mariano Rajoy y el conjunto de los secretarios generales del PP recibieron «indiciariamente» dinero de la “caja B” del PP. A preguntas de la diputada de Unidos Podemos, Carolina Bescansa, Morocho aseguró que existen «indicios» de que la estructura del PP «respondía al perfil de una organización delictiva» por sus operaciones en la trama Gürtel, que además calificó como «corrupción en estado puro”.

Durante su intervención, Bescansa le preguntó por los receptores de pagos de la caja B que aparecen en los papeles de Bárcenas: «¿Se encuentra en esa relación el señor Trillo?», le preguntó Bescansa. «Sí», respondió escuetamente Morocho. «¿El señor Álvarez-Cascos?», continuó la diputada. «Indiciariamente, sí». «¿El señor Mariano Rajoy?». «Indiciariamente, sí». «El conjunto de los secretarios generales del Partido Popular». «Indiciariamente, sí». «El señor Arenas». «Indiciariamente, sí»… Morocho lamentó las presiones y querellas con las que se trató de «desestabilizar» esta instrucción y reconoció que echa en falta la creación de «un organismo central de lucha contra la corrupción» que permita ganar en eficacia en las investigaciones judiciales. También  recordó las siete querellas que interpusieron contra él diferentes dirigentes del Partido Popular descontentos con la investigación desarrollada por la UDEF en el marco del caso Gürtel.

En estos días hemos visto también como se suceden las declaraciones de empresarios relatando como pagaban sus comisiones del 3 % en Génova; hemos escuchado las conversaciones inmorales de Ignacio González y Zaplana y hemos sido testigos de como el PP, su tesorera, su máximo responsable jurídico y su jefe de informática tendrán que sentarse en el banquillo por el supuesto borrado de los discos duros de los ordenadores del ex tesorero Luis Bárcenas. Será la primera vez que un partido político se siente en el banquillo en España como “supuesto autor de un delito criminal”.

Pero para el PP, y a tenor de lo sucedido para buena parte del país, esto no va con ellos. No podemos olvidarnos de que Mariano Rajoy se zafó, durante su declaración de casi dos horas en el juicio de la primera etapa de Gürtel en la Audiencia Nacional, de cualquier responsabilidad o mediación directa en la proliferación de esa trama durante años en el PP. Esgrimió en su defensa que él solo marcaba las directrices políticas, no contables. A tenor de las afirmaciones de la fiscal anticorrupción y el inspector de la UDEF, nos ha estado mintiendo todo el tiempo. Lo explica muy bien Joaquín Estefanía en “La paradoja del mentiroso” cuando señala que el grado de tolerancia con respecto a la mentira es un indicador barométrico de la calidad de la democracia, y se apoya en Paolo Flores D’ Arcais cuando asegura que la aniquilación de la verdad y la aniquilación de la democracia caminan al mismo ritmo, constituyen dos indicadores recíprocos y convergentes: las libertades públicas y las mentiras políticas circulan de forma inversamente proporcional. 

Y esto es serio. Es muy serio. Pero no es lo más grave. En los últimos años el PP ha extendido la corrupción por las entrañas del poder. Ha contaminado gravemente la democracia. Ha sembrado de prácticas corruptas toda la geografía del Estado: Andratx, Baltar, Acuamed, Bankia, Brugal, Bárcenas, Fabra, Barberá, Púnica, Gürtel, Hügel, Naseiro, Palma Arena, Taula, Faycan, Caso Eólico…

Nadie pide perdón, nadie asume responsabilidades políticas y éticas, nadie dimite. La corrupción y el fraude se han instalado en el cuerpo social y amenazan con arrastrar hasta el abismo y subvertir la esencia de la democracia y todo el mundo mira para otro lado y se nos intenta vender la idea de que los que han provocado esta situación son la única opción  de gobierno. Y una buena parte de la sociedad hace oídos sordos. Y no lo considerara un valor de la Patria. No se les puede permitir que nos gobiernen desde la premisa de las mentiras, la corrupción y el mercadeo con las instituciones y los dineros públicos. Así es imposible que un país pueda afrontar su futuro en paz, libertad y progreso.

Para el profesor Gonzalo Gamio (Tomar la corrupción en serio) “la lucha contra la corrupción y la impunidad requiere de instituciones democráticas sólidas, pero también, de un sentido fuerte de ciudadanía (…) Sin ciudadanos vigilantes –y habría que agregar, sin vecinos, trabajadores, consumidores, estudiantes y feligreses vigilantes- la corrupción y el autoritarismo prosperan sin resistencia alguna, en todas sus formas y contextos” y cita a Cicerón cuando señala en “Los oficios” que las personas pueden obrar injustamente de dos maneras: Activamente -cometiendo el delito-  o pasivamente que es cuando se mira para otro lado a causa de la desidia, el temor, la indolencia o la complicidad.

El filósofo francés André Glucksmann asegura que el siglo XXI va a estar protagonizado por una lucha entre la democracia y la corrupción. Me temo que estamos inmersos en esa guerra y que nuestras élites políticas y financieras no tienen clara la opción. Desde luego, no parecen ser ellos los que estén dispuestos a regenerar la democracia. Aunque se les llene la boca diciéndonos que no tolerarán la corrupción, que luchan contra la corrupción.  Timothy Snyder (Sobre la tiranía) nos advierte que “la democracia fracasó en Europa en las décadas de 1920, 1930 y 1940, y hoy en día está fracasando no solo en gran parte de Europa sino en otros muchos lugares del mundo. Esa historia y esa experiencia son las que nos revelan el sombrío espectro de nuestros posibles futuros”.

Para Joaquín Estefanía, “la corrupción estructural es un delito de lesa democracia, porque aquellos que tienen la obligación y el derecho de hacer las leyes (los partidos y su entorno) tienen el deber de cumplirlas y hacerlas cumplir; porque quien obtiene financiación irregular arremete tramposamente contra el principio de igualdad de oportunidades, utilizando además dinero público; porque la financiación ilegal, al no figurar en la contabilidad oficial del partido que la ejerce, no puede estar sujeta al control social ni al control interno de la formación que supuestamente se beneficia de tan atípicos ingresos”.

Y cuando esto sucede y se demuestra ¿no se atenta acaso contra la Patria que dicen defender? Al PP se le llena la boca cuando se refiere a Cataluña diciendo que siempre hay que actuar de acuerdo con la Constitución y con las leyes. ¿En qué parte de ellas se permite el robo a la Patria?  Snyder dice que “un patriota quiere que la nación esté a la altura de sus ideales, lo que implica pedirnos que seamos la mejor versión de nosotros mismos (…) Un patriota tiene unos valores universales, unos estándares con lo que juzga a su nación, deseándole lo mejor- y deseando que las cosas le vaya aún mejor…”. Y no parece que eso se consiga utilizando prácticas corruptas para financiar un partido o mirando para otro lado cuando sucede.

PARTICIPACIÓN CIUDADANA Y DEMOCRACIA

Solo con la implicación de todos y todas podremos lograr que Gran Canaria,  también al hablar de democracia,  sea una isla de primera.

Esta semana inauguramos en el Cabildo de Gran Canaria la “Iª Conferencia sobre Democracia y Ciudadanía”, un espacio que pretendemos se convierta en un referente en Canarias para el debate sobre la inclusión de la participación ciudadana en el desarrollo de las políticas públicas. Con este foro respondemos a una creciente demanda de la sociedad por participar de manera activa en los asuntos públicos, más allá de los cauces tradicionales de participación en la vida política.

 

En nuestro programa de gobierno nos comprometimos a fomentar la participación ciudadana y  ya en mi discurso de investidura insistí en denunciar que uno de los problemas políticos de nuestra época es el secuestro de la democracia por parte de los que se dedicaron a saquear las arcas públicas nada más llegar al poder. Además de esa ruptura en el eslabón de la representación popular dije que había otra importante: la quiebra de todas las vías de participación ciudadana. Señalé que “la democracia ha sido despojada de todos sus atributos para verse convertida en el mero acto de depositar el voto una vez cada cuatro años”, (hoy tendría que añadir una vez cada seis meses por la resignación y el cainismo de las fuerzas progresistas). Añadí en el discurso que “sostengo que nuestra democracia está en vías del secuestro absoluto y que nuestra sociedad debe reaccionar para recuperar el terreno perdido. Tenemos que propiciar que la gran mayoría se inquiete por lo que importa”.

Desde el área de Participación Ciudadana del Cabildo (creada por primera vez por el actual gobierno progresista y que dirige Juamma Brito) se hizo un diagnóstico de la situación en los 21 ayuntamientos de Gran Canaria y se vio que desgraciadamente son muy pocos los municipios que cuentan con reglamentos de participación ciudadana y que en las últimas décadas hayan realizado asambleas vecinales cada año para debatir las políticas municipales. Vengo de una tradición política de participación vecinal en el ámbito municipal. Y estoy convencido de que esta es la senda por la que debemos seguir transitando. Y aceptar, además, que los tiempos han cambiado y las nuevas tecnologías y las redes sociales nos permiten incorporar recursos que pueden avanzar en la democracia directa.

Pero no es suficiente con la voluntad política que estamos demostrando con nuestro trabajo en este primer año de gobierno, hay que contar con recursos humanos, con formación del personal, con cambios de actitudes tanto en las administraciones públicas como en la ciudadanía. El filósofo Josep Ramoneda, en el artículo “Democracia descafeinada”, defiende que hay que “evitar que las fracturas de diversa índole: generacionales, culturales, laborales, territoriales, económicas y morales, se enquisten y conduzcan inevitablemente al autoritarismo posdemocrático, en que la política quede reducida a la función de policía al servicio de intereses de unos pocos convertidos en intereses generales a través de nuevas formas de violencia”. El intelectual catalán dice que “si la política democrática debería ser el poder de los que no tienen poder, ¿qué proponen nuestros candidatos para poner límites al enseñoramiento del poder financiero sobre nuestras sociedades? Y si el universo digital es el futuro: ¿Cómo se afronta la educación para evitar un nuevo analfabetismo y qué se hace para impedir que en nombre de la transparencia se rompan los muros del espacio privado?”

Internet es una potente herramienta para el desarrollo y la comunicación, pero tiene sus inconvenientes. Por eso en esta I Conferencia Anual sobre Democracia y Ciudadanía, que comenzó esta semana, planteamos reflexionar sobre “Internet y el futuro de la democracia”. Hemos escogido este tema porque una de las apuestas más fuertes de este gobierno va a consistir en la puesta en marcha de una herramienta de participación digital que va a suponer un antes y un después en la manera en la que la ciudadanía se relacione con la institución.

Pero todo este proceso corre el riesgo de fracasar sin la implicación y la reflexión conjunta con la sociedad civil. Internet no es neutra. De hecho, la mayor parte de las herramientas que utilizamos habitualmente, a las que incorporamos nuestros datos personales, pertenecen a grandes corporaciones multinacionales que no dudan en venderlos a otras empresas o incluso a gobiernos. Muchas de las personas que hemos invitado a este foro tienen una visión crítica de internet, nos ayudan a ver las ventajas de la red a la hora de abrir cauces a la participación y a la movilización social, pero también a tener presente quiénes están detrás de internet y sus intereses por controlar los datos personales, uno de los grandes negocios del siglo XXI que se realiza a costa de nuestra intimidad.

La coordinadora del área de investigación sobre Internet, Política y Procomún en la Universidad Autónoma de Barcelona,  Mayo Fuster,  y el catedrático en Ciencia Política, Joan Subirats, consideran que “No hay esfera social, económica o política en la que Internet no tenga un papel significativo y esté transformando las condiciones en las que antes se operaba”. En un artículo titulado “Gobierno abierto y políticas públicas” defienden que “Los retos en el escenario de la gestión pública están muy relacionados con los temas de transparencia, control y evaluación desde una perspectiva ciudadana y no estrictamente interinstitucional. La palanca de cambio del funcionamiento de las Administraciones Públicas no está en la mejora interna de su funcionamiento, por importante que ello sea, sino en su capacidad de servir y responder a las necesidades públicas; y para ello transparencia, control y evaluación resultan estrategias imprescindibles.”

En esa línea estamos trabajando desde el gobierno del Cabildo de Gran Canaria. Queremos que la unidad de Participación Ciudadana se convierta en un referente para el resto de instituciones y esté en permanente diálogo con la sociedad civil. En su primer año, además de organizar diversas acciones de sensibilización y empoderamiento con los hombres y mujeres de esta isla y los ayuntamientos, hemos puesto en marcha un plan de subvenciones específico para promover proyectos de participación ciudadana. Vamos a presentar a todos los grupos políticos de la corporación el primer reglamento de participación ciudadana para recabar sus aportaciones. Quiero aprovechar este artículo para invitar a todos los ciudadanos y ciudadanas a implicarse en las organizaciones sociales, vecinales, políticas, sindicales, empresariales, en los órganos de participación de los ayuntamientos…

Frente al discurso nada inocente que repite: “todos los políticos son iguales”, “soy apolítico” o “no me interesa la política” (Franco decía, “hágame caso, no se meta en política”), proponemos el empoderamiento ciudadano, porque la alternativa es dejar que tomen las decisiones por nosotros determinadas élites que defienden solo sus intereses. Como dijo el escritor Antonio Lozano en el discurso que pronunció cuando recibió el premio “Ser Canario” de la Cadena SER: “La democracia nos está siendo secuestrada. Si algo ha dejado claro esta crisis, es que quienes la han gestionado se han puesto al servicio de los verdugos y no de las víctimas. Han dejado de ejercer el poder que emana de las urnas, puesto que actúan en contra de quienes los han elegido. Han convertido el mundo en un galimatías indescifrable y han contribuido a abrir más y más la brecha entre los que todo lo tienen y los que nada poseen.”

Nuestra apuesta por la participación ciudadana en el Cabildo va más allá de la utilización de las nuevas tecnologías para las gestiones que tienen que ver con la corporación insular. Lo que pretendemos es que la ciudadanía participe en las decisiones que nos afectan. Solo con la implicación de todos y todas podremos lograr que Gran Canaria,  también al hablar de democracia,  sea una isla de primera.