Portada Antonio Morales


REPENSAR Y REGENERAR CANARIAS (y 3)

En esta serie de artículos, agrupados bajo el epígrafe común Repensar y regenerar Canarias, he defendido unas Islas de la equidad y de las oportunidades, fundamentadas en el autogobierno, en la descentralización y en la implementación de políticas al servicio de la mayoría social. Y una de las grandes oportunidades de esta tierra, a menudo infravalorada, es la de ser un archipiélago estratégicamente situado y con una naturaleza incomparable. Una de las grandes fortalezas la constituye su medio natural. Afortunadamente, cada vez más población así lo entiende y la propuesta de ecoisla que defendemos va recibiendo más apoyo transversal.

El empresariado con más visión reconoce en la sostenibilidad un elemento de enorme atractivo para las poblaciones europeas sensibilizadas que nos visitan. Pero también se implican los investigadores e investigadoras que descubren en nuestros endemismos, en las reservas de la biosfera o en los parques naturales, una oportunidad de conocimiento y conservación. Y un movimiento ecologista cada vez más integrador, más amplio y con más arraigo en la ciudadanía, demanda el cuidado de nuestra flora, de la costa, de las especies protegidas… de la biodiversidad  en general.

Nuestra condición insular y nuestra posición geográfica comportan límites que hemos desdibujado o despreciado, y tenemos que asumirlos seria y profundamente. Nuestro territorio es limitado y ya soporta una enorme carga. Tenemos que impulsar un desarrollo auténticamente sostenible, alternativo, creador de bienestar y defensor de lo público, del patrimonio común.

Y la sostenibilidad nos lleva de la mano a la soberanía alimentaria, energética o medio ambiental. Nos obliga a ser muy cautos con el uso de nuestro territorio y de nuestros limitados recursos naturales. Nos fuerza a mejorar nuestros niveles de autonomía energética. Además, como sociedad no podemos estar ajenos a los compromisos con la sostenibilidad del planeta y a evitar el calentamiento global. Los cambios climáticos nos están afectando y debemos aplicar de forma contundente todas las directrices que marcan las cumbres del clima.

El calentamiento global ha venido para quedarse. El cambio climático no está esperando a que nos lo tomemos en serio. La inacción es una forma de destruir nuestro propio futuro. No podemos ya evitar el calentamiento, pero cada vez se nos está haciendo más tarde para reducir su dimensión y sus efectos. Somos islas y vivimos del turismo, ¿qué más necesitamos para implicarnos seria y decididamente en la lucha contra el cambio climático?

Las oportunidades que nos brindan los avances tecnológicos para la eficiencia energética, y el aprovechamiento de las energías renovables, tanto en nuestro suelo como en el mar, así como los sistemas inteligentes de gestión de redes energéticas, van a facilitar de manera considerable la disminución de  nuestra dependencia energética exterior de fuentes fósiles. Lo repito alto y claro: la introducción del gas es situarse en el pasado y forjar una nueva dependencia. Y frenar la penetración de las renovables, que son el futuro y la base de nuestra soberanía energética. Y obstaculizar la democratización de la energía.

Nuestras políticas deben orientarse a acelerar el proceso de implementación de estas tecnologías energéticas y concentrar nuestros esfuerzos en resolver todos los problemas regulatorios que están impidiendo su avance.

La soberanía alimentaria tiene que dinamizar todo el sector rural. Tenemos que recuperar el mercado de 4 millones y medio de turistas en la isla o de 16 en el archipiélago para aumentar el consumo de nuestros productos agrícolas y ganaderos. Tenemos mercado, tenemos territorio, clima y tecnología suficiente. Y productos de gran calidad. Debemos reforzar el apoyo institucional para que la población encuentre aliciente en la regeneración de nuestro sector primario.

Tenemos que reequilibrar y dinamizar nuestra realidad canaria. Pero parte de lo que nos pasa tiene su origen en una desconsideración del Estado con Canarias. Si analizamos esta relación desde la etapa predemocrática, debemos recordar que incluso sin morir Franco se rechazó la propuesta del REF.

La relación de Canarias con el Estado fue singular desde el mismo momento de la conquista. Primero fue el privilegio de franqueza de 20 de enero de 1487, que otorgó a Gran Canaria una exención durante veinte años de la gran mayoría de los tributos que componían la Hacienda real. Esa franqueza pasó a perpetuidad en 1507. Con posterioridad se instaura el Régimen de Puertos Francos y a partir de 1972 el Régimen Económico y Fiscal. Quiero destacar que se reconoció nuestra singularidad desde el primer momento de la conquista y nunca fueron sistemas gratuitamente concedidos sino duramente batallados.

Y en esas volvemos a estar. La mejor demostración del desinterés, del desconocimiento que el Estado muestra por Canarias es que solo existimos cuando parlamentariamente somos imprescindibles. Al amparo de la crisis económica, el Estado ha incumplido convenios, mandatos legales como la financiación autonómica o las inversiones en Canarias que deben estar en la media del Estado. Las inversiones del Estado deben estar situadas al menos en la media del conjunto de las comunidades, además de las que se contemplan para compensar el hecho insular. En esas exigencias de NC al Estado, como en otras en el ámbito europeo, coincidimos con CC, pese a las grandes diferencias que mantenemos en la política canaria.

Debemos, asimismo, ser más exigentes con nosotros mismos. Debemos reivindicar un tratamiento justo y una distribución justa de los recursos, pero eso se tiene que traducir en saber dar respuestas a las demandas de nuestra sociedad y resolver los problemas que acucian a nuestra tierra.

Además, debemos consolidar nuestra consideración de Región Ultraperiférica de la UE. Estando atentos a que los fondos destinados a estas regiones se puedan ver afectados por el Brexit o por la incorporación de estados con renta inferior a la media europea… Pero se debe cumplir. Como señaló recientemente Corina Cretu, comisaria europea de Política Regional: “Canarias debe probar que los actuales fondos para las RUP son usados de manera efectiva en el terreno y que los proyectos financiados contribuyen de manera significativa al desarrollo socioeconómico de estas regiones. Es la mejor manera de demostrar que las políticas de cohesión en Canarias son necesarias, que es útil y que debería continuar. Es importante demostrar el valor añadido de la política de cohesión, que aporta resultados concretos a la gente.”

Concluyo. Esta es la Canarias que podemos y debemos repensar y regenerar con la implicación de toda la sociedad que comparte este deseo de esperanza y a la vez de urgencia. Hay camino, hay proyecto, hay equipos, hay personas. Queremos una Gran Canaria que contribuya decisivamente al desarrollo de Canarias desde el impulso económico, la solidaridad, la innovación, la creatividad, la sostenibilidad y la cooperación. Esta Isla no quiere renunciar a su papel histórico de motor económico, cultural y social de Canarias. Tenemos un modelo y un proyecto para defenderlo. Tenemos una concepción de País Canario a la que no renunciamos.

Renuevo continuamente la esperanza. No me siento, no nos sentimos solos. Resulta imprescindible para persistir en la construcción de un proyecto de transformación en el que creemos firmemente. Lo dije en mi discurso de investidura. Lo sigo reiterando. Es una tarea de todos y de todas. Asumiendo, cada uno en su ámbito, el compromiso de regeneración que Canarias nos demanda. Desde el autogobierno y la vertebración territorial y social. Desde una economía para superar las desigualdades. Desde una Canarias equilibrada y sostenible.

REPENSAR Y REGENERAR CANARIAS (2)

Debemos desarrollar nuevos sectores productivos que contribuyan a aumentar la productividad y la diversificación económica.

En un primer texto abordé la situación política canaria, su dimensión territorial y social, los déficits del autogobierno y el maltrato estatal. Me detendré ahora en la estructura económica. En las propuestas para una nueva economía que contribuya a superar las desigualdades. Lo hago en un momento en que asistimos a síntomas de recuperación económica impulsados por datos históricos de ingresos y ocupación turística y por un repunte del consumo. Empezamos a superar la lacra de la burbuja inmobiliaria, con los excesos en la política bancaria, resueltos con daños para pymes y ahorradores, así como con un cierre total de créditos. Y con el añadido de la parálisis en la inversión pública. Y de un ataque brutal a lo público para desacreditarlo, para justificar su privatización…


En mi opinión, contamos con dos fortalezas relevantes para avanzar hacia la diversificación productiva. Por un lado, disponer de una economía más capitalizada, entre otros factores por los recursos de la Reserva de Inversiones (RIC) y del conjunto de incentivos del REF. Y, por otro, el enorme capital humano creado en los últimos 20 años que es la base para la iniciativa individual, la innovación tecnológica y la generación de pequeñas y medianas empresas. Para la nueva economía.

Defiendo una propuesta canarista. El nacionalismo canario de progreso tiene tres virtualidades: es reivindicativo ante el Estado, prioriza la lucha por la igualdad social y la defensa del territorio, y busca el equilibrio entre todas las islas. Reitero que creo en el patriotismo del medio ambiente y la solidaridad.

El modelo Administrativo de Canarias debe reformarse. Preservando para la Administración Autonómica todas aquellas competencias relacionadas con la financiación y prestación de las áreas vinculadas al Estado del Bienestar y descentralizando en las Administraciones insulares y locales todas las competencias y servicios cercanos a la ciudadanía. Acompañado todo ello de un apropiado marco regulatorio de financiación equitativa y de gestión.

Propugno, además, el compromiso con unas finanzas públicas sólidas y saneadas. Esencial para desarrollar hoy políticas de gasto sostenibles y, también, para estar preparados ante coyunturas económicas desfavorables en las que sea preciso afrontar políticas expansivas de gasto público.

También creo que debemos apostar por la innovación en la gestión pública y dignificación de esta y del funcionariado, elementos claves para el funcionamiento de las instituciones, de la sociedad y de la economía. La política del Gobierno central del PP ha consistido, con la excusa de la crisis, en un desmantelamiento de los sistemas públicos de gestión, por la prohibición de contratación o de dotación de las necesidades en administraciones saneadas. Y sin personal no hay empresa que funcione. Tampoco la administración pública.

La gran señal de la regeneración es la transformación de las desigualdades sociales. Necesitamos impulsar dinamismo económico y redistribución social. La gran tarea pública es la suficiente dotación de los cuatro grandes servicios: la sanidad, la educación, la dependencia y las pensiones. Pero la cohesión social nace también de unos salarios dignos, de un empleo estable, de un parque de viviendas accesible, de una formación profesional generalizada.

En ese sentido, considero esencial la creación de la Renta Básica Canaria, que garantice un ingreso mínimo a las unidades familiares. Un antídoto contra la pobreza y la exclusión social que ya está en funcionamiento en varias comunidades, siendo un referente la Renta de Garantía de Ingresos en el País Vasco.

Una sociedad justa requiere una economía competitiva. Y esta propuesta que desgrano rechaza la posición neoliberal que afirma que son postulados contradictorios. Una economía dinámica supone reforzar los sectores que proporcionen mayor valor añadido a las islas y pueden ser palancas para generar nuevo empleo. La mejora de nuestra competitividad tiene que estar basada en nuestras potencialidades (localización, especialización, recursos naturales, talento joven y fiscalidad) y en el aprovechamiento de las oportunidades que proporciona la economía global.

Este reto requiere de esfuerzos en diversos vectores, tanto en lo concerniente a los factores productivos como a los relacionados con el entorno en el que se desarrollan las actividades económicas.

El turismo y el ocio van a continuar siendo sectores clave en el crecimiento económico y de empleo de Canarias. Para ello hay que insistir en la calidad y la diversificación de la oferta, como elementos esenciales para fidelizar y mejorar el valor añadido de nuestro destino. Creo necesaria la Tasa Turística que defiende Nueva Canarias y que funciona perfectamente en otras comunidades españolas o en distintos países. Debe tener carácter finalista. Debe estar controlada y dirigida desde el ámbito público y el privado.

Pero, asimismo, debemos desarrollar nuevos sectores productivos que contribuyan a aumentar la productividad y la diversificación económica. Entre otros, la industria del software, los servicios marítimos y off-shore, la astrofísica, las energías renovables, la biotecnología marina, la industria audiovisual y de contenidos digitales podrían ser ejemplos de ello.

Un sector que debemos considerar preferente es el de la “economía azul” o las actividades marítimo-marinas. Gran Canaria reúne todas las condiciones para ser un centro de referencia español e importante en la UE en ciencias marítimo-marinas, como lo demuestra la existencia de la PLOCAN, el  Banco Español de Algas, el Instituto Universitario de Acuicultura Sostenible y Ecosistemas Marinos, Instituto Universitario de Oceanografía y Cambio Global, el puerto de Taliarte, etcétera. Además, el puerto de Las Palmas, uno de los más importantes de España en cuanto a transportes de mercancías, dispone, asimismo, de las mejores instalaciones de reparación de barcos y plataformas del Atlántico Medio.

Igualmente los sectores de la biotecnología y la biomedicina tienen una enorme potencialidad. El Cabildo de Gran Canaria intensificará su apoyo y trabaja en varios frentes en estos momentos para afianzar este modelo. La Sociedad de Promoción Económica de Gran Canaria (SPEGC) es un gran instrumento de impulso y colaboración.

Somos conscientes de que la inseguridad jurídica está limitando la inversión empresarial. Creo que la inseguridad jurídica y la baja eficacia administrativa en la gestión urbanística y tributaria nos están restando bastantes puntos de competitividad. Por ello todas las instituciones debemos abordar de una manera decidida y clara un esfuerzo por mejorar la calidad y seguridad del sistema jurídico que regula las actividades económicas y empresariales. Es obvio que esto difícilmente se puede conseguir recortando a la administración pública.

Considero, además, que la consolidación de los incentivos fiscales a la inversión empresarial y a la creación de empleo deben estar en nuestra agenda de prioridades para la próxima década.

Por último, la respuesta educativa a las demandas del nuevo sistema productivo tiene que ser más eficaz; tenemos que buscar nuevos cauces para que la formación profesional, la formación continua y la formación universitaria provea de los profesionales que los nuevos sectores y servicios productivos van a demandar. Además, esta respuesta educativa debe animar a muchos de nuestros jóvenes a convertirse en innovadores empresariales y sociales. Y a no dejar de ser críticos, a no perder las imprescindibles referencias humanistas.

Todas estas propuestas, planteadas aquí de forma necesariamente resumida, deben tener como marco referencial una Canarias equilibrada y sostenible. A ello dedicaré la próxima entrega de Repensar y regenerar Canarias.

EL DAÑO DEL INSULARISMO

Me inicié en la política canaria en Roque Aguayro y desde esa pequeña fuerza política hemos transformado Agüimes

El nacionalismo canario reconoce a la figura de Secundino Delgado como uno de sus fundadores. Secundino fue un hombre progresista que junto a José Cabrera Díaz (el fundador del Partido Nacionalista Canario) representan la primera etapa del nacionalismo canario vinculado a la emigración isleña en América. Después vino el Movimiento Canarias Libre a principios de los años 60 del siglo pasado. Con las primeras elecciones democráticas la Unión del Pueblo Canario se convirtió en la principal referencia institucional del nacionalismo de izquierdas. En todas esas etapas, el nacionalismo canario siempre ha defendido la unidad de las islas, frente al pleito insular promovido por las burguesías de las islas capitalinas que solo ha tenido éxito electoral y expresión institucional con la creación de la Agrupación Tinerfeña de Independientes por los náufragos de la Unión de Centro Democrático. ATI se federó a partidos insularistas que se crearon en otras islas y constituyeron la Agrupación de Independientes de Canarias, que nunca logró representación institucional importante en Gran Canaria.

En Gran Canaria siempre ha predominado el nacionalismo frente al insularismo. Además de la UPC, en algunos ayuntamientos como Agüimes, Santa Lucía, Telde o Valsequillo lograron las alcaldías grupos independientes que venían del movimiento vecinal o colectivos culturales que apostaban por el nacionalismo progresista, que  siempre ha defendido el autogobierno y la unidad de las islas. El 22 de junio de 1979 Roque Aguayro aprobó en el pleno del Ayuntamiento de Agüimes una moción solicitando la constitución de la Comunidad Autónoma Canaria por la vía del artículo 151 de la Constitución (a la que se acogieron Euskadi, Cataluña, Galicia y Andalucía), pero desde la UCD (los padres del PP y de ATI-AIC) impusieron la vía lenta del artículo 143. Me inicié en la política canaria en Roque Aguayro y desde esa pequeña fuerza política hemos transformado Agüimes, pero también hemos defendido un discurso para Canarias basado en postulados progresistas y en la defensa de la unidad de las islas.

 

Otros se definen ahora nacionalistas pero su trayectoria política es claramente insularista y pleitista. Nadie se puede definir nacionalista canario y defender la desigualdad y el enfrentamiento entre las islas. Además de las desigualdades sociales, en Canarias sufrimos una grave desigualdad política: nuestro sistema electoral. El catedrático de Ciencias Políticas de la Universidad Autónoma de Madrid, José Ramón Montero, declaró hace unos días en el Diario de Avisos que el sistema electoral canario “es extravagante por su desigualdad extraordinaria en el valor del voto de ciudadanos que viven en islas diferentes”. Según Montero el sistema electoral canario “parece desnaturalizar por encima de lo tolerable el principio de igualdad de sufragio y rebasa los límites constitucionalmente admisibles”.

Los que se han beneficiado de este déficit democrático, Coalición Canaria, no van a cambiar un sistema que les beneficia. Y el colmo de esas políticas ultrainsularistas del todavía presidente Fernando Clavijo ha sido el intento de la aplicación de este sistema electoral a la propuesta de reparto de los fondos del antiguo IGTE (ahora llamados Fdcan) que ha provocado una crisis interna del Gobierno canario y una división sin precedentes en la Fecam y la Fecai, además de un enfrentamiento con las universidades, los sindicatos y casi todos los partidos políticos del arco parlamentario. El penúltimo esperpento lo vimos el pasado lunes en el Parlamento canario cuando varios presidentes de cabildos se atrevieron a reprocharle a los diputados autonómicos que hayan cumplido con su deber: presentar enmiendas a los presupuestos autonómicos. Los presidentes de cabildos, aliados con Fernando Clavijo y liderados por Casimiro Curbelo (que con un 4,45% de los votos se ha convertido en el político más influyente de toda la nacionalidad canaria), se saltaron el orden del día y desobedecieron a la presidenta del Parlamento. Un espectáculo que tenía como único objetivo defender el reparto de los fondos del Fdcan que se aprobaron por la mitad del Gobierno canario desoyendo a la mayoría de las organizaciones representadas en el Comité Asesor que había montado Clavijo para avalar sus criterios.

En una semana frenética de reuniones en Madrid y en Canarias, en las que se ha hablado de una posible moción de censura a Clavijo, con el PP convertido en el novio o novia de todas las bodas, el partido que ahora lidera Asier Antona se enmendó a sí mismo este jueves en el Parlamento y rompió el acuerdo que había votado con el PSOE y Nueva Canarias el pasado 9 de diciembre, cuando estos tres partidos enmendaron los presupuestos para destinar 90 millones del Fdcan a Sanidad, Educación y Servicios Sociales. A pesar de prodigarse en numerosos programas de radio y hacer declaraciones en los periódicos, Asier Antona no ha sabido explicar qué hay detrás de ese bandazo, por qué el PP vuelve a dar marcha atrás  y apoya junto a CC y al partido de Casimiro Curbelo que se reparta el 58% del Fdcan con los criterios del REF y el 42% con “criterios de doble insularidad y en base a la necesaria financiación de proyectos singulares”. ¿Quién decide esa singularidad? ¿Acaso la singularidad será que nuevamente tres cabildos y un ayuntamiento se llevarán más dinero del que han solicitado? ¿Será singularidad premiar a los 3 municipios grancanarios que se desmarcaron de los otros 18 municipios que rechazaron los criterios de la triple paridad?

Desde luego que premiar a algunos ayuntamientos financiando la construcción de dos aparcamientos y llamar a eso “fondo de desarrollo para diversificar la economía” es algo muy singular. Yo diría que es una actitud política singularmente clientelar. Y decir en el Parlamento, como dijo Clavijo esta semana, que “84 de los 88 ayuntamientos están de acuerdo en el reparto del Fdcan” es una singular mentira, que ignora a los 18 ayuntamientos grancanarios que se pronunciaron públicamente en contra en una reunión en el Cabildo de Gran Canaria. Pero ya estamos acostumbrados a que Fernando Clavijo ignore a las instituciones de esta isla.

 

El reparto del Fdcan promovido por Clavijo es solo la gota que colma el vaso en una legislatura marcada por los enfrentamientos institucionales promovidos desde la presidencia del Gobierno canario. El balance es tan desolador como dañino es el ultrainsularismo para nuestra tierra con propuestas como la Ley del Suelo hecha a espaldas de sus socios de gobierno y que pretende cargarse los órganos de control autonómico sobre nuestro territorio; una ley que entierra  la unanimidad política y social lograda con las Directrices del año 2003. O con una defensa a ultranza del gas con mensajes desde el Gobierno canario desaconsejando la inversión empresarial en Gran Canaria porque esta isla ha apostado por las renovables.

Pero toda esta situación podía haber tenido un resultado final positivo: Clavijo tiró tanto de la cuerda que casi la rompe. Por primera vez desde su nacimiento Coalición Canaria (la tercera fuerza política en apoyo electoral en Canarias y la sexta en Gran Canaria) podría pasar a la oposición. Es una situación política excepcional provocada por un presidente que según sus propios compañeros de partido ha hecho renacer al viejo insularismo de ATI y sus satélites. Nueva Canarias ha mostrado su posible apoyo a una moción de censura del PSOE y el PP para frenar el ultrainsularismo desbocado de Fernando Clavijo y Podemos reconoce esta situación excepcional y está dispuesto a  abstenerse. El Partido Popular se ha estado debatiendo entre el abrazo del oso que le ofrece Clavijo -al que acaban de dar un balón de oxígeno- con sus promesas de poltronas y la continuación de políticas clientelares o responder al deseo que cada vez expresan más sectores de la sociedad canaria y frenar el daño que están haciendo las políticas insularistas. El PSOE se mantiene en el limbo deshojando continuamente una margarita que ya no controlan… Solo Casimiro anda bailando en una pata sola. Nunca un presidente autonómico canario había logrado tanto consenso…en su contra.