Portada Antonio Morales


GRAN CANARIA AVANZA

Los partidos conservadores, principalmente el PP, no aceptan que avancemos en inversiones sociales, en un cambio de modelo energético apoyando las energías renovables sin dobleces, en la diversificación económica que procura una isla emprendedora y con innovación tecnológica.

Hace diez días celebramos el primer debate en la historia del Cabildo de Gran Canaria sobre el estado de la isla Quienes tenemos responsabilidades de gobierno en esta institución, debemos informar con la mayor transparencia, reconocer avances y dificultades y proponer horizontes de progreso que cohesionen e ilusionen a quienes compartimos la vida en Gran Canaria. Vivimos de realidades, de hechos comprobados y, si nos levantamos todos los días es porque además creemos que hay un proyecto motivador que podemos desarrollar junto a los nuestros.

La ciudadanía espera de los gobiernos, en este caso del Cabildo de Gran Canaria, que marque objetivos para que nuestra vida sea más fácil, para que el empleo llegue a los miles de personas sin empleo que no tienen oportunidades, para que los jóvenes puedan desarrollar su proyecto de vida en nuestra tierra, para que las personas mayores tengan la atención por la que han trabajado, para  que todos disfrutemos de un medio ambiente sostenible para que podamos dejarlo en herencia a nuestros hijos. Gobernar es ejecutar un programa y a la vez ofrecer razones para un compromiso optimista y solidario que dinamice sentimientos, emociones y ganas de hacer por el progreso colectivo.

En ese debate, tuve la ocasión de presentar un cuadro de datos, de resultados, de acciones, que muestran con claridad que Gran Canaria avanza en los principales indicadores sociales, económicos, medioambientales y que hay un modelo de ecoisla y de desarrollo que prometen una década de transformación y de liderazgo. Este diagnóstico es compartido por la mayoría de gobierno progresista que sostiene mi gobierno, desde junio de 2015. Coincide además con manifestaciones de las principales organizaciones empresariales y sociales que analizan datos muy esperadores del cambio de situación en nuestra isla. Y ante esa realidad, aparecen dos reacciones: la de quienes nos alegramos de que el esfuerzo conjunto de la iniciativa privada y del Cabildo de Gran Canaria esté dando estos resultados en tan poco tiempo, y por otro lado la de quienes solo ven parálisis y bloqueo.

Como los datos son tan claros, pienso que nos encontramos ante una reacción de los partidos conservadores, principalmente el PP, que no aceptan que avancemos en inversiones sociales, en un cambio de modelo energético apoyando las energías renovables sin dobleces, en la diversificación económica que procura una isla emprendedora y con innovación tecnológica. En ese grupo de agoreros también se incluyen quienes se niegan a que  Gran Canaria recupere el protagonismo que nunca debió perder por el peso de su población. Aquí se instala CC que habla de carencias cuando maltrata a esta isla cada vez que puede. A esta oposición malhumorada y gris los denominé en el debate, respetuosamente, profetas del pesimismo social. No es lógico que les duela que las cosas mejoren, aunque queden cientos de acciones por emprender. Quieren sembrar el derrotismo a ver si en ese clima inactivan la acción de nuestro gobierno insular. Comenten el error de la desesperación, porque están desconectados de la creciente ilusión de cambio que crece en nuestra gente.

Estamos remontando años negativos. Obviamente el Cabildo no ha sido responsable de todos los indicadores malos de años atrás, pero habría que dejar claro que  durante los últimos 20 años del parón de la Isla que denuncian, el Gobierno de esta isla ha sido presidido en un 80% por el Partido Popular. Y claro, causa asombro que este partido o los que han pertenecido a él y están ahora en una suerte de tránsito se hayan agarrado a este latiguillo para intentar hacer calar el mensaje de que esta Isla esta parada, que no avanza… Son agoreros por convicción; son agoreros en la acepción del término que señala que son los personajes que predicen sin fundamento males o desdichas. Agoreros y presos del “bovarismo” que es como describe el filósofo francés Jules de Gaultier al estado -inspirado en Madame Bovary- de insatisfacción permanente a causa del desnivel que se produce entre las propias ilusiones y la realidad. Y no saben asumirlo. Y es que les gustaría que Gran Canaria fuera mal, desde la certeza de que si a Gran Canaria le fuera mal les vendría bien políticamente a ellos…

Y las cosas van mejorando, aunque a algunos les pese. El otro día lo reconocía el propio presidente de la CCE a la salida del encuentro en la sede de la organización empresarial a la que acudimos para presentar el Plan Transforma Gran Canaria por el que inyectamos a la economía insular- como no se ha hecho nunca, jamás en su historia- más de 244 millones de euros, más de 42.000 millones de las antiguas pesetas, casi mil obras en toda la isla, varios miles de puestos de trabajo de nueva creación. Decía su presidente,  que “yo creo que está absolutamente claro el predominio empresarial de Gran Canaria respecto a cualquier otra isla en actividades económicas, pagos de impuestos o dotaciones a la RIC, la ventaja es muy clara”. Los medios de comunicación señalaron en sus titulares como la patronal veía a Gran Canaria como motor del desarrollo.

Y es así, a pesar de los agoreros, profetas del pesimismo irresponsable, para quienes las buenas noticias son la peor noticia. Permítanme compartir algunos datos. El presupuesto de este Cabildo ha aumentado en un 18,53 % desde el 2015 hasta ahora (hemos pasado de 592.270.572 millones de euros a 701.991.107), 109,720.543 euros más. El capítulo de inversiones lo ha hecho también en un 16,10 %, sin contar con el Plan Transforma Gran Canaria. Pero hay datos más positivos. Hemos bajado la deuda en dos puntos y hemos aumentado el gasto en políticas sociales en 7,5 millones de euros o en casi 16 en carreteras, en 11 en promoción cultural, en 2 la promoción empresarial …Y hemos gastado 74 millones más con respecto al último presupuesto del PP.  Un 4% más.

Los indicadores sociales y económicos generales han progresado positivamente en esta Isla durante este mandato: En Gran Canaria ha disminuido el número de hogares bajo el umbral de la pobreza en un 5%; la población ocupada ha aumentado en un 2,51%; la población parada ha disminuido en un 10,80%; la tasa de paro ha disminuido en un 2,34%; el número de afiliados a la Seguridad Social se ha incrementado en casi 28.000 personas, casi en un 10% (9,96% frente a un 9,90% de Canarias); en la evolución de la población parada, frente a una media de disminución de un 9,07 en Canarias, en Gran Canaria lo hace en un 9,91%… En el sector primario ha habido una importante incorporación de jóvenes, pues bien, Gran Canaria copa el 45,8% del total del archipiélago…El transporte marítimo de mercancías aumenta en 0,72%; el transporte marítimo de pasajeros en línea regular crece un 6,23%; el número de pasajeros de crucero aumenta también en un 3,76%; el número de vehículos lo hace en un 10,66 %…Nuestro puerto ganó 26 millones en el pasado ejercicio…Hemos mejorado en los índices de confianza empresarial en un 4,23%; las empresas inscritas en la Seguridad Social han crecido en un 5,70%; los índices de crecimiento de la exportación de plátanos han aumentado en Gran Canaria en un 13,47%; tenemos un consumo energético mayor en casi un 1%, indicativo de crecimiento económico; en importación y en exportación seguimos avanzando en positivo; al igual que en  el incremento de transacciones inmobiliarias: la media de Canarias está en un 28,49% y la de Gran Canaria en un 39,24%…En nuestra isla el número de hipotecas ha elevado en un 25,33% y el importe de las hipotecas en un 46,65 %…

Y no les digo nada si comparamos con los datos que corresponden al antiguo mandato. Se ha elevado casi un 7%  el porcentaje de la población ocupada (más de 20.000 personas); la población parada disminuye en un 15,59% (menos 22.650 personas); la afiliación a la seguridad social  se acrecienta en un 10,31% (28.860 personas); la diferencia en creación de nuevas empresas es de 565 en total; el número de pernoctaciones y el gasto medio por turista aumentan en un 18,% y un 14%… Y hay más datos positivos para nuestra Isla. Gran Canaria es la isla donde se ha producido una mayor legada del número de turistas desde todos los países. Mientras en Canarias ha sido de un 15,91 % en Gran Canaria es 17,61,% y crecemos considerablemente en todos los destinos; el gasto turístico y la estancia media del turista ha aumentado igualmente: la media de Canarias está en un crecimiento del 9,65% y en Gran Canaria en un 9,84%; en la evolución de las plantas ofertadas hoteleras y extrahoteleras frente a un 2% de Canarias nosotros lo hacemos en un 2,51%; hemos facturado un 15% más de ingresos turísticos frente al año anterior; hemos incrementado la conectividad aérea; en la evolución del transporte de pasajeros, en Canarias avanza un 16,215 el número de pasajeros y en Gran Canaria un 17,23%; en la evolución del tráfico aéreo de mercancías en Canarias se disminuye un 8,3% y en Gran Canaria solo un 6,45%; nuestro aeropuerto se ha convertido en la quinta terminal del país; la variación interanual de cruceros es de un 79,53% y la media de Canarias es del 53,42 %; lideramos el proceso de renovación turística… La revista especializada Condé Nast,  ha elegido a Gran Canaria como el mejor destino turístico 2017… Hace unas semanas entregamos 76 nuevos sellos de calidad a empresas turísticas, sumamos ya 175 lo que significa el 46%  de todo el archipiélago…

Hoy Gran Canaria está mejor que hace dos años. En este avance, el Cabildo tiene un protagonismo y un liderazgo indudable. No solo por su acción inversora o de ejecución del gasto, sino fundamentalmente porque lidera, defiende, trabaja y une.  Este proyecto exige el protagonismo que Gran Canaria está asumiendo. Estamos junto a quienes quieren una Canarias moderna, justa, emprendedora. Estamos haciendo cosas distintas, y le hacemos caso a Einstein, porque buscamos resultados mejores que los que heredamos. El Gobierno de la isla tiene la gran responsabilidad de planificar, dirigir y ejecutar. Creo que lo estamos haciendo. Y consiguiendo.

EL MAR NOS ENSEÑA

Hace unas semanas se clausuró la edición de 2017 de FIMAR, una propuesta participada por el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, la Autoridad Portuaria de Las Palmas y el Cabildo de Gran Canaria, con la colaboración de distintas organizaciones públicas y privadas. Y alcanzó un éxito extraordinario. Más de 42.000 visitantes  pudieron disfrutar de un sinfín de actividades relacionadas con el mar, su gastronomía, la innovación azul o la náutica deportiva y distintas iniciativas empresariales. Es la prueba palpable de que merece la pena apostar por un evento con vocación de consolidarse tanto a nivel estatal como internacional. El Cabildo participó por segunda vez consecutiva como coorganizador de la Feria Internacional del Mar con el objetivo de contribuir a su impulso, puesto que considera la economía azul un sector estratégico con una gran potencialidad que debemos estimular y mostrar a la ciudadanía. Nos sumamos asumiendo la mitad del presupuesto necesario para su realización, contribuyendo a través de INFECAR a un mayor grado de profesionalización y poniendo a su disposición recursos humanos y materiales. Por otro lado, hemos promovido la insularización de la Feria que cuenta ahora con la participación de los municipios costeros que han querido adherirse a la iniciativa. Es bueno que el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y el Cabildo estén alineados en la estrategia de mirar al mar como una fuente de riqueza y desarrollo económico, además de como un patrimonio natural de primer orden.

 

La economía azul (aquella que reconoce la importancia de los mares y los océanos como motores de la economía por su gran potencial para la innovación y el crecimiento, según la definición de la Comisión Europea (CE)) es para el equipo de Gobierno del Cabildo de Gran Canaria un sector de enormes posibilidades y su desarrollo forma parte de la estrategia de implantación del modelo de ecoisla que defendemos. Estamos absolutamente convencidos de la importancia de nuestro mar como motor de la economía grancanaria por su “gran potencial para la innovación y el crecimiento sostenible”. Y no lo afirmamos de manera gratuita. La propia Comisión Europea estima que la economía azul representa en Europa 5,4 millones de puestos de trabajo y un valor añadido bruto de casi 500.000 millones de euros al año. Además, el análisis económico del crecimiento azul muestra que se encuentra en un proceso de cambio. Por ejemplo, el aumento de la instalación de parques eólicos offshore a escala global ha generado 150.000 puestos de trabajo. La OCDE prevé que, para el año 2030, muchas industrias marino-marítimas representarán una parte significativa de la economía mundial, tanto en términos de valor agregado como de empleo. La producción de la economía azul mundial se calcula actualmente en 1,3 billones de euros y podría duplicarse para el año 2030. Sus enormes posibilidades suponen, sin lugar a dudas, un eje clave para el desarrollo futuro de las islas ya que le proporcionan el acceso a unos recursos económicos y productivos con un amplio potencial de explotación sostenible.

La Comisión Europea ha insistido en que el Viejo Continente no debería dejar pasar esta oportunidad porque los sectores tradicionales tales como el portuario, el transporte marítimo y el turismo costero y marítimo ganarán en competitividad y sectores nuevos y en crecimiento como las energías renovables marinas, la acuicultura y la biotecnología marina pueden convertirse en factores clave para crear más puestos de trabajo, sistemas energéticos menos contaminantes y más productos y servicios. Ahora bien, también quedan retos en los que Gran Canaria debe volcar su potencial innovador como por ejemplo en el desarrollo de las energías mareomotriz y olamotriz o superar los obstáculos normativos a la acuicultura y producción de microalgas. En definitiva, nos encontramos ante una encrucijada que a buen seguro  podremos afrontar con éxito si somos capaces de aprovechar el impulso de las instituciones que aportan una base sólida de conocimientos científicos y de experimentación para acometer los distintos ejes del desarrollo de las actividades basadas en la Biotecnología Marina. Tenemos mimbres para ello con el dinamismo empresarial existente y la capacidad de investigación, desarrollo tecnológico e innovación en desalación, depuración, etc; de la ULPGC (Taliarte, Banco Español de Algas, ECOAGUA, Instituto Universitario de Oceanografía y Cambio Global) o de la PLOCAN, el ITC y otras instituciones. También  el sistema fiscal canario propone un marco adecuado de incentivos para el desarrollo empresarial del sector tanto en lo referente a la I+D empresarial como para todo tipo de actividades de iniciativa privada basadas en el conocimiento.

En esa línea Nueva Canarias ha conseguido incluir en los presupuestos del Estado para 2017 una importante partida de  4,5 millones de euros para la investigación en recursos marinos a través del Cabildo de Gran Canaria.  También se está trabajando para conseguir los suelos anexos a las salinas de Arinaga para generar un gran espacio de experimentación y producción.  En los últimos años, dentro de la apuesta por la Economía Azul, ha habido un importante desarrollo de la biotecnología con algas, convirtiéndolo en un sector emergente con buenas perspectivas de negocio y de futuro. Por un lado, el origen natural y el alto valor nutricional de las algas permite su consumo humano y animal directo y su uso en las industrias nutraceútica, cosmética, farmaceútica y alimentaria. Por otro lado, la necesidad de revertir los procesos productivos contaminantes hace que las algas se estén utilizando para la elaboración de productos biodegradables (contribuyendo a alcanzar el objetivo propuesto por la Unión Europea de que el 10 % de la industria plástica sean bioplásticos), en la generación de biocombustibles o en procesos de purificación de agua, aire o gases de efecto invernadero. También se está configurando como un elemento fundamental de ayuda al desarrollo, como es el caso del cultivo de spirulina en el Sáhara Occidental.

Gran Canaria, teniendo en cuenta sus óptimas condiciones basadas en las ventajas importantes de ubicación, clima y biodiversidad, y siguiendo la estela de la Estrategia de Especialización Inteligente establecida en la Estrategia 2020 de la Unión Europea, se configura como un núcleo esencial para la apuesta por la biotecnología centrada en las algas, una alternativa económica trascendental con un potencial industrial viable y sostenible económica y medioambientalmente. La Biotecnología Marina y su amplio abanico de aplicaciones para la mejora de la sostenibilidad, la salud y la alimentación humana, significan una clara oportunidad para que esta isla, que ya dispone de unas buenas condiciones de partida, pueda convertirse en  pionera en el desarrollo de este sector de la biotecnología en los ámbitos científico, productivo e industrial.

Las administraciones públicas grancanarias han creado sinergias para permitir el desarrollo de la biotecnología azul. Un ejemplo de ello es la Plataforma de Excelencia en Biotecnología de las Algas, en Gran Canaria, que busca generar conocimiento biotecnológico, desarrollar actividades de I+D+i responsables y sostenibles en el campo de las microalgas, demostrar su aplicación industrial en plantas experimentales, facilitar la salida al mercado de nuevos productos competitivos, mejorar la formación de profesionales en el sector y servir de apoyo en tareas de bioprospección, aislamiento, preservación y caracterización biotecnológica, cultivo/producción, procesado, bioeficiencia y bioactividad, analítica y certificación.

Uno de los grupos de I+D de mayor consolidación y experiencia en este campo es el Banco Español de Algas (BEA), ubicado en Taliarte. El BEA tiene como objetivo facilitar el desarrollo de la bioindustria marina en  Canarias, a través del cultivo y la aplicación de macro y microalgas. Reconocido por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual desde 2005, el BEA es miembro del European Culture Collections Organisation (ECCO) y de la Word Federation for Culture Collections (WFCC). Es también Autoridad Internacional de Depósito. Y es el único banco de algas del Estado español y uno de los 6 que hay en el mundo.

El BEA dispone de un “capital biológico” que comprende más de 1.600 especies de microalgas y cianobacterias. Esta colección de cepas ofrece un gran potencial para el desarrollo de aplicaciones industriales, permitiendo a las empresas, grupos científicos e instituciones de todo el mundo acceder a recursos genéticos únicos, apenas explorados, para su aplicación en procesos biotecnológicos. La ampliación de oferta de cepas y especies nativas de la Macaronesia constituyen un valor añadido a la colección. El BEA lleva a cabo tareas de identificación molecular y taxonómica, selección y evaluación de nuevas cepas, y caracterización de sustancias bioactivas de interés comercial. Su extraordinario trabajo se ha visto amenazado por la falta de apoyo financiero. El Cabildo de Gran Canaria hizo, en el año 2016, una aportación puntual de 200.000 euros para garantizar su continuidad durante ese año. El objetivo del BEA es llegar a ser autosuficiente. Sin embargo, los sectores emergentes -y más los asociados a la actividad científica-, precisan de inversión pública durante un tiempo para poder subsistir.

Todas las fortalezas y oportunidades mencionadas anteriormente requieren de una estrategia integrada  orientada a su aprovechamiento que debe estar liderada por el Cabildo de Gran Canaria como institución responsable de la promoción económica insular y apoyada en las otras entidades públicas de competencias específicas como la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Y debe descansar en un reforzamiento de las capacidades en inversión, investigación y experimentación; en la ordenación territorial y marina adecuada para aumentar las posibilidades productivas insulares; en poner en marcha un programa de cualificación de recursos humanos en los distintos ámbitos de especialización de la materia; en diseñar un itinerario de atracción de talento  y en  incentivar medidas de promoción económica e innovación empresarial adaptadas a la naturaleza del sector. Parafraseando a Neruda: necesitamos el mar porque nos enseña…

La economía azul es para el equipo de Gobierno del Cabildo de Gran Canaria un sector de enormes posibilidades y su desarrollo forma parte de la estrategia de implantación del modelo de ecoisla que defendemos

DISCRIMINACIÓN Y FRENO A LAS RENOVABLES

Esta decisión del Gobierno del Estado supone una discriminación en perjuicio de los productores canarios con respecto a los del resto de país

La implantación de las energías renovables en nuestras islas para la producción de electricidad es una necesidad urgente si queremos cumplir con los objetivos de la Unión Europea, orientados principalmente a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, y para romper nuestra dependencia casi absoluta del exterior. Una medida especialmente eficaz para estimular su implantación ha sido la instauración de incentivos a los promotores. La Ley 24/2013, del sector eléctrico, regula en su artículo 13 y siguientes los aspectos económicos del sistema eléctrico, reconociendo la necesidad de compensar los costes adicionales de la generación convencional en los territorios no peninsulares.

La retribución de las plantas generadoras, que formalmente se denomina “régimen retributivo específico”, se calcula con los mismos criterios para todo el Estado y se ha venido liquidando con regularidad por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia. En el caso de las islas, la generación a partir de fuentes renovables no solo no genera extracostes al sistema eléctrico (puesto que tiene la misma retribución que la generación en territorio peninsular), sino que, al sustituir a la energía convencional que deja de ser generada, disminuye el montante de la compensación que tiene que abonar el sistema eléctrico por los costes adicionales de la generación convencional en territorios no peninsulares, amén de contribuir a la mejora del medioambiente y de hacernos avanzar hacia la soberanía energética.

Los productores de energía renovable de Baleares y Canarias se han llevado una desagradable sorpresa al recibir la primera liquidación del año 2017 porque han cobrado la mitad de lo previsto, lo que se ha hecho de manera implícita, poco transparente, además de injusta. Una vez más, el Ministerio de Energía ha cambiado las reglas del juego en medio de la partida modificando el mecanismo retributivo fuera de la Península y, de este modo, una mitad del pago que les correspondía se queda pendiente hasta que el Ministerio de Hacienda aporte su contribución sobre los sobrecostes de la electricidad, algo que resulta incoherente porque, como comentaba anteriormente, las renovables no tienen sobrecostes. Pero, por la aplicación de la orden de tarifa y del Real Decreto 738/2015, que regula  la producción de energía eléctrica en los sistemas eléctricos de los territorios no peninsulares, se ha establecido la equiparación de la retribución a la producción de energía mediante fuentes renovables, con la retribución a la generación convencional en los territorios no peninsulares, de modo que ahora la generación eléctrica por renovables está en las mismas condiciones que la generación convencional.

Esta decisión del Gobierno del Estado supone una discriminación en perjuicio de los productores canarios con respecto a los del resto de país. Gracias a los incentivos a la generación con energías renovables en Canarias existen actualmente 1.599 plantas generadoras que, en su práctica totalidad, son instalaciones fotovoltaicas (1.533) y eólicas (58). Además, la mayor parte de instalaciones fotovoltaicas son pequeñas plantas de 100 Kw o menos, en las que participa un gran número de pequeños ahorradores a los que se les dijo, para animarles a invertir,  que ésta era una inversión respaldada por el Estado.

Pero sigamos con el mencionado Decreto, que invoca la disposición adicional decimoquinta de la ley para, en contra de lo que la propia ley establece, vincular a los Presupuestos Generales del Estado la retribución de la generación con fuentes renovables en territorios no peninsulares, como si fuera un extracoste más cuando, como se ha reiterado, esta generación no sólo no provoca costes adicionales, sino que los disminuye.  Este error se mantiene en la Orden ETU/1976/2016, por la que se establecen los peajes de acceso de energía eléctrica para 2017, que incluye en el apartado 1 de su disposición adicional tercera lo siguiente: “… el extracoste de la actividad de producción en estos sistemas (en los archipiélagos),(… ), incorporará las cuantías correspondientes de los costes de generación para las instalaciones con derecho a la percepción del régimen retributivo específico”, con lo que de nuevo considera “extracoste” un concepto que no es tal. Y esta idea conceptualmente errónea se recalca en el apartado 2:“… el órgano encargado de las liquidaciones del sector eléctrico incorporará como extracoste de la actividad de producción en los sistemas eléctricos de los territorios no peninsulares, las partidas correspondientes de los costes de generación de las instalaciones con derecho a la percepción del régimen retributivo específico“.

 

La aplicación del Decreto y de la Orden referidos, que contradicen la Ley del sector eléctrico, tiene dos consecuencias perversas: Consideran la retribución de las instalaciones renovables en las islas como extracostes, cuando la Ley le otorga la misma consideración que las instalaciones equivalentes en la Península, dado que tienen el mismo régimen retributivo y no generan costes adicionales en el sistema. Y se crea una situación de agravio comparativo y discriminación evidente de los productores insulares con respecto a los peninsulares, a pesar de que la Ley establece en su artículo 14.2 que la retribución debe basarse en criterios no discriminatorios:“ La retribución de las actividades se establecerá reglamentariamente con criterios objetivos, transparentes y no discriminatorios …”

La consiguiente vinculación a los Presupuestos Generales del Estado (PGE), del 50 por ciento de la retribución de las instalaciones de energías renovables en las islas, que podría parecer una garantía para estos productores de energía, se ha tornado en un grave perjuicio para muchos pequeños ahorradores.  Esto es así porque, de acuerdo con el informe elaborado por la Asociación Nacional de Productores de Energía Fotovoltaica (ANPIER), la parte a cobrar con cargo a los PGE  puede sufrir retrasos de aproximadamente dos años, por los complejos trámites que tiene que superar.

Este retraso en el cobro de la retribución va a provocar problemas muy serios de tesorería en la mayor parte de las 1.600 instalaciones existentes en Canarias, hasta el punto de que muchos de sus titulares no podrán hacer frente a sus obligaciones de pago y podrían verse abocados a abandonarlas o malvenderlas. Hay que tener en cuenta que muchas plantas están en periodo de amortización, por lo que mantienen cargas importantes en las entidades bancarias, a las que no podrán responder, por lo que las instituciones financieras deberán proceder a ejecutar las garantías de los préstamos, entre las que estará la propia instalación de generación. Pero las repercusiones de este nuevo procedimiento de pago de la retribución a las instalaciones de energías renovables en las islas no sólo se concretan en los gravísimos perjuicios económicos que van a sufrir los pequeños inversores de estas instalaciones, sino que también se pone en riesgo el mantenimiento de buena parte de la generación eléctrica de origen renovable en Canarias, que podría terminar abandonada, en manos de las entidades financieras o malvendida a grandes inversores que tengan suficiente capacidad financiera.

De acuerdo con los datos aportados por ANPIER, la parte de la retribución a las instalaciones de energías renovables en los territorios no peninsulares que se cargará a los PGE asciende a unos 140 millones de euros. Esta cantidad, que  es muy elevada desde el punto de vista de los productores afectados, para los que,  un retraso en dos años en cobrar la parte correspondiente podría significar la ruina, para el sistema eléctrico nacional resulta una cantidad irrisoria. Si se tiene en cuenta que el coste del sistema asciende a unos 17.000 millones de euros, los 140 millones de euros que suponen la parte de la retribución de las plantas de energías renovables en las islas que se financia con cargo a los PGE, apenas representan un porcentaje ínfimo.

Se nos discrimina una vez más. Las protestas del sector y del Cabildo de Gran Canaria, que anunció una moción para el pleno ordinario de mayo, consiguieron que el Ministerio de Energía pagara hace unos días la deuda de 250 millones acumulada desde principios de año, pero no la modificación de la legislación. Todo sigue igual. Es absolutamente necesaria la reforma de la legislación y que se siga haciendo frente a los pagos a cuenta de las cantidades que correspondan a los productores insulares, al margen de la regularización y liquidación que la CNMC realice con cargo al PGE, con el fin de no discriminar a los productores insulares respecto a los del resto del territorio del Estado. Y quedan más cosas, desde luego: acabar con la inseguridad jurídica y con todos los peajes del autoconsumo; liberar para la desalación de agua la paridad entre potencia de generación instalada y potencia instalada de consumo; diferenciar las subastas para Canarias de las peninsulares; acabar con las servidumbres aeroportuarias obsoletas… Estamos en un momento idóneo para hacerlo posible y Nueva Canarias lo ha incluido en las negociaciones con el PP para la aprobación de los presupuestos. Sería un logro extraordinario. No hay otro camino para romper la dependencia exterior, luchar contra las emisiones, abaratar los costes, democratizar la energía…

 

¿EN QUÉ QUEDAMOS?

Estaremos atentos a las inversiones del estado para que no se sigan produciendo desequilibrios a pesar de las presiones externas y colaboracionismos internos

Ya conocen la historia, pero quiero empezar este texto recordándoles lo más significativo de una historia de amores interesados. Hace unas semanas el periódico La Provincia y el Círculo de Empresarios tiraron de un hilo argumental trazado en el blog del lobbie empresarial (lo quisieron revestir de informe para tratar de darle más empaque) y llegaron a la conclusión de que aunque “es ahora cuando (Gran Canaria) está empezando a recuperar el pulso con la mejora de determinados indicadores que dibujan en el horizonte que el desigual crecimiento de los últimos años (entre las dos islas capitalinas) podría corregirse en los próximos ejercicios”, en las últimas décadas (presididas por el PP en el Cabildo en un 80%, por cierto) se ha producido un avance socioeconómico en Tenerife y un retroceso en Gran Canaria. E iban más allá: según ellos en esta isla redonda no se puede hacer nada, invertir nada ni desarrollar nada debido a que no existen nada más que obstáculos, trabas administrativas y “lastre político”.

Por eso “desde hace más de una década, Gran Canaria ha cedido su condición de motor económico del Archipiélago. No solo en términos de pérdida de liderazgo  e influencia política, sino  sobre todo en el desarrollo y bienestar social”.

Una semana antes, La Opinión de Tenerife (periódico del mismo grupo editorial que el de La Provincia) reforzaba esta tesis llevando a portada y a cinco columnas que “ Gran Canaria admite que Tenerife tiene  un mayor empuje económico”. Parece ser que allí no hay trabas y que el Cabildo invierte mucho más.

Y echan mano unos y otros de un catedrático jubilado de la ULL , José Ángel Martín, que afirma que el Cabildo de Tenerife ha sido el  motor económico de su isla y que su “inversión en infraestructuras y equipamientos ha sido superior a la de Gran Canaria. El Cabildo de Tenerife ha sido más productivo que el de Gran Canaria que también ha estado condicionado por el peso de la capital”. Y pasan de puntillas sobre el informe de la CCE en el que señala que entre 2008 y 2011, los años más duros de la crisis, el Gobierno de Canarias invirtió una cantidad superior a los 200 millones de euros más en la provincia occidental que en la oriental.

Al momento Carlos Alonso se mostró caritativo y dispuesto a “mostrar al Cabildo de Gran Canaria la clave del éxito del dinamismo de Tenerife” y unos días más tarde Ricardo Melchior, expresidente insular, afirmaba en un titular en el Diario de Avisos que “Tenerife supera a Gran Canaria desde 2001 por las inversiones acertadas que hicimos desde el Cabildo”. Y dice más en el interior de ese diario el pasado 18 de abril: “Desde 1999, (el Cabildo tinerfeño) invertía del orden de 10.000 millones de pesetas más al año que el Cabildo de Gran Canaria, que prefería invertir en otras cosas, y era quizás menos eficiente. En 10 años eso son 100.000 millones de pesetas. Y eso sí que es un motor de la economía, que funcionó”.

Por supuesto, y aunque los datos no se referían negativamente a mi etapa como presidente del Cabildo grancanario, me vi obligado a aclarar que  más allá de los desequilibrios en las inversiones por parte del Gobierno de Canarias, de que se nos esconda el dato de lo que se recauda en Gran Canaria y del inflado de los censos poblacionales en la capital tinerfeña, entre otras cosas, en el último año y medio la inmensa mayoría de los indicadores de progreso económico son claramente favorables a esta isla. Obvian que Gran Canaria es la isla donde se ha producido un mayor aumento del número de turistas (5% de media superior a Tenerife); que el gasto turístico  y la estancia media es mayor en Gran Canaria; que la variación interanual de cruceros es de un 79,53% y la media de Canarias es del 53,42 %; que lideramos el proceso de renovación turística; que hemos facturado un 15% más de ingresos turísticos frente al año anterior;  que  tenemos casi un punto menos de hogares bajo el umbral de la pobreza; que tenemos mejores índices de confianza empresarial, que los índices de crecimiento de la exportación de plátanos han aumentado en Gran Canaria en un 13,47% frente a un 4,39 en Tenerife; que tenemos un consumo energético mayor; que el aeropuerto de Gran Canaria mueve tres millones más de kilos de mercancías que los dos de Tenerife; que el Puerto de La Luz y de Las Palmas  es muy superior en cruceros, mercancías y contenedores a los tinerfeños; que los superamos en más de cinco mil matriculaciones de vehículos particulares, aunque sea éste un indicador que no me gusta especialmente; que en importación y en exportación nuestros datos son muy superiores; que el incremento de transacciones inmobiliarias ha sido casi seis puntos más alto aquí; que en vivienda libre los precios son mayores en esta isla…

Además de señalar estos indicadores publiqué un artículo en el que hacía la siguiente reflexión: “Y cuando dicen que el Cabildo de Tenerife ha hecho un mayor esfuerzo inversor que el de Gran Canaria, permítanme que haga las siguientes preguntas. ¿Más inversiones en qué? ¿En carreteras? ¿En polígonos industriales? ¿En desaladoras? ¿En depuradoras? ¿En renovables? ¿En desarrollo industrial? ¿En desarrollo comercial? ¿En desarrollo agroindustrial? ¿En desarrollo portuario? ¿En infraestructuras culturales, deportivas, sanitarias…?  Está meridianamente claro que eso no es así”.

Desde luego, las informaciones que han ido surgiendo en la prensa tinerfeña en los últimos días parecen darme la razón. Les señalo algunos ejemplos significativos. El pasado 9 de abril el consejero de Aguas del cabildo tinerfeño apuntaba que “la depuración de aguas en la isla es una asignatura pendiente”. El domingo 23 el periódico hermano de La Provincia, La Opinión de Tenerife (el que tituló que  Gran Canaria reconocía un mayor empuje económico de la isla del Teide), publicó un editorial  (Tenerife necesita otro impulso) en el que afirmaba que “Por tanto, es urgente priorizar obras y esta vez le tiene que tocar a Tenerife por ser la isla con mayores deficiencias estructurales. Tenerife padece un retraso alarmante en cuanto a dotación en equipamientos e infraestructuras básicas(…) Con unos presupuestos estatales expansivos para canarias hay que priorizar obras y esta vez tiene que ser Tenerife la privilegiada”. Es la misma tesis que  mantiene la patronal provincial de la construcción tinerfeña (Fepeco) que considera preocupante el estado y la dotación de las infraestructuras básicas tinerfeñas y reclama unidad de acción para iniciar ya obras en la isla. En un manifiesto titulado “Es el momento de Tenerife. Todos unidos” la patronal tinerfeña pide unidad de acción e insiste en señalar que “no ejecutar ahora determinadas obras básicas y estructurales, necesitará de un esfuerzo mayor en el futuro, tanto financiero como de estricto coste económico, que puede hacer que su ejecución sea irrealizable en el futuro”·

¿En qué quedamos?  ¿Lo necesitan realmente y lo que afirmaban sobre la presunta supremacía era falso? ¿Invirtieron muchísimo y lo tienen todo y las últimas manifestaciones son solo una campaña para presionar y conseguir más inversiones por encima de Gran Canaria? ¿Qué dicen a todo esto nuestras patronales empresariales?

Y luego está la otra parte, la afirmación torticera, irresponsable y desmotivadora: en Tenerife todo va como una tralla y en Gran Canaria solo se producen dilaciones administrativas y políticas. Pues de nuevo va a ser que no. Que tampoco esto es cierto. Y pongo solo algunos ejemplos de rechazos de la sociedad civil e  instituciones como el propio Cabildo tinerfeño o ayuntamientos, a distintas infraestructuras en la isla: la urbanización de El Rincón, el tendido eléctrico de Vilaflor, los PGO de Santa Cruz y La Laguna, el mamotreto de Las Teresitas, el puerto de Granadilla, la regasificadora, la ampliación de Los Rodeos, los pelotazos de Las Teresitas y del barranco de Güimar, las turbinas de Chío, las expropiaciones de San Andrés, el Valle de Las Huertas y el Suculum, el campo de golf de Teno… En la misma entrevista que cité antes del Diario de Avisos, Ricardo Melchior apunta en ese sentido: “determinados noes son buenos, pues hacen que las administraciones públicas y los promotores privados tengan en cuenta un vector importantísimo, que es el de la sostenibilidad…Y quien quiere a su tierra y le duelen que se comentan atentados ecológicos y medioambientales, muchas veces dice no a muchas cosas (…) Algunos noes han sido muy positivos para contribuir a mejorar algunos proyectos”.

Lo dicho. ¿En qué quedamos? Por lo pronto, desde el Cabildo de Gran Canaria hemos puesto en marcha un ambicioso plan de 244 millones de euros (42.000 millones de pesetas) en infraestructuras y equipamientos y estaremos atentos a las inversiones del estado para que no se sigan produciendo desequilibrios a pesar de las presiones externas y colaboracionismos internos.

 

GRAN CANARIA ME GUSTA

La estrategia de avanzar hacia la soberanía alimentaria y la diversificación de nuestra economía insular pasa necesariamente por la toma de conciencia de las propiedades organolépticas de nuestros productos

En el Cabildo de Gran Canaria consideramos un objetivo prioritario para los próximos años el desarrollo del programa Gran Canaria Me Gusta como estrategia para aumentar la notoriedad y favorecer la promoción y comercialización de los productos locales, contribuyendo a incrementar y consolidar el tejido empresarial y productivo insular de los sectores agrícola, ganadero, pesquero y agroalimentario en los principales mercados insulares y regionales. Durante décadas se han desatendido la comercialización y promoción de nuestros productos. Pretendemos romper con esa dinámica. Y nos apoyamos para ello en la variedad de materias primas de la que disponemos, en la calidad, en la innovación, en el turismo, en la imagen internacional y también en actividades industriales, como las desarrolladas en bodegas, queserías, almazaras, etc.

Gran Canaria Me Gusta es una marca que surge de una seria planificación y de un trabajo conjunto de las Consejerías de Industria, Comercio, Artesanía, Soberanía Alimentaria y Sector Primario, Turismo y Desarrollo Económico, Energía e I+D+I, y  de la mano de los productores,  y  tiene como metas fundamentales concienciar a la ciudadanía sobre la calidad de los productos de la tierra, identificar lo que se produce en la isla, mejorar su promoción nacional e internacional, potenciar la industria ligada al sector y fomentar su comercialización aumentando el conocimiento sobre los espacios y  los canales de distribución. Son los principales objetivos de una marca que pretende ser sinónimo de calidad, sostenibilidad y cercanía.

La estrategia de avanzar hacia la soberanía alimentaria y la diversificación de nuestra economía insular pasa necesariamente por la toma de conciencia de las propiedades organolépticas de nuestros productos. Para conseguirlo se ha diseñado la proyección de distintas acciones con el objetivo de crear la necesidad –desde su valoración y reconocimiento-  entre la ciudadanía y, en consecuencia, aumentar las expectativas de consumo, lo que redundará en el interés de superficies de alimentación, restauración y hostelería.

Desde la Consejería Insular de Industria  y Comercio se está actuando en la creación y registro de la marca  “Gran Canaria Me Gusta” como distintivo promocional. Está dirigido principalmente al fomento de su uso por parte de productores, superficies de alimentación, restauración, hoteles, escuelas y centros de formación, industria e intermediarios; en la elaboración de un reglamento de la marca, que regule los requisitos y certificaciones de las empresas y entidades que se adhieran al programa; en favorecer encuentros con el sector de la comercialización para propiciar la suscripción de acuerdos de adhesión para la potenciación y visibilización de la marca con tiendas, mercados públicos, supermercados, etc., y empresas del sector; en propiciar acciones de reconocimiento y distinción al apoyo a la comercialización, premiando y reconociendo el esfuerzo realizado en la introducción del producto local e instalando placas identificativas en los  espacios de venta…

Se trabaja, de la misma manera, en la puesta a disposición de una oferta en el mercado con presencia continuada y de calidad donde prime la imagen y uniformidad de la marca a través de la señalética y de campañas de promoción en los lugares de venta (etiquetado del producto, degustaciones…); favoreciendo la formación del sector para la producción orientada a la mejora de la venta del producto (marketing, empaquetado, promoción…); incrementando la presencia de nuestros productos en ferias de alimentación que se celebren en distintos lugares del estado en el ejercicio 2018; aumentando hasta un total de 120.000 euros las subvenciones a las ferias de las mancomunidades de Medianías, Norte y Sureste donde se promocionan y comercializan los productos de nuestra isla…

El Patronato de Turismo se integra en el proyecto a través de una apuesta por el turismo gastronómico al reconocer la importancia de la gastronomía como un elemento diferenciador entre las distintas potencialidades de Gran Canaria más allá de los valores extraordinarios de nuestro clima, nuestro sol y nuestras playas. Y para ello se trabaja en crear los cauces necesarios para que  nuestros productos puedan dar lugar, de la mano de expertos cocineros, a un verdadero arte culinario. A una propuesta gastronómica grancanaria singular. Puede  y debe ser una herramienta que otorgue un valor añadido a nuestro destino turístico. Y para eso se preparan encuentros con Chefs de la isla para escuchar sus necesidades, demandas y propuestas en relación a la ligazón entre la gastronomía y el producto propio con referencia al turismo; también se está diseñando la propuesta de  un evento gastronómico de calado; se valora la señalización de restaurantes, seleccionados según criterios relacionados con el consumo de los productos de la tierra; se estudia la incorporación  del proyecto a  Saborea España y  la asistencia a Madrid Fusión y otros eventos o acciones de interés para situar lo que produce nuestro sector primario en el ámbito estatal e internacional.

Desde la Consejería de Soberanía Alimentaria se actúa en estos momentos en un Plan de Medios dirigido a alcanzar los objetivos de conocimiento, promoción, concienciación de calidad y consumo de la marca. También se  realizan encuentros  con los hombres y mujeres de la agricultura, la ganadería y la pesca para tomar nota de sus inquietudes y hacer posible la redacción de un informe sobre la realidad empresarial de la producción insular y  la elaboración de un catálogo amplio de nuestros productos. Y se trabaja intensamente  en crear bancos de tierra, mejorar los precios y la calidad del agua, producir insumo local, poner en marcha polígonos agropecuarios…

Al área de Desarrollo Económico le corresponde poner en marcha cada año la Feria Gran Canaria Me Gusta (organizada por INFECAR) como la que se ha celebrado del 21 al 23 de este mes. Una muestra de la producción del sector primario y el industrial de la isla, de nuestra gastronomía, del turismo local y rural, así como de nuestros deportes, cultura y folclore, además de la promoción del cuidado de nuestro medioambiente. Más de 100 expositores en tres pabellones feriales; decenas de actividades, como catas comentadas, degustaciones, demostraciones de productos y talleres para los más pequeños; presencia de los municipios; jornadas profesionales; conciertos; implicación de importantes empresas y organizaciones como Spar, Cajasiete, Tropical, Leroy Merlin, Gran Canaria Gourmet, RTC, Tropical, FEH, Cecapyme, Asociación de Chefs Acyre…

Estamos ante un reto ilusionante. La conjunción de esfuerzos de las instituciones y la sociedad civil está haciendo posible que progresemos en una propuesta que tiene que ver con el objetivo que perseguimos de avanzar en la soberanía alimentaria, en la protección de nuestro paisaje, en diversificar nuestra economía, en consumir productos de cercanía para frenar las emisiones a la atmósfera. Siempre de la mano de los agricultores, que conocen y trabajan la tierra, es preciso adoptar estrategias que favorezcan el cambio de modelo, incluyendo el  fomento de la agricultura y ganadería ecológicas e integradas, la diversidad agrícola y ganadera, con la creación de un banco de suelo y el fomento de especies tradicionales y autóctonas. Las actuaciones que defendemos incluyen planes de asesoramiento a los productores en materia de medioambiente, calidad, mejora de la competitividad y fomento del asociacionismo, cooperación intermunicipal y el apoyo decidido a la agricultura familiar. Hay que apostar también por la creación de bancos de semillas, apoyar la compra pública, realizar campañas de concienciación sobre el consumo responsable y cercano, fomentar la alimentación de calidad para nuestros niños desde la escuela, educar en el valor de la alimentación natural y próxima como base de la salud…

La agricultura sigue teniendo una importancia decisiva en economías no industriales como la nuestra, por su contribución sustancial a los ingresos por exportación, al empleo y a la producción de productos de consumo internos. Tenemos unas condiciones envidiables para recuperar la actividad agrícola, para alcanzar ese 50% que,  considera la FAO, debemos conseguir en un territorio insular. De entre ellas destaco cuatro:  un clima que nos permite una  gran diversidad de producciones; una  disponibilidad de agua para riego como nunca la habíamos tenido;  mano de obra y empresas cualificadas que pueden garantizar un incremento de la productividad y, por último, millones de consumidores que residiendo en Canarias o visitándonos como turistas pueden preferir nuestros productos a los importados.

Gran Canaria Me Gusta está siendo un elemento vertebrador e integrador de una apuesta por la agricultura, la pesca y la ganadería local. Para sumar esfuerzos. Para compartir ilusiones. Para avanzar en hacer posible  devolver la mirada a una tierra que produzca en mayor medida lo que necesitamos para alimentarnos.

TRANSFORMAR GRAN CANARIA

Es la primera vez en su historia que el Cabildo aprueba una inyección económica de este calado en un ejercicio. Casi 250 millones de euros.

El pasado martes 11 de abril convoqué, con el grupo de Gobierno, y en el Patio del Cabildo de Gran Canaria, a instituciones públicas y distintas representaciones de la sociedad civil para presentarles una ambiciosa inyección económica para esta isla. Ante la mayoría de los ayuntamientos, del rector, de sindicatos, de organizaciones no gubernamentales, de los presidentes de la Cámara de Comercio, de la CCE, de la AECP, de entidades de conservación, de asociaciones empresariales  e industriales… anuncié la puesta en marcha de un importante plan de inversiones para Gran Canaria, en el ejercicio de 2017, de 243,943.401 millones de euros al que  llamamos Plan Transforma Gran Canaria, porque nuestra voluntad es transformar la realidad social y económica de la isla en la que vivimos.

Es la primera vez en su historia que el Cabildo aprueba una inyección económica de este calado en un ejercicio. Casi 250 millones de euros. Casi 42.000 millones de las antiguas pesetas. Más de 700 obras y actuaciones distintas distribuidas por los distintos rincones de Gran Canaria. Se habla de una inversión del estado para Canarias de 270 millones de euros. Si se distribuyera de manera equilibrada nos corresponderían 106 millones de euros, menos de 70 euros per cápita. Con el Plan que acabamos de presentar la distribución sería de 288,6 euros por habitante. Son inversiones que se ejecutarán desde todas las áreas del Cabildo en coordinación con los municipios y las organizaciones afectadas en cada caso para así avanzar, junto a la pequeña y mediana empresa, ayuntamientos, Cámara de Comercio, entidades de conservación, Universidad y sindicatos. En definitiva, de la mano “de la sociedad viva de Gran Canaria”.

El Plan Transforma Gran Canaria 2017 se divide en cuatro apartados, el primero de ellos relativo al Plan de Inversiones Financieramente Sostenibles, dotado de 62 millones procedentes de los 300 que el Cabildo tiene en los bancos sin poder tocar debido a la Ley de Estabilidad y Sostenibilidad, una norma estatal que obliga a mantener el dinero ocioso y contra la que ya se ha alzado la Federación de Municipios y Provincias. Aun así, cumpliendo los rigurosos requisitos para utilizarlo, hemos conseguido diseñar un plan financieramente sostenible manejando los resquicios que nos permite la Ley. Los siguientes apartados corresponden al Fondo de Desarrollo de Canarias (Fdcan), dotado de 68,3 millones (la mitad aportado por al Cabildo y los municipios y la otra mitad por el Gobierno canario), 100 millones del plan de inversiones insular recogido en el presupuesto de 2017 y, finalmente, una partida de 13 millones de incorporaciones de 2016.

Estamos analizando con precisión su incidencia sobre la creación de empleo y no tenemos aún los datos, pero estamos convencidos de que miles de personas podrán acceder a un trabajo durante el transcurso de las obras y muchas otras personas podrán ser contratadas una vez finalizadas.

Este grupo de Gobierno asumió, hace apenas 21 meses, un compromiso con la ciudadanía  sustentado en diez objetivos fundamentales: 1.- Impulsar planes contra la pobreza y la desigualdad y políticas sociales inclusivas. 2.- Ejecutar planes de empleo para acercar al mundo del trabajo a los hombres y mujeres desempleados. Para formar, para insertar, para facilitar la emprendeduría. 3.- Rescatar y potenciar el sector primario, para disminuir la dependencia alimentaria del exterior que hoy llega a más de un 90 %. Para alcanzar las mayores cotas que podamos de soberanía alimentaria. 4.- Apostar decididamente por las energías renovables para avanzar en la soberanía energética de Gran Canaria. 5.- Apoyar a la Innovación, la Investigación, el Desarrollo y la sociedad del conocimiento para mejorar todos nuestros sectores productivos y para incorporar nuevas propuestas de progreso y crecimiento. 6.- Poner en marcha políticas públicas orientadas a la mejora de la competitividad, diversificación e internacionalización de la economía productiva de Gran Canaria desde varias vertientes: impulsando la economía digital y el proyecto de isla inteligente, apostando por el sector audiovisual (cine, tv, animación, contenidos digitales); desarrollando  todo el potencial que tiene la isla en actividades ligadas a la economía azul (biotecnología y cultivos marinos, servicios off-shore…); apoyando y atrayendo nuevos emprendedores en nuevos sectores productivos; potenciando la industria y el comercio; abriendo nuevas vías alternativas y complementarias  al turismo de sol y playa. 7.- Diseñar un gran plan de inversiones estratégicas para la isla que dinamice la economía y el empleo y garantice una mayor implicación del Cabildo con el turismo como sector estratégico fundamental en nuestra economía y con las mejoras de las infraestructuras y equipamientos de la Isla en transportes, aguas, carreteras, etc. 8.- Defender el concepto integrador de Gran Canaria como una eco-isla, que apueste por la movilidad sostenible, la protección del territorio y el paisaje, el tratamiento limpio de los residuos, las energías limpias, la potenciación del mundo rural que mantiene viva la identidad de nuestra isla, la reforestación, la sostenibilidad social, económica y medioambiental, la eficiencia y el ahorro en energía y agua, el urbanismo no especulativo adaptado a la realidad climática, paisajística y cultural, el turismo verde, la protección de nuestra biodiversidad. 9.- Asumir que la cultura y el deporte deben ser elementos fundamentales para la cohesión social. Para la integración comunitaria. También para generar economía. Para convertirnos en vanguardia de la modernidad y también para reafirmarnos en nuestra identidad como pueblo y 10.- Garantizar la salvaguardia de lo público como garantía y compromiso ante los ciudadanos de amparar la equidad y la igualdad a través de los servicios universales. Para hacer posible la participación real de la sociedad civil en los asuntos comunes.

Durante este tiempo hemos trabajado para afianzar este modelo en el que creemos firmemente. Para desarrollar un proyecto de trabajo con el que nos comprometimos.  Y los resultados nos avalan. Los datos son incuestionables y la economía de la isla avanza en positivo de la mano de la conjunción de esfuerzos de la iniciativa pública y la iniciativa privada. De las administraciones y de la sociedad civil.

Los indicadores sociales y económicos han progresado positivamente desde hace un año y medio para acá. Gran Canaria es la isla donde se ha producido un mayor aumento del número de turistas desde todos los países; hemos aumentado la conectividad aérea; el gasto turístico y la estancia media del turista se ha incrementado considerablemente; la variación interanual de cruceros es de un 79,53 % y la media de Canarias es del 53,42 %; lideramos el proceso de renovación turística;  hemos facturado un 15 % más de ingresos turísticos frente al año anterior;  ha disminuido el número de hogares bajo el umbral de la pobreza; ha disminuido el desempleo; hemos mejorado en los índices de confianza empresarial; los índices de crecimiento de la exportación de plátanos han aumentado en Gran Canaria en un 13,47 %; tenemos un consumo energético mayor, indicativo de crecimiento económico; el Aeropuerto de Gran Canaria está en sus mejores momentos;  el Puerto de La Luz y de Las Palmas es muy superior en cruceros, mercancías y contenedores a la media de los puertos del Atlántico medio; en importación y en exportación seguimos avanzando en positivo; al igual que en  el incremento de transacciones inmobiliarias…

Pero no nos podemos dormir en los laureles. No cabe el pesimismo. Para esta situación es más cierta que nunca aquella expresión de que “el optimismo de la voluntad es revolucionario”, como fuerza que anima la acción y el compromiso. Ese optimismo es el que anima a las mujeres y hombres que hoy gobernamos el Cabildo de Gran Canaria y además coincide con la mayoría de nuestros conciudadanos grancanarios que comparten ese mismo optimismo ilusionante. No es tiempo de diagnósticos interesados sino de confianza en la isla de nuestra vida. Jamás vamos a renunciar a nuestra voluntad y compromiso de defender el interés general, nuestro programa de gobierno y, por encima de todo, a Gran Canaria, cuya sociedad nos dio el apoyo y la confianza para hacerlo posible. Y para hacerlo realidad, ahora damos un paso más y llenamos la isla de inversiones de futuro. Las obras previstas tocan todas las áreas, necesidades y rincones de Gran Canaria.  Y van desde actuaciones en las Dunas de Maspalomas, a la recuperación paisajística de la autopista del sur y la autovía del norte, a la ampliación de Infecar, a poner platós a disposición de la industria cinematográfica, a transformar el antiguo psiquiátrico en un centro para atender a personas con trastornos de conducta y, a continuación, ampliar su prestación a la atención  de más 200 mayores, al Museo de Bellas Artes de Gran Canaria, a Risco Caído, a la compra de suelo en la zona aeroportuaria,  a la mejora de las carreteras insulares, a la fibra óptica y la  isla inteligente,  a transportes, a la Casa del Vino y la bodega insular, a los centro de El Pino, El Sabinal y Santa Rosalía, a acciones en el Centro Insular de Deportes, a potentes  políticas de empleo, a una importante partida para los espacios turísticos del sur, a energías renovables, a puntos de recarga para vehículos eléctricos, a plantas fotovoltaicas, a obras en los polígonos industriales de Gran Canaria y zonas comerciales abiertas, al albergue juvenil de Tamadaba,  al Museo Insular de Lucha Canaria, a pasarelas peatonales, a la MetroGuagua, a desaladoras, a pistas forestales y Jardín Canario, a viviendas sociales, al puerto de Taliarte, a la recuperación del frente marítimo de Las Canteras, a depuradoras y desaladoras, a hoteles rurales, etc.

244 millones de euros para impulsar la economía de Gran Canaria. Para seguir creciendo. Para continuar avanzando en nuestra intención de Transformar Gran Canaria.

 

RENOVAGUA

El año pasado presentamos en el Cabildo, con motivo del Día Mundial del Agua, un estudio elaborado por la ULPGC, el Consejo Insular de Aguas y la Fundación Acuorum que versa sobre la “Sostenibilidad en el balance recurso-demanda en la Isla de Gran Canaria”. Se trata de un documento de una importancia trascendental que señala el camino por el que debemos transitar en materia hidráulica en Gran Canaria en los próximos años y que debe pasar por reducir las pérdidas de agua implantando tecnología de última generación; por recargar los acuíferos reduciendo los caudales superficiales que desembocan en el mar y geodepurando las aguas subterráneas en mal estado;  por realizar una gestión integrada de las redes de saneamiento y el control de los vertidos mejorando la calidad de las afectadas por intrusión marina e inyectando residuos líquidos; por optimizar la energía de las instalaciones a través del ahorro (consumimos para producir agua el 15%) y de la penetración de las renovables; por perfeccionar las tomas de las desaladoras; por mejorar la eficiencia de los regadíos… Solo con estas medidas podríamos reducir el déficit hídrico en un 53% de aquí al 2027. Y estamos trabajando decididamente en ello.

 

Este año, aprovechando la misma conmemoración, mostramos a la sociedad grancanaria el proyecto RENOVAGUA, un ambicioso plan que nos permite avanzar en la implantación de las energías renovables en la isla, haciendo posible que 26 plantas de desalación y depuración, distribuidas por todo el territorio insular, se abastezcan de energías limpias (fundamentalmente solar, eólica y minihidráulica). El Cabildo destinará a esta propuesta un total de 18 millones de euros en cuatro anualidades de 4,5 millones de 2017 a 2021. Se conseguirá, de esta manera reducir en un 40% el uso de energías convencionales en la producción y distribución de agua, dejar de emitir 17.000 toneladas de CO2 a la atmósfera y dejar de importar y consumir 4.670 toneladas de petróleo… En la actualidad, en  Gran Canaria el 15% de la producción eléctrica se emplea en el agua y el Consejo Insular de Aguas destina cada año 7 millones de euros al consumo energético. Esta iniciativa conseguirá, además, un ahorro anual de dos millones de euros.

Gran Canaria presenta un déficit estructural hídrico importante debido a sus singularidades poblacionales, geográficas, orográficas, climáticas y geológicas. Tenemos un desafío trascendental para los próximos años. El 27 de noviembre de 2015 aprobamos en el pleno del Cabildo el Plan Hidrológico de la Demarcación Hidrográfica de Gran Canaria y en estos momentos se está redactando el segundo ciclo de la planificación hidrológica con las propuestas a realizar hasta el año 2021. Es el momento de coger al toro por los cuernos. Vamos a hacer todo lo posible para avanzar en la soberanía energética, alimentaria e hídrica de Gran Canaria. No es fácil el reto, pero trabajaremos para conseguirlo.

El futuro del agua y de la supervivencia de la tierra pasa por la innovación, la eficiencia, el ahorro, la reducción del consumo… Canarias sabe mucho de esto. Su historia está jalonada de hitos históricos que señalan largas luchas por salvar los graves problemas de la escasez de agua en nuestro territorio. Hemos sufrido mucho y corremos muchos riesgos a la hora de garantizar la estabilidad en el suministro de un agua de calidad para la población y para sostener nuestra economía. Nos queda mucho por hacer. Estamos cada vez más afectados por el cambio climático que está provocando el desvío de los alisios, el aumento del nivel del mar, el incremento de periodos de sequías (se anuncia un aumento del 15% en los próximos años), de calima y de precipitaciones intensas y dependemos cada vez más de la desalación y de la depuración (el 49,3% de  nuestros recursos provienen del subsuelo y el resto lo fabricamos o lo regeneramos) y no tenemos resuelto nuestro problema energético que nos sigue haciendo depender del exterior y que encarece notablemente la producción del agua y de la energía. Es preciso tener muy presente que la desalación, que para nosotros es irrenunciable en estos momentos (sin desaladoras ya en 2005 nos hubiésemos quedado sin agua en las islas), en muchos lugares agrava la crisis energética.

Tenemos un reto extraordinario por delante. Creemos firmemente en el camino que nos hemos trazado. De ahí nuestra defensa de un modelo de desarrollo humano y económico sustentado en el concepto de eco-isla: que avance en la búsqueda de la soberanía energética a través de las energías limpias, en la soberanía alimentaria que rompa nuestra casi total dependencia alimentaria del exterior y en la soberanía hídrica para la energía (central hidroeólica Chira-Soria), el sector primario, el turismo, la población, la industria… Se trata de un trinomio imprescindible para nuestra supervivencia. Y además de eso debemos seguir avanzando en la movilidad sostenible (el agua para la producción de hidrógeno puede jugar aquí también un papel importante), el turismo verde, la reforestación y la recuperación del paisaje, el tratamiento de los residuos, de los lodos (estamos trabajando en un proyecto de investigación con la COAG y la Universidad)…

En 1995 el presidente del Banco Mundial aventuró que “las guerras en el próximo siglo serán fundamentalmente por el agua”. Se trata de una afirmación cuestionada, pero sin ningún tipo de dudas vivimos un momento crítico de peligrosas consecuencias para el planeta. Y son muchas las razones pero son tres las que tienen especial incidencia en el problema actual del agua. El primero es la superpoblación de la tierra: En estos momentos no tenemos más agua que en la época del imperio romano, pero hemos pasado de 200 millones de personas a 7.200. En 2030, la población será de 8.500 millones de personas y el déficit del agua se acercará al 40% según la ONU. Un segundo factor está relacionado con el cambio climático que produce sequías y precipitaciones intensas que provocan a su vez contaminaciones de los acuíferos, desplazamientos, conflictos, etc. Y un tercer elemento está ligado al consumo que necesitamos para dar satisfacción a la población mundial y al consumismo desacerbado: por citar algunos ejemplos, para fabricar un vaquero se necesitan 8.000 litros de agua, para una pizza o un litro de leche, mil litros de agua, para poder poner un entrecot en la mesa, 4.500…

En noviembre de 2002, el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de Naciones Unidas adoptó la Observación General Número 15 sobre el derecho al agua. El artículo I.1 establece que «El derecho humano al agua es indispensable para una vida humana digna». La Observación nº 15 también define el derecho al agua como el derecho de cada uno a disponer de agua suficiente, saludable, aceptable, físicamente accesible y asequible para su uso personal y doméstico. Reconocer formalmente un derecho humano al agua y expresar la voluntad de dar contenido y hacer efectivo dicho derecho, puede ser una manera de estimular a la comunidad internacional y a los gobiernos para que redoblen sus esfuerzos para satisfacer las necesidades humanas básicas y para la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

El 28 de julio de 2010, la Asamblea General de las Naciones Unidas reconoció explícitamente el derecho humano al agua y al saneamiento, reafirmando que un agua potable limpia y un saneamiento adecuado son esenciales para la realización de todos los derechos humanos. La Resolución exhorta a los Estados y organizaciones internacionales a proporcionar recursos financieros, a propiciar la capacitación y la transferencia de tecnología para ayudar a los países, en particular a los países en vías de desarrollo, a proporcionar un suministro de agua potable y saneamiento saludable, limpio, accesible y asequible para todos.

La ONU plantea que hay agua suficiente pero que es preciso que busquemos fórmulas para gestionarla equilibradamente, de manera sostenible, porque el estrés hídrico mundial es rigurosamente cierto. Se trata de un derecho humano, de un derecho universal que se está viendo peligrosa e injustamente conculcado. Y es que sin agua no podemos conseguir un mundo más justo, más igualitario: Según el Informe de Desarrollo Humano, por citar solo algunos ejemplos, 800 millones de personas no tienen acceso al agua potable; 8 millones mueren cada año a causa de catástrofes y enfermedades ligadas al agua; en el África Subsahariana rural, millones de personas comparten las fuentes de agua doméstica con los animales o dependen de pozos sin protección que son caldo de cultivo de agentes patógenos. La distancia media que camina la mujer en África y en Asia para recoger agua es de 6 kilómetros. El uso medio de agua es de 200 a 300 litros por persona y día en la mayoría de los países en Europa frente a los menos de 10 litros en países como Mozambique. Las personas que carecen de un acceso mejorado al agua en países en desarrollo consumen mucho menos, en parte porque tienen que portarla a lo largo de largas distancias y el agua es pesada. Para los 884 millones de personas en el mundo que viven a más de 1 kilómetro de una fuente de agua, el uso es normalmente inferior a 5 litros al día de un agua insalubre. En cualquier momento, cerca de la mitad de los habitantes de los países en vías de desarrollo sufren problemas de salud provocados por unos deficientes servicios de agua y saneamiento. Juntos, el agua sucia y un saneamiento deficiente son la segunda mayor causa de muerte infantil en el mundo. Se calcula que se pierden 443 millones de días escolares al año debido a enfermedades relacionadas con el agua…

Un territorio frágil y aislado como el nuestro tiene la obligación de convertirse en vanguardia mundial para hacer frente a esta situación y no sufrir sus dramáticas consecuencias. Ese es el camino que estamos andando.

Mostramos a la sociedad grancanaria el proyecto RENOVAGUA, un ambicioso plan que nos permite avanzar en la implantación de las energías renovables en la isla

TIEMPO DE RECONOCIMIENTOS

Este pequeño país de inmenso cielo, de inmenso mar

Esta tierra de luz y Atlántico diario

La noche del pasado viernes fue especial para Gran Canaria. Celebramos el 104 aniversario del Cabildo y rendimos tributo a las personas e instituciones que con su trayectoria han hecho y hacen de Gran Canaria una isla mejor; las que con su trabajo diario han contribuido y contribuyen al desarrollo de nuestra tierra. Este pequeño país de inmenso cielo, de inmenso mar. Esta tierra de luz y Atlántico diario, como cantan Arturo Maccanti y Juan Jiménez.

 

Teníamos muchas razones para celebrar. Los protagonistas del acto de entrega de honores y distinciones del Cabildo grancanario tienen tras de sí historias brillantes, en muchos casos desconocidas para la mayoría de la sociedad grancanaria. Y eso no es bueno. Tenemos la obligación de reconocer públicamente y con todos los honores su trayectoria, las acciones que, desde una u otra faceta, han contribuido a hacer de Gran Canaria una isla más cohesionada, solidaria e innovadora. El recuerdo de esa noche nos llena de orgullo. Al igual que tantas otras personas anónimas que se desviven por nuestra tierra, reconocíamos que estábamos ante referentes sociales de primer orden. Excelentes referentes forjados, en unos casos, en la fragua de unos valores heredados, de un legado familiar, cultural, social y económico propios de nuestra isla… Y en otros, que  procedentes de otros lugares, han dejado aquí su impronta, influyendo positivamente en nuestro acervo cultural, deportivo, científico, económico…en nuestra sociedad, consiguiendo que los consideremos también nuestros.

Su labor nos engrandece y nos hace mirar al mundo con el orgullo con el que se ve crecer aquello que se quiere y que se ve dignificado por el trabajo bien hecho. Al repasar sus historias personales es fácil comprobar que hay denominadores comunes: son perseverantes y constantes en los compromisos contraídos; generosos, porque con frecuencia han dado más de lo que recibieron o se les reconoció; originales y creativos, porque no se limitaron a repetir o reproducir sino que han innovado y contribuido a la riqueza de nuestra isla. Forman parte de un proyecto común, han aportado conciencia de isla y con estas distinciones se convierten en embajadores de Gran Canaria, que los aprecia en lo que valen. Las imágenes que del acto proyectarán los medios de comunicación hablarán, en definitiva, de gente de valía que genera autoestima colectiva. Les decía a los homenajeados del año pasado, que eran faros que proyectan la luz que nos guía. Forman parte de esa vanguardia imprescindible sin la que una sociedad carece de futuro. Si Gran Canaria se les parece, estamos de enhorabuena. Porque somos producto del esfuerzo colectivo, es tan importante fomentar nuestro sentimiento de comunidad y ser conscientes de que luchamos, creemos y nos basamos en los mismos principios éticos y humanos.

Muchas veces nos vemos atrapados por las prisas, las obligaciones y por un cierto pesimismo. Recibimos todos los días noticias negativas, sobre la economía, la sociedad y el  medioambiente. Pero esta realidad, que es innegable y que ocupa un lugar prioritario en nuestras agendas –no nos podemos olvidar de las desigualdades sociales que quiebran la convivencia- no puede hundirnos en ese pesimismo paralizante que da por perdidas todas las batallas, porque entonces si que no habrá solución. Debemos poner todas nuestras fuerzas, nuestras esperanzas, nuestras ilusiones en que, entre todos, cada cual en su ámbito de actuación, con el ejemplo de las 19 personas y organizaciones inspiradoras como las que reconocíamos, vamos a cambiar lo que no nos gusta.

Desde esta perspectiva, y desde el compromiso con el gobierno de esta isla que nos han encomendado, creemos que parte de la solución a los problemas actuales pasa por afianzar nuestra soberanía para que los recursos energéticos, alimentarios o medioambientales se conviertan en una herramienta de cohesión y de garantía de sostenibilidad. Afiancemos pues nuestro sentimiento de pertenencia a este proyecto común llamado Gran Canaria, y hagámoslo sin olvidar que es imprescindible pensar globalmente para actuar localmente.  Que es la isla de nuestra vida, que es la isla que elegimos para vivir y proyectar nuestro futuro. Aquí, en medio del Atlántico, formando parte de un increíble archipiélago y descubriendo cada día nuestra singularidad entre las cien mil islas del mundo. Traslademos este sentimiento a cada ciudadano, a cada una de las personas que aman esta tierra. Reafirmemos nuestro orgullo isleño y hagámoslo basándonos en las enseñanzas que podemos extraer de nuestros protagonistas

En conmemoraciones como la del viernes pasado es imposible no hacer mención a esa Gran Canaria que abre horizontes de progreso en la emprendeduría, en la investigación, en la educación, en la innovación, en el deporte, en el turismo, en la solidaridad, en el arte, en la moda, en las nuevas tecnologías. Unos horizontes que, afortunadamente, van más allá de nuestras fronteras naturales. Hablamos con acento canario pero nuestros rasgos son mestizos. Nos comunicamos con África, con Europa, con América para llegar a un entendimiento común, para explorar las posibilidades y oportunidades que nacen de la cooperación. La formación y la innovación deben ser ejes prioritarios. Queremos ser pioneros en el concierto internacional y tenemos el capital humano para conseguirlo. Como plantea Emilio Lledó, “ese anhelo de superación, de cultura, de cultivo es, tal vez, la empresa más necesaria en  una colectividad, en una “polis” y en su memoria”.

Mirando a quienes  rendíamos reconocimiento no dudé en  afirmar que hay motivos para la ilusión. Gran Canaria es una isla atractiva para visitantes e inversores. Las iniciativas emprendedoras se multiplican en número y originalidad. El turismo presenta indicadores para la satisfacción, aunque nunca para la autocomplacencia. La producción local se recupera en una apuesta indiscutible de apoyo a nuestro sector primario y a la consolidación de la pequeña y mediana empresa. La renovación energética nos distingue y ya nadie duda de la trascendencia de las decisiones tomadas y las posiciones defendidas. Disfrutamos de una actividad y creación culturales de primer nivel. Volvemos a ser referentes deportivos y la reciente candidatura de Risco Caído y las montañas sagradas de Gran Canaria a convertirse en Patrimonio de la Humanidad sella un tiempo de ilusión y regeneración. Y como les decía a los miembros del Consejo Nacional de Patrimonio Histórico, estas maravillas no son una mercancía. Son los rastros de nuestro ADN que el esfuerzo de algunos investigadores, el respeto de sus vecinos y la confluencia de los astros nos han permitido rescatar para afianzar los cimientos sobre los que estamos construyendo el porvenir.

Hay motivos para la esperanza también por la unidad de nuestros municipios. Desde la Isleta a Tejeda, desde La Aldea a Tirajana corren sentimientos de cooperación, de compromiso con un ideal compartido, de que Gran Canaria es un sueño realizable. No tenemos muchas oportunidades para agradecer a todas las corporaciones municipales el desvelo constante del que soy testigo. Aprovecho ahora para hacerlo. Por su parte, el Cabildo de Gran Canaria tiene la obligación de estar a la altura de estas circunstancias. Nuestra isla es un ente propio, con características que la convierten en un lugar único y es nuestro deber velar por sus intereses. Cada día luchamos por hacer oír nuestra voz que es la de la mayoría de los ciudadanos, compaginando esta difícil labor con la de mantener lazos de cooperación y colaboración con otras instituciones. Y con la sociedad civil y sus organizaciones. Todas las administraciones deben saber que pueden contar con nosotros para construir, porque no tenemos más ataduras que el interés general.

Desde el Cabildo de Gran Canaria tenemos una mirada global que nos permite observar que nuestra isla renace con el mismo carácter que, en los últimos siglos, la convirtió en referencia nacional e internacional: cosmopolita, rebelde, multicultural, laboriosa, con un fuerte sentimiento de canariedad y con la certeza de pertenecer a una comunidad insular y archipielágica.

En el acto les dije a los homenajeados que tenemos que seguir avanzando alentados por su compromiso permanente. En esto de arrimar el hombro por Gran Canaria no hay jubilación que valga. Como dejó escrito Agustín Millares: la isla siempre nos estará llamando.

Caminamos reforzados hacia un futuro que nos pertenece. Y convoco a la sociedad grancanaria a un tiempo de progreso solidario donde todas las personas ejerzan sus derechos efectivamente y en el que derruyamos los muros de la exclusión. Un tiempo de comunión con la naturaleza para que seamos capaces de transmitir íntegra nuestra biodiversidad a nuestros descendientes. Necesitamos la creación cultural, necesitamos apoyarnos en la cultura, porque como nos enseña nuestro entrañable premiado Ángel Sánchez “Un pueblo culto es, por principio, un pueblo armónico con la naturaleza, limpio y amable con su entorno”. A ese tiempo de innovación, coraje y desarrollo ecosocial estamos llamadas-os quienes vivimos y amamos esta tierra.

Como expresé hace unos días, confío que sepamos aprovechar estos momentos en que “la historia nos permite concebir sueños”. Y  no perder las ansias de futuro  de Pedro García Cabrera cuando afirma que: Las islas siempre están sobre el camino,/duermen a la intemperie y trabajan soñando,/vivaquean a solas,/aunque salgan sus montes a recibir la lluvia/y sienten a su mesa todas las lejanías./Sus playas no distinguen de pasos ni de nombres,/no permite la arena eternizar congojas,/dejarse burilar con iniciales,/tatuar su fino vientre de manzana;/son libertad que siempre está naciendo/para que nunca mueran los que siguen su ruta.

 

LA HISTORIA NOS PERMITE CONCEBIR SUEÑOS

El gobierno de la isla de Gran Canaria quiere asentarse en la modernidad, valorando la herencia que tenemos el orgullo y el deber de reconocer, de conservar, de difundir y de proteger.

Esta semana se ha celebrado en Gran Canaria el Consejo Nacional de Patrimonio Histórico de España. En su orden del día estaba previsto que se tratara la propuesta del estado español de incluir a la candidatura de Risco Caído y los espacios sagrados de montaña de nuestra isla para su designación como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Y se trató. Y se consiguió. Y se abren ahora enormes posibilidades para conseguir su declaración definitiva en 2019. Nos sentimos profundamente satisfechos. Y agradecidos por el esfuerzo y el trabajo de todos los que han batallado para hacerlo posible: Gobierno central, canario, municipios, equipos técnicos, colectivos ciudadanos y todos los grupos políticos.

Vivimos en una isla singular que atrae por su situación geográfica, por su biodiversidad, por sus condiciones naturales, por su vanguardismo y cada vez más, por su riqueza patrimonial. Tenemos la suerte de nutrirnos de tres fuentes que impregnan la cultura y la identidad grancanarias: las raíces norteafricanas presentes en nuestros primeros pobladores, que han conformado una parte importante de nuestra cultura; la vinculación europea tras la llegada de distintos pueblos a lo largo de los últimos 500 años; y la influencia latinoamericana, nacida de la emigración de tantos canarios y canarias y afianzada por la que es nuestra puerta atlántica: el Puerto de La Luz y de Las Palmas.

El gobierno de la isla de Gran Canaria quiere asentarse en la modernidad, valorando la herencia que tenemos el orgullo y el deber de reconocer, de conservar, de difundir y de proteger. Con esta afirmación no caigo en ninguna contradicción. Soy consciente del enorme poder social que supone tener un proyecto realista de transformación, sustentado en un legado riquísimo que explica en parte quiénes somos, cómo nos hemos humanizado, qué rasgos culturales aportamos al mundo.

Los grancanarios sabemos que tenemos una gran responsabilidad por la enorme riqueza patrimonial que hemos heredado. La isla, por sus condiciones orográficas, históricas y sociales, albergó las manifestaciones culturales más avanzadas de la época preeuropea. Pero su desarrollo histórico y económico permitió, además, ensayar y configurar expresiones culturales a partir del siglo XVI que adelantan las creaciones coloniales surgidas a partir de la conquista de América e incorpora manifestaciones europeas avanzadas como el racionalismo o el modernismo. Esta diversidad es la que queremos ofrecer y asegurar porque son fundamentales para tener una visión rigurosa y plural de los procesos culturales que han tenido lugar en el atlántico medio.

El periodo democrático ha sido fértil para la recuperación de cientos de manifestaciones, bienes y monumentos arqueológicos y etnográficos de enorme valor. Pero somos conscientes de que la tarea no está concluida. Se ha hecho mucho, pero nos queda mucho por hacer con un catálogo significativo que se concreta en cuevas rupestres pintadas, en grabados prehistóricos, en almogarenes, en enterramientos muy bien conservados… Hago míos  los versos de la gran poeta norteamericana Maya Angelou que hablan  de que la historia nos permite concebir sueños.

El Cabildo de Gran Canaria como gobierno de la isla (trabajando conjuntamente con el Gobierno de Canarias y los municipios) cuenta con equipos profesionales que aportan rigor, competencia y vocación para la consolidación de esta riqueza inconmensurable. Los trabajos realizados por estos expertos han sido decisivos para la elaboración del expediente de Risco Caído y los espacios sagrados de montaña de Gran Canaria,  que con tanta ilusión se ha elaborado para hacer posible su candidatura.

Esta propuesta alberga un conjunto excepcional de sitios arqueológicos y paisajes culturales bien conservados pertenecientes a una cultura insular que evolucionó de forma aislada tras la llegada de los primeros amazighs del norte de África a principios del siglo I d.C. hasta los siglos XIII y XIV, cuando los marineros del sur de Europa llegaron a las islas en busca de nuevas rutas de especias y para la trata de esclavos. Se trata, pues, de un legado admirable que expresa un proceso cultural único e irrepetible.

El sitio está concebido y solo puede entenderse en términos de su visión cosmológica. Este carácter singular determina la configuración de un hábitat troglodita único y de sitios ceremoniales presididos por impresionantes sucesos geológicos naturales, cuyos elementos más básicos se han conservado intactos hasta nuestros días. El carácter complejo de los marcadores astronómicos, en particular Risco Caído y Roque Bentayga, constituyen un hito sin precedentes en las antiguas culturas insulares. Su excepcional valor radica en cómo una sociedad proto-estatal, aislada y con tecnología muy limitada, pudo alcanzar un conocimiento tan avanzado de la astronomía como el expresado en su calendario y en cómo trataba con conceptos astronómicos abstractos como los equinoccios. El santuario y marcador astronómico de Risco Caído representa una obra maestra arquitectónica. Única, tanto por su diseño como por su operatividad. Los elementos  estructurales y simbólicos que  contiene son originales. Este sitio puede y debe ser visto como un fenómeno único y extraordinario en la evolución de la arquitectura de roca de los primeros habitantes de la isla y como un innovador marcador que encarna la cosmología antigua y el simbolismo sagrado en el contexto de las antiguas culturas insulares de nuestro planeta.

Ya hablaba de ello en 1590 Leonardo Torriani en su descripción del reino de Canaria y de las Afortunadas: “En el interior de la tierra hay muchos pueblos, aunque pequeños y poblados por pocas gentes. La fertilidad de la isla es grande, de modo que, sin mucho labrar y cultivar, como más adelante se dirá, produce trigo, cebada, vino, azúcar y cualquier otra clase de fruta, y carne en abundancia. Se hallan en ella restos de edificios antiguos, tan bien labrados y conservados, que provocan a suma maravilla a quien los ve; quizá sean los restos de los mismos edificios de que hace mención Plinio”.

Con esta riqueza en nuestro territorio, el Cabildo de Gran Canaria acordó por unanimidad de todas las fuerzas políticas presentes en la Corporación, la elaboración de un Plan Integral de actuaciones que encargó a su Consejería de Cultura. Y se actuó diligentemente. Desde el momento en que Risco Caído y los espacios sagrados de montaña de Gran Canaria se incluyen en la Lista Indicativa del Estado Español para su futura declaración como Patrimonio Mundial, se estableció un intenso programa de protección, conservación, investigación, difusión, proyección e implicación social e institucional y de gestión integral con la idea de generar un nuevo recurso estratégico para la isla de Gran Canaria. Este Plan ya ha culminado. Durante los próximos cuatro años se desarrollará la segunda fase de consolidación y proyección del Monumento.

La propuesta que esta semana ha evaluado el Consejo Nacional  reunía todas las garantías técnicas por los trabajos previos de exploración y de investigación en todos y cada uno de los complejos arqueológicos afectados, a saber: Risco Caído. Risco Chapín, Mesa de Acusa y Sierra del Bentayga. Quiero compartir con ustedes también la satisfacción que me produce como presidente del Cabildo de Gran Canaria, el que este proyecto se haya desarrollado de una manera transversal e integrado por todas las consejerías del gobierno insular, por los municipios afectados, Artenara, Tejeda, Gáldar y Agaete y en perfecta coordinación con la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno Canario. Así se garantizó siempre la incorporación de las perspectivas jurídica, territorial, arquitectónica, cultural, económica y social en las actuaciones realizadas.

Pero probablemente lo que más satisface al presentar esta solicitud de inclusión en la lista indicativa de estos espacios sagrados de montaña, es que se trata no solo de una solicitud avalada por dos instituciones representativas, como son el Gobierno Canario o el Cabildo de Gran Canaria, sino que es una solicitud de la sociedad grancanaria y canaria en general, expresada en los medios de comunicación, en las redes sociales, en los apoyos de la sociedad civil organizada, en los acuerdos de las dos universidades canarias y de todos los ayuntamientos de la isla. Afortunadamente la sociedad ha comprendido la enorme trascendencia de lo que hoy debatimos aquí y se siente implicada.

La revalorización social de nuestro patrimonio histórico y su proyección internacional es coherente con el modelo de isla que deseamos transformar. Estamos comprometidos con un modelo de ecoisla que haga de la sostenibilidad su seña característica. La recuperación del sector primario, el cambio energético, la diversificación económica, la innovación tecnológica, un nuevo modelo turístico que valore el conjunto de nuestro territorio, la participación ciudadana, son los vectores de progreso por los que trabajamos.

Estoy seguro que entienden ahora mejor la importancia del papel que juega nuestro bagaje cultural en la consideración y la autoestima de un pueblo atlántico y tricontinental como el nuestro, que quiere ganar el siglo XXI. Vivimos Risco Caído y los espacios sagrados de montaña como una joya que tenemos la obligación de preservar y ofrecer a la Humanidad para que investigue, conozca y disfrute con estas señas únicas de la evolución de esta misma Humanidad. Gran Canaria abierta y solidaria con la historia de la civilización.

Estas maravillas no son una mercancía. Son rastros de nuestro ADN que el esfuerzo de algunos investigadores, el respeto de sus vecinos y la confluencia de los astros nos han permitido rescatar y llegar a tiempo de sellar el compromiso de que lo valore y proteja la humanidad . Deseamos contribuir humilde, pero firmemente, a que la cultura de los antiguos canarios de Gran Canaria y, por extensión, de Canarias se afiance como nuevo paradigma mundial de las culturas del pasado en el planeta. Por su excepcionalidad y por el papel que tuvo en alguno de los grandes contextos de la historia mundial como en la expansión de las grandes civilizaciones mediterráneas y en la expansión europea con la conquista de las islas.

DEPORTE, TURISMO, ECONOMÍA…

Presentamos ante los medios de comunicación un acuerdo entre el Cabildo de Gran Canaria y la ACB que traerá a nuestra isla dos acontecimientos deportivos baloncestísticos de primer nivel

Esta semana presentamos ante los medios de comunicación un acuerdo entre el Cabildo de Gran Canaria y la ACB que traerá a nuestra isla dos acontecimientos deportivos baloncestísticos de primer nivel: la Supercopa 2017 y la Copa del Rey del 2018. Gran Canaria será dos años seguidos capital del baloncesto español, algo que no solo movilizará a los aficionados de Canarias y de fuera, sino que también tendrá un importante impacto económico y mediático y, por tanto, de promoción de nuestra isla en el exterior.

En el convenio para los próximos tres años, que tuve la ocasión de presentar, junto al consejero del área Ángel Víctor Torres y el presidente de la ACB Francisco Roca, además de la celebración de estos dos grandes eventos, incluye una agenda de otras propuestas: el programa escolar ACBNext, que acercará los valores del baloncesto y la convivencia a más de 200 colegios de la isla; un programa social para establecimientos asociados a la Liga Endesa en el que participarán 400 establecimientos de hostelería y restauración que se comprometen a emitir baloncesto y tendrán un distintivo propio, programas de actividades, etc; se pondrá en marcha un programa de Baloncesto Playa para promocionar este deporte a la orilla del mar y  también nuestros recursos medioambientales y atractivos turísticos; se organizarán sesiones de trabajo con jugadores noveles destacados de cada club de la Liga Endesa para compartir destrezas, perfeccionamiento y los significados del baloncesto profesional; se creará una competición con clubes infantiles locales, españoles y de seis nacionalidades distintas de diferentes lugares del mundo… Esto supondrá posicionar a Gran Canaria como isla de referencia del baloncesto infantil.  El propio presidente de la ACB Francisco Roca reconocía el lunes pasado en la rueda de prensa que “Gran Canaria es pionera en este tipo de actividades complementarias. A partir de ahora seguiremos este modelo para devolver a la sociedad todo lo que nos ha dado y lo que nos está dando”.

 

El presupuesto destinado a estos eventos por el Cabildo de Gran Canaria revertirá en la sociedad isleña en su mayor parte ya que la organización se compromete a contratar aquí los bienes y servicios que se puedan requerir para desarrollar las actividades de este convenio.

Desde que llegamos al gobierno del Cabildo de la isla dejamos claro que la aportación de dinero de la institución a un equipo de baloncesto o a una orquesta debe servir para que el deporte y la música  lleguen a los más pequeños, para que toda la sociedad (no solo los aficionados) se beneficie de esa contribución. La difusión entre los escolares es una proyección de futuro. Se genera cantera, formación. Pero el acuerdo con la ACB  para celebrar en Gran Canaria la Supercopa 2017 y la Copa del Rey en 2018 es, insisto, una inversión también con resultados a corto plazo debido a la promoción exterior de nuestra isla y a los visitantes que atraerán estos acontecimientos. Como ejemplo sirva la Copa del Rey que se celebra en Vitoria: se estima que cerca de 8.000 visitantes irán a la capital vasca y 400 periodistas se han acreditado para narrar desde Euskadi esta competición que se difundirá a 140 países diferentes. El impacto en la capital alavesa y en toda la provincia podría ser de 17 millones de euros. Estamos seguros de que en Gran Canaria el impacto de estas dos celebraciones de baloncesto será mucho mayor frente a los 3,2 millones de euros de aportación que hace el Cabildo para el total de la propuesta.

Quizá ya nos hemos acostumbrado a la importante oferta cultural y deportiva que tenemos en Gran Canaria y no terminamos de valorarla. Pero los que ya peinamos canas recordamos que hasta hace un par de décadas los estudiantes universitarios grancanarios que residían en Madrid provocaban la envidia de quienes se quedaban aquí cuando contaban las obras de teatro, los acontecimientos deportivos o los grandes conciertos que podían disfrutar en la capital española.

Hoy en nuestra isla disfrutamos fútbol de primera división, a los equipos de la ACB y podemos gozar con los conciertos de Elton John, Pablo Milanés, Jorge Drexler, Melendy, Julieta Venegas, Julio Iglesias, Leiva, Efecto Pasillo… En el teatro Cuyás tendremos en los próximos meses a Maribel Verdú, Verónica Forqué, Blanca Portillo, Mari Carmen Sánchez, Maykol Hernández, Marta Viera, Juan Mayorga, Josep María Flotats, Alfredo Sanzol, el Ballet de Víctor Ullate…

En estos años en los que se han impuesto las políticas de austeridad, algunos gobiernos han visto el deporte o la cultura como gastos prescindibles. Craso error. Son una apuesta fundamental para el presente y para el futuro. No se puede concebir el deporte como un negocio de unos pocos o un instrumento de evasión de las masas, se trata de una herramienta para la difusión de valores como el trabajo en equipo, la solidaridad, la salud psíquica y física, el esfuerzo, la participación popular, el amor y respeto a la naturaleza… Por su parte, la cultura aporta, además, a la sociedad, un sentido crítico y la posibilidad de analizar las cosas que pasan para transformar este mundo.

Disfrutamos de unas instalaciones deportivas y culturales del máximo nivel y de forma descentralizada en todos nuestros municipios. Contamos con profesionales y técnicos bien formados que orientan y preparan de forma eficaz a nuestros jóvenes. Las familias y la sociedad en general reconocen su importancia y las instituciones sabemos que forman parte de la receta de la Gran Canaria moderna que aspiramos a desarrollar.

Johan Huizinga, una autoridad mundial en la sociología del deporte, autor de “Homo ludens”, afirma que “la verdadera cultura nace en forma de juego”. No hay nada más emocionante que ver a miles de niños, jóvenes y mayores practicando deporte cada día en los pabellones, piscinas, terreros de lucha, campos de fútbol, en nuestro mar o en los parques biosaludables instalados en los distintos rincones de esta isla. Pura socialización y rito ancestral que permanece. La semana pasada en la final de la Liga del Cabildo de Lucha Canaria vivimos en el Gran Canaria Arena una auténtica fiesta de deporte e identidad.

Las alegrías que proporcionan los triunfos y la práctica deportiva refrendan un sentimiento de orgullo y arraigo a una Isla que hace un esfuerzo enorme por convertirse en referencia europea con todos los merecimientos. Pero el deporte, a través de cualquiera de sus manifestaciones, constituye también uno de los sectores con mayor importancia y proyección económica para Gran Canaria. En este sentido cabe señalar también su clara interrelación con el turismo: se ha convertido en un marketing territorial de singular importancia unido a la UD Las Palmas, el Herbalife Gran Canaria, el Rally Islas Canarias, la Transgrancanaria, el balonmano y el baloncesto femenino, los maratones, el deporte activo, la vela… y tantas otras actividades… Son elementos de consolidación y atracción para quienes nos visitan…Son universos de modernidad, alegría, fiesta, disfrute del clima y el paisaje… que hablan extraordinariamente bien de Gran Canaria. Y proyectan a nuestra Isla de manera positiva. La internacionalizan. Y la hacen más atractiva. En estos días presentamos en Madrid la filosofía de la isla europea del deporte con la participación de las áreas de turismo y deportes. Juntas han instalado una carpa en Vitoria durante la celebración de la Copa del Rey. Un binomio para el turismo activo y la potenciación del deporte en Gran Canaria. El 17% de los turistas que nos visitan reconocen realizar turismo activo, practicar deporte disfrutando de nuestra naturaleza.

El deporte es una palanca de desarrollo y de identificación popular indiscutible. Puede estar  orientada al beneficio particular o al desarrollo colectivo. Este Cabildo de Gran Canaria quiere que ganemos todos. Y hoy podemos decir con satisfacción que en Gran Canaria podemos presumir de contar ya con una importante y potente industria deportiva, que crea empleo y que contribuye a tener una sociedad más sana y más crítica.

2017, EL AÑO DEL TURISMO SOSTENIBLE

El gran objetivo es reforzar el liderazgo de Gran Canaria como destino de calidad

La Asamblea General de las Naciones Unidas ha aprobado la designación de 2017 como el Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo. La resolución, aprobada el 4 de diciembre, reconoce “la importancia del turismo internacional y, en particular, de la designación de un año internacional del turismo sostenible para el desarrollo, para promover una mejor comprensión entre los pueblos en todas partes, conducir a que se tome una mayor conciencia de la riqueza del patrimonio de las diversas civilizaciones y llevar a una mejor apreciación de los valores inherentes de las diversas culturas, contribuyendo así al fortalecimiento de la paz en el mundo”.

 

“La proclamación por parte de las Naciones Unidas de 2017 como el Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo es una oportunidad única para ampliar la contribución del sector del turismo a los tres pilares de la sostenibilidad (económico, social y del medio ambiente), así como para aumentar la concienciación sobre las verdaderas dimensiones de un sector que se suele infravalorar”, afirmó el secretario general de la Organización Mundial del Turismo, Taleb Rifai.  Esta decisión se suma al reconocimiento por parte de los líderes mundiales en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible (Río+20) de que “el turismo bien concebido y bien gestionado” puede contribuir a las tres dimensiones del desarrollo sostenible, crear empleo y generar oportunidades comerciales.

Esta designación llega en un momento particularmente importante, en el que la comunidad internacional adopta la nueva Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), aprobados por la Asamblea General de las Naciones Unidas el pasado mes de septiembre. El turismo figura en las metas de tres de los ODS: el Objetivo 8: promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos; el Objetivo 12: consumo y producción sostenibles y el Objetivo 14: conservar y utilizar sosteniblemente los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible.

La OMT, pretende, siguiendo esos objetivos, impulsar cinco áreas clave: crecimiento económico sostenible; inclusión social, reducción de la pobreza y creación de empleo; eficiencia de recursos, protección medioambiental y cambio climático; valores culturales, diversidad y patrimonio; y seguridad, paz y cooperación. Ya la OMT había avanzado anteriormente en esta línea junto a la Agencia Internacional de las Energías Renovables (IRENA) al aprobar la declaración conjunta sobre “Las energías renovables y el turismo en las islas” y presentado con otros socios la iniciativa “Hoteles con Consumo de Energía Casi Nulo (neZEH)”. Una apuesta clara por la sostenibilidad y las energías renovables frente a las fósiles.

Son los conceptos que defendemos. Son los elementos estratégicos que figuran en nuestro proyecto de trabajo y en ese modelo de ecodesarrollo que pretendemos para Gran Canaria en el que estamos trabajando. Queremos crear así condiciones para que el destino Gran Canaria siga siendo atractivo e insustituible cuando cambien las circunstancias y la competencia se recrudezca. Es posible que hoy tengamos más claro que hace una década cuáles son nuestras fortalezas, las que nos hacen ser el destino preferido de más de cuatro millones de turistas europeos. Pero también debemos reconocer nuestras debilidades para reducirlas y, si es posible, eliminarlas.

El gran objetivo es reforzar el liderazgo de Gran Canaria como destino de calidad. Y el procedimiento es mantener el trabajo colaborativo y participativo que dinamiza el Patronato de Turismo de Gran Canaria donde todas las instituciones públicas y los agentes privados han tenido y seguirán teniendo la posibilidad de proponer, revisar, intervenir en el diseño y ejecución de la política turística que revaloriza la posición de Gran Canaria. La elaboración del Plan Estratégico Gran Canaria 2016-2020, presentado recientemente, es la demostración de que, aunando esfuerzos, aprovechamos mejor nuestro valor añadido.  Es la gran la apuesta que el gobierno de la Isla está haciendo por el desarrollo del turismo, desde la información, la investigación y la planificación.

Desde el Cabildo lideramos y promovemos una política turística en la que la promoción del destino, la cualificación de profesionales y empleados, la diversificación de la oferta y la renovación de la planta alojativa y de los espacios y equipamientos públicos juegan un papel fundamental.  Que es un objetivo prioritario se hace patente con la decisión de incrementar en un 12 % el presupuesto de la Consejería de Turismo que hemos incluido en los presupuestos para 2017.

Pero no podemos confundirnos. La política turística no puede ser exclusivamente sectorial, ni parcializada. En una isla en la que el sector turístico representa el 32 % de nuestro PIB de forma directa y más del 70 % de forma indirecta, la intervención tiene que ser integral. Al turista le interesa la seguridad, la calidad medioambiental, las posibilidades de ocio, nuestro patrimonio histórico, la oferta cultural y de salud, la profesionalidad de la atención, la paz social…

Por eso decimos que la política de conservación del territorio es relevante para quienes vivimos aquí y para los que nos visitan. La definición de una apuesta decidida por la soberanía energética basada en energías limpias mejora nuestra vida y el destino turístico. La preservación de nuestro paisaje y nuestros valores culturales también es un apoyo al desarrollo turístico. La apuesta por la soberanía alimentaria estabiliza nuestra población rural, consolida nuestro medio natural y mejora la calidad de la oferta. El avance en todas las dimensiones del modelo de ecoisla que estamos impulsando va a tener en el sector turístico uno de los principales beneficiarios. Tenemos dirección, complicidad y estrategias para ganar la próxima década.

El Cabildo de Gran Canaria, en colaboración con los ayuntamientos turísticos, tiene programada una inversión para los próximos tres años que ronda los 40 millones de euros en diversas actuaciones que mejorarán y potenciarán el destino insular.

Y todo debe redundar en la creación de nuevos empleos y en la mejora de las condiciones de trabajo. Y debe abrir la posibilidad de crear trabajo para nuestros jóvenes. Nos duele especialmente que las tasas de ocupación y el desarrollo del sector no estén representando un empleo suficiente de este colectivo juvenil. Cuando tenemos la generación mejor preparada de nuestra historia no podemos permitir la fuga de profesionales muy formados o la permanencia en el paro de cerca del 50 % de nuestra población joven.

La Estrategia Integral de Turismo de Gran Canaria que acabamos de presentar orienta la promoción, influye en los factores de competitividad, prioriza la sostenibilidad y programa la intervención coordinada de las políticas públicas y la iniciativa privada. Y define 12 objetivos de referencia: aumentar el gasto del turista en nuestra isla; incrementar los ingresos totales del turismo; prolongar su estancia media; ampliar el índice de repetición; mejorar el índice de satisfacción de los visitantes; modernizar la oferta; perfeccionar la empleabilidad y crear más empleo, implantando sinergias con el empresariado: optimizar la gestión de recursos naturales y energéticos y la conciencia medioambiental; incrementar la posición de la marca Gran Canaria; equilibrar la distribución territorial del PIB turístico; perfeccionar la rentabilidad de los servicios turísticos y conservar y difundir el patrimonio natural y cultural de manera sostenible.

Estos objetivos se concretan en 6 programas operativos enmarcados en un Plan de Infraestructuras y Paisaje, un Plan Anfitrión, para conseguir un trato excelente y de calidad, un Plan de Buena Gobernanza (formación, lucha contra el furtivismo…), un Plan de Excelencia y Calidad, un Plan de I+D+i para la eficiencia, el marketing y la comercialización y un Plan de Promoción Exterior y Conectividad.

Estamos convencidos que visitar Gran Canaria significa gozar de mil oportunidades ligadas a una propuesta de desarrollo sostenible. Nuestra tarea común consiste en acercar al turista a esa experiencia y asegurar que por la satisfacción se convierta en un apasionado de nuestra Isla. Y que comparta con los grancanarios los logros de un modelo de desarrollo y de futuro en el que creo firmemente.

 

MUJERES Y SOBERANÍA ALIMENTARIA

Por primera vez en su historia el Cabildo de Gran Canaria cuenta con una consejería de Igualdad que quiere poner el acento en las políticas en contra de la discriminación de la mujer.

El pasado fin de semana se celebró en Moya el Primer Encuentro Canario de la Mujer Agraria. Más de medio centenar de agricultoras y ganaderas se dieron cita en unas jornadas de reflexión, debate y reivindicación de los derechos de nuestras campesinas, cuyo trabajo en la tierra y en la familia  ha tardado en reconocerse en Canarias y en el mundo. En diciembre de 2007 la Asamblea General de la ONU acordó celebrar cada 15 de octubre el Día Internacional de la Mujer Rural con el objetivo fundamental de reconocer “la función y contribución decisivas de la mujer rural, incluida la mujer indígena, en la promoción del desarrollo agrícola y rural, la mejora de la seguridad alimentaria y la erradicación de la pobreza rural”.

 


El encuentro, que contó con el respaldo del Cabildo de Gran Canaria y del ayuntamiento de Moya fue posible gracias al trabajo de la Confederación de Mujeres del Mundo Rural (CERES) de Gran Canaria. La existencia de esta organización, en la que también están implicadas mujeres jóvenes de nuestros campos, es una prueba de que están dando pasos importantes a favor de la igualdad y que es una evidencia que en un futuro no muy lejano ocuparán el papel protagonista que se merecen. Precisamente el pasado 1 de mayo volvió a abrir la Casa del Queso de Gran Canaria, propiedad del Cabildo, que ha  cedido su gestión a CERES. Con la colaboración del ayuntamiento de Guía esta Casa del Queso servirá para difundir el trabajo de nuestras queseras, con visitas de escolares y turistas y talleres de formación.

 

 

En la inauguración del encuentro aproveché mi intervención para agradecer el trabajo que ha realizado en los últimos 20 años la Asociación Insular de Desarrollo Rural de Gran Canaria (AIDER), que desde su fundación contempla la perspectiva de género y el apoyo a la igualdad en las poblaciones rurales de nuestra isla. AIDER ha sido y es un referente en la lucha por los derechos de las mujeres y del medio ambiente. El desarrollo de muchas zonas de nuestra isla que sufrían las consecuencias del abandono de las tierras ha sido posible gracias a la presencia y lucha inteligente y dinamizadora de la gente de AIDER.

 

 

Quienes venimos del mundo rural conocemos el papel protagonista de las mujeres en nuestras vidas. Décadas antes del reconocimiento de la ONU, nuestras campesinas ya eran trabajadoras sin horarios. Las veíamos haciendo quesos, dando de comer a los animales, lavando la ropa en las acequias, preparando la comida, fabricando los utensilios con manos artesanas, cosiendo la ropa por la noche, haciendo el pan de madrugada… Las veíamos, pero eran invisibles desde el punto de vista social.

 

 

La historiadora Saro Bolaños escribió el libro “Mujer y aparcería”, en el que cuenta el importante papel de la mujer rural en el sureste de Gran Canaria: “Las mujeres son las  responsables de la mayor parte del alimento que se produce en el mundo, lo que supone una contribución al trabajo agrícola esencial. Es curioso observar, además, como a muchas mujeres que realizan trabajos dentro del hogar y también fuera de la casa, especialmente en la agricultura, se las siguen considerando desdeñosamente como ‘ayuda familiar’. “ En la aparcería, cuando el dueño de la tierra contrataba a un agricultor sabía que contrataba a su esposa y a sus hijas, pero el sueldo solo iba para el hombre. Una de las invitadas al Encuentro de Mujeres Agrarias, la profesora de Sociología de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Nasara Cabrera Abu, manifestó que hasta ahora la mujer del mundo rural ha dedicado al trabajo más del doble de tiempo que los hombres. Sin embargo en el 75% de los casos las mujeres aparecen como “ayuda familiar” en las explotaciones agrarias, lo provoca que no tengan los mismos derechos que los hombres.

 

 

Para cambiar esa situación, en el encuentro de Moya se habló de la creación de un estatuto de la mujer agraria de Canarias, que garantice los derechos sociales y laborales de nuestras campesinas. Derechos tan importantes como la independencia económica o el derecho a una pensión de jubilación. Las mujeres agrarias de Euskadi ya cuentan desde octubre del año pasado con el “Estatuto  de las Mujeres Agricultoras” que contempla importantes medidas para garantizar la propiedad o la titularidad compartida de las explotaciones agrícolas, para combatir la discriminación de las mujeres, medidas de conciliación laboral y familiar, de promoción de la salud y de protección frente a la violencia de género o el acoso sexista.

 

 

Las condiciones de los contratos, las diferencias de salarios, los cambios del clima o la incertidumbre de las cosechas y de los mercados, golpean con mayor dureza a nuestras campesinas. Aunque hay que reconocer que en Canarias también se han logrado avances gracias a las luchas protagonizadas en Gran Canaria por nuestras aparceras. Hemos pasado de trabajadoras sin salario a otras que son gerentes de bodegas o de queserías que han recibido reconocimientos internacionales, o que tienen un papel fundamental en la creación de cooperativas agrícolas. Se ha dicho que la revolución de las mujeres fue la seña de identidad del siglo XX, pero seguimos en deuda con ellas porque desde el nacimiento hasta nuestra madurez, nos aportan vida, cuidado, lucidez, generosidad, lucha, trabajo y no reciben a cambio el trato igualitario que merecen.

 

 

Por primera vez en su historia el Cabildo de Gran Canaria cuenta con una consejería de Igualdad que quiere poner el acento en las políticas en contra de la discriminación de la mujer. Este encuentro de mujeres agrarias también ha sido una oportunidad para manifestar nuestro compromiso con la defensa de la agricultura. Gran Canaria, su paisaje, su economía, sus costumbres, su folklore, su historia o su identidad, no se entienden sin recordar el papel que el cultivo de las plataneras, de los tomateros, de las papas, de las verduras o de las hortalizas, ha tenido para nuestra organización social, para nuestra vida cotidiana, en el último siglo. Pero no olvidemos que desde la Conquista, nuestra historia se ha contado como la sucesión de sucesivas plantaciones como la caña de azúcar, o el tabaco o la cochinilla que determinaron la forma de vivir de las canarias y canarios durante siglos. La agricultura ha configurado nuestra forma de ser y el Gobierno Insular grancanario está decidido a la recuperación del sector primario y a desarrollar medidas para avanzar en la soberanía alimentaria. No podemos seguir importándolo todo y dejando secar nuestros campos.

 

 

La agricultura sigue teniendo una importancia decisiva en economías no industriales como la nuestra, por su contribución sustancial a los ingresos por exportación, al empleo y a la producción de productos de consumo internos. Tenemos unas condiciones envidiables para recuperar la actividad agrícola, para alcanzar ese 50% que,  considera la FAO, debemos conseguir en un territorio insular. De entre ellas destaco cuatro:  un clima que nos permite una  gran diversidad de producciones; una  disponibilidad de agua para riego como nunca la habíamos tenido;  mano de obra y empresas cualificadas que pueden garantizar un incremento de la productividad y, por último, millones de consumidores que residiendo en Canarias o visitándonos como turistas pueden preferir nuestros productos a los importados. Me gusta Gran Canaria, una feria extraordinaria en torno a este sector que estamos viviendo este fin de semana, es además el lema de una campaña que intensificaremos en los próximos días y es un ejemplo que expresa lo que sentimos y  lo que creemos.

Trabajamos para conseguir esa ecoisla sostenible que soñamos; un sueño al que se apuntaron la mayoría de los grancanarios y grancanarias que nos mostraron su confianza. El cambio es posible si conjugamos participación, innovación y solidaridad. Quiero mostrar mi agradecimiento a todas las personas que hicieron posible el Primer Encuentro de Mujeres Agrarias,  a todas las mujeres rurales que se acercaron a Moya para reivindicar la visibilidad que se les ha negado durante siglos, para (recogiendo los versos de la poetisa Mercedes Pinto de su poema Rebelión) “deshacer torres de prejuicios”, y para “hacer mariposas con las hojas de las leyes antiguas”. Es tiempo de que las mujeres escriban una historia que está llena de tantas páginas en blanco. Porque una historia que ha ignorado a las mujeres, y de forma especial a las de nuestro campo, es una historia que está por escribir.

PARTICIPACIÓN CIUDADANA Y DEMOCRACIA

Solo con la implicación de todos y todas podremos lograr que Gran Canaria,  también al hablar de democracia,  sea una isla de primera.

Esta semana inauguramos en el Cabildo de Gran Canaria la “Iª Conferencia sobre Democracia y Ciudadanía”, un espacio que pretendemos se convierta en un referente en Canarias para el debate sobre la inclusión de la participación ciudadana en el desarrollo de las políticas públicas. Con este foro respondemos a una creciente demanda de la sociedad por participar de manera activa en los asuntos públicos, más allá de los cauces tradicionales de participación en la vida política.

 

En nuestro programa de gobierno nos comprometimos a fomentar la participación ciudadana y  ya en mi discurso de investidura insistí en denunciar que uno de los problemas políticos de nuestra época es el secuestro de la democracia por parte de los que se dedicaron a saquear las arcas públicas nada más llegar al poder. Además de esa ruptura en el eslabón de la representación popular dije que había otra importante: la quiebra de todas las vías de participación ciudadana. Señalé que “la democracia ha sido despojada de todos sus atributos para verse convertida en el mero acto de depositar el voto una vez cada cuatro años”, (hoy tendría que añadir una vez cada seis meses por la resignación y el cainismo de las fuerzas progresistas). Añadí en el discurso que “sostengo que nuestra democracia está en vías del secuestro absoluto y que nuestra sociedad debe reaccionar para recuperar el terreno perdido. Tenemos que propiciar que la gran mayoría se inquiete por lo que importa”.

Desde el área de Participación Ciudadana del Cabildo (creada por primera vez por el actual gobierno progresista y que dirige Juamma Brito) se hizo un diagnóstico de la situación en los 21 ayuntamientos de Gran Canaria y se vio que desgraciadamente son muy pocos los municipios que cuentan con reglamentos de participación ciudadana y que en las últimas décadas hayan realizado asambleas vecinales cada año para debatir las políticas municipales. Vengo de una tradición política de participación vecinal en el ámbito municipal. Y estoy convencido de que esta es la senda por la que debemos seguir transitando. Y aceptar, además, que los tiempos han cambiado y las nuevas tecnologías y las redes sociales nos permiten incorporar recursos que pueden avanzar en la democracia directa.

Pero no es suficiente con la voluntad política que estamos demostrando con nuestro trabajo en este primer año de gobierno, hay que contar con recursos humanos, con formación del personal, con cambios de actitudes tanto en las administraciones públicas como en la ciudadanía. El filósofo Josep Ramoneda, en el artículo “Democracia descafeinada”, defiende que hay que “evitar que las fracturas de diversa índole: generacionales, culturales, laborales, territoriales, económicas y morales, se enquisten y conduzcan inevitablemente al autoritarismo posdemocrático, en que la política quede reducida a la función de policía al servicio de intereses de unos pocos convertidos en intereses generales a través de nuevas formas de violencia”. El intelectual catalán dice que “si la política democrática debería ser el poder de los que no tienen poder, ¿qué proponen nuestros candidatos para poner límites al enseñoramiento del poder financiero sobre nuestras sociedades? Y si el universo digital es el futuro: ¿Cómo se afronta la educación para evitar un nuevo analfabetismo y qué se hace para impedir que en nombre de la transparencia se rompan los muros del espacio privado?”

Internet es una potente herramienta para el desarrollo y la comunicación, pero tiene sus inconvenientes. Por eso en esta I Conferencia Anual sobre Democracia y Ciudadanía, que comenzó esta semana, planteamos reflexionar sobre “Internet y el futuro de la democracia”. Hemos escogido este tema porque una de las apuestas más fuertes de este gobierno va a consistir en la puesta en marcha de una herramienta de participación digital que va a suponer un antes y un después en la manera en la que la ciudadanía se relacione con la institución.

Pero todo este proceso corre el riesgo de fracasar sin la implicación y la reflexión conjunta con la sociedad civil. Internet no es neutra. De hecho, la mayor parte de las herramientas que utilizamos habitualmente, a las que incorporamos nuestros datos personales, pertenecen a grandes corporaciones multinacionales que no dudan en venderlos a otras empresas o incluso a gobiernos. Muchas de las personas que hemos invitado a este foro tienen una visión crítica de internet, nos ayudan a ver las ventajas de la red a la hora de abrir cauces a la participación y a la movilización social, pero también a tener presente quiénes están detrás de internet y sus intereses por controlar los datos personales, uno de los grandes negocios del siglo XXI que se realiza a costa de nuestra intimidad.

La coordinadora del área de investigación sobre Internet, Política y Procomún en la Universidad Autónoma de Barcelona,  Mayo Fuster,  y el catedrático en Ciencia Política, Joan Subirats, consideran que “No hay esfera social, económica o política en la que Internet no tenga un papel significativo y esté transformando las condiciones en las que antes se operaba”. En un artículo titulado “Gobierno abierto y políticas públicas” defienden que “Los retos en el escenario de la gestión pública están muy relacionados con los temas de transparencia, control y evaluación desde una perspectiva ciudadana y no estrictamente interinstitucional. La palanca de cambio del funcionamiento de las Administraciones Públicas no está en la mejora interna de su funcionamiento, por importante que ello sea, sino en su capacidad de servir y responder a las necesidades públicas; y para ello transparencia, control y evaluación resultan estrategias imprescindibles.”

En esa línea estamos trabajando desde el gobierno del Cabildo de Gran Canaria. Queremos que la unidad de Participación Ciudadana se convierta en un referente para el resto de instituciones y esté en permanente diálogo con la sociedad civil. En su primer año, además de organizar diversas acciones de sensibilización y empoderamiento con los hombres y mujeres de esta isla y los ayuntamientos, hemos puesto en marcha un plan de subvenciones específico para promover proyectos de participación ciudadana. Vamos a presentar a todos los grupos políticos de la corporación el primer reglamento de participación ciudadana para recabar sus aportaciones. Quiero aprovechar este artículo para invitar a todos los ciudadanos y ciudadanas a implicarse en las organizaciones sociales, vecinales, políticas, sindicales, empresariales, en los órganos de participación de los ayuntamientos…

Frente al discurso nada inocente que repite: “todos los políticos son iguales”, “soy apolítico” o “no me interesa la política” (Franco decía, “hágame caso, no se meta en política”), proponemos el empoderamiento ciudadano, porque la alternativa es dejar que tomen las decisiones por nosotros determinadas élites que defienden solo sus intereses. Como dijo el escritor Antonio Lozano en el discurso que pronunció cuando recibió el premio “Ser Canario” de la Cadena SER: “La democracia nos está siendo secuestrada. Si algo ha dejado claro esta crisis, es que quienes la han gestionado se han puesto al servicio de los verdugos y no de las víctimas. Han dejado de ejercer el poder que emana de las urnas, puesto que actúan en contra de quienes los han elegido. Han convertido el mundo en un galimatías indescifrable y han contribuido a abrir más y más la brecha entre los que todo lo tienen y los que nada poseen.”

Nuestra apuesta por la participación ciudadana en el Cabildo va más allá de la utilización de las nuevas tecnologías para las gestiones que tienen que ver con la corporación insular. Lo que pretendemos es que la ciudadanía participe en las decisiones que nos afectan. Solo con la implicación de todos y todas podremos lograr que Gran Canaria,  también al hablar de democracia,  sea una isla de primera.