Portada Antonio Morales


La responsabilidad de un tercer mandato

El pasado sábado tuvo lugar el pleno de constitución del Cabildo de Gran Canaria y  mi toma de posesión, por tercera vez, como presidente del Cabildo de Gran Canaria. “Gracias Gran Canaria” fueron mis primeras palabras. Gracias por la confianza renovada, por el esfuerzo compartido y por la complicidad sostenida durante estos ocho años que, aunque muy duros,  han sido apasionantes y fructíferos.

Solo puedo devolver tanto afecto y compromiso prometiendo, una vez más, mi lealtad insobornable a las necesidades y derechos de cada una de las grancanarias y grancanarios que compartimos la pasión de vivir en la isla de nuestra vida.

No tengo espacio para referirme a las miles de personas que me gustaría citar por su nombre, darles un abrazo y repetirles que asumo este nuevo mandato como presidente del Cabildo de Gran Canaria con fuerzas e ilusión para devolver con dedicación, cercanía y pasión tantas esperanzas confiadas. Las 90.281 personas que votaron a la candidatura que encabezaba tienen todo mi agradecimiento, aprecio y consideración. También las que votaron a otros grupos porque expresan una conducta cívica y comprometida con el Cabildo, con la isla y con la democracia.

Gobernaremos para todos y todas y tengan la seguridad de que todos los grupos políticos presentes en esta institución, porque así lo ha decidido la ciudadanía, ejercerán  sus responsabilidades como oposición con los recursos y el respeto que así se establecen en un estado de Derecho

La tarea de transformación de Gran Canaria, que la ciudadanía ha reconocido, no hubiese sido real sin el equipo de consejeras y consejeros que han conformado el gobierno de la isla en estos últimos ocho años junto a directores, asesoras, trabajadores y trabajadoras que durante el mandato se han entregado con profesionalidad, integridad y colaboración a esta hermosa tarea colectiva.

El esfuerzo compartido es la mayor fuente de satisfacción entre las personas y esta experiencia nos ha marcado para siempre en beneficio de Gran Canaria y de su gente. Y en este reconocimiento me detengo también en los 21 alcaldes y alcaldesas de Gran Canaria con quienes nos hemos fundido en los tiempos más difíciles para atender, socorrer y recuperar a miles de personas, de empresas y entidades que las crisis habían dejado en la soledad, el desamparo o el desconcierto.

Hemos sido primero de Gran Canaria que de nuestros partidos y la isla lo ha notado y lo ha premiado. Hoy el Cabildo de Gran Canaria es más municipalista que nunca, tal vez porque aplico todas las enseñanzas aprendidas en mi Agüimes natal y me siento alcalde junto a los alcaldes y alcaldesas de nuestra isla.

Y tengo que celebrar y agradecer también que en Gran Canaria, y para conformar el nuevo gobierno de la isla los próximos cuatro años, las fuerzas políticas mayoritarias, PSOE y Nueva Canarias, hayan actuado con responsabilidad y respeto a la voluntad popular.

No quiero terminar este capítulo de reconocimientos sin agradecer su apoyo, su abrigo, a Nueva Canarias, a Roque Aguayro,  a mis amigos y amigas, a mi familia, a mis padres y, desde luego, a Maribel y a Ardiel por su apoyo constante, por sus sacrificios, por tanta entrega.  Sin ellos sería imposible haber recorrido este camino y pensar en nuevos retos. Su generosidad es infinita, mi amor también.

Y con estas energías renovadas nos disponemos a avanzar en la culminación de tareas iniciadas y decisivas, a iniciar otros compromisos que la isla necesita y están en nuestras manos. En cualquier caso a avanzar hacia la Gran Canaria de progreso que soñamos y proyectamos y que empieza a descubrirse para satisfacción de todas y de todos.

La isla que impulsamos tiene que seguir integrando a toda su gente y reduciendo desigualdades, ofreciendo oportunidades de vida a quienes vivimos aquí, asegurando que ninguna mujer es víctima de la violencia de género, garantizando la sostenibilidad ante los desafíos del cambio climático, dinamizando la actividad socioeconómica y protegiendo a las pequeñas y medianas empresas canarias que son las mayores generadoras de empleo. Tenemos que aprovechar el talento que vive entre nosotros y sobretodo de las generaciones jóvenes que nunca tuvieron tanta formación.

Hacer más sostenible el turismo que estructura un sector decisivo de nuestra economía, consolidar la isla de arte que nos convierte en referencia internacional y asentar todos los elementos de identidad cultural que hacen de Gran Canaria Patrimonio de la Humanidad y Reserva de la Biosfera.

No es fácil que en el Cabildo de Gran Canaria la ciudadanía renueve la confianza en su gobierno. El cambio de mayorías ha sido casi una constante en la etapa democrática. Por eso, tiene más valor y debemos leer bien qué se ha reconocido y valorado en este periodo para que fuera confirmado en las urnas. Creo que se ha percibido una institución cercana, sensible con las dificultades y comprometida con nuestra gente en los momentos más duros. Y se ha percibido también un proyecto, una mirada a medio y largo plazo. Se ha percibido que Gran Canaria tiene un Plan.

En la crisis de 2020 decidimos poner los recursos del Cabildo que estaban en los bancos a disposición de quienes lo necesitaban, sin economicismos que deshumanizaran nuestra acción. El Plan de Medidas de Emergencia cuando el Covid nos llevó a la parálisis, los distintos programas de inversión pública para reactivar la economía y para proteger a los más vulnerables o los planes de cooperación con los municipios, hicieron visible a un Cabildo que a lo largo de la historia, a veces, ha aparecido demasiado invisible o lejano.

La ciudadanía insular también comprobó que la isla evolucionaba, que avanzaba hacia una transformación económica paralela a una potenciación de los cuidados, la inclusión y la igualdad. Tenemos claro por dónde transitar. La isla está en marcha y anda por una senda firme, segura y con proyección de futuro. “…Que tiene el mayor mar como camino…”, como escribió Alonso Quesada

La diversificación económica presenta sus primeros frutos y deja de ser un eslogan para convertirse en realidades como las de las economías azul y circular, la industria audiovisual, la movilidad sostenible, la modernización y la digitalización turística, la adaptación y la mitigación de  los efectos del cambio climático, la biotecnología, el conocimiento y la proyección inteligente de la isla, la triple transición energética, hídrica y alimentaria, el impulso a la industria y el comercio locales, los cuidados, la igualdad, la inclusión social…

El objetivo del mandato que acaba de finalizar fue consolidar un modelo ecosocial en nuestra isla y además, mejorar sus infraestructuras, sus servicios y sus políticas públicas para garantizar los derechos universales. El mandato que iniciamos debe permitirnos extender y afianzar la ecoísla que orienta nuestro proyecto y la acción de gobierno.

Pero no queremos trabajar obviando la realidad que nos rodea. Frente a soluciones populistas o neofascistas quiero presidir un gobierno que amplíe los derechos de las personas, la igualdad de oportunidades y el autogobierno de nuestras islas. Hablamos de un gobierno de Gran Canaria que garantiza continuidad, pero no es continuista porque tiene objetivos ambiciosos, promete eficiencia para culminar y acortar plazos, modernidad para afrontar nuevos retos que garanticen futuro, determinación para encontrar financiación de proyectos estratégicos, fortaleza y firmeza para defender los derechos de Gran Canaria y diálogo para que toda la sociedad grancanaria sienta como propia la acción de este Cabildo.

El Gobierno del Cabildo que ahora comienza su andadura garantiza lealtad institucional a los gobiernos autonómicos y central con los que tenemos una relación necesaria y obligada porque hay proyectos supramunicipales que requieren de negociación y colaboración. Y al mismo tiempo, reclamo de todos el respeto a la voluntad de Gran Canaria que ha confirmado una orientación política progresista que este gobierno desarrollará con la firmeza y la responsabilidad de un gobierno democrático.

No queremos retroceder, ni volver a políticas especulativas que contradigan el avance rápido hacia el modelo progresista de ecodesarrollo que demandan los tiempos nuevos que vivimos… Descarbonización, diversificación económica sostenible (con las soberanías estratégicas que demanda la realidad insular), igualdad, equidad y justicia social, solidaridad, participación, identidad cultural…

El Cabildo de Gran Canaria a lo largo de sus 110 años de existencia ha sido defensor de los fueros y de los anhelos de nuestra gente. En tiempos de bonanza y de dificultad el Cabildo supo liderar unas veces, y respaldar otras, las ansias de libertad, autogobierno y bienestar que el centralismo insular o estatal dificultaban o literalmente impedían.  Y con la legitimidad del respaldo democrático renuevo mi promesa de ser fiel a esta historia, a este legado y a esta impronta que ha servido para el engrandecimiento de la isla a la que represento.

No nos desviaremos ni un ápice de esta trayectoria. Nos espera una tarea apasionante, facilitar una Gran Canaria mejor, más cohesionada, próspera, verde, igualitaria y creativa cuando nos asomemos a 2027. Nos disponemos a asumir este compromiso histórico. Y les digo que vale la pena dedicar una parte de nuestras vidas a ello.

Pacto por Gran Canaria

El pasado jueves, Augusto Hidalgo por el Partido Socialista y yo en nombre de Nueva Canarias, firmamos el acuerdo para gobernar el Cabildo de Gran Canaria durante los próximos 4 años. Con el nombre de “Pacto por Gran Canaria. Cuidando Gran Canaria, hacia un futuro sostenible” se trata del tercer acuerdo consecutivo que se firma en la institución entre ambas fuerzas, lo que nos sitúa ante el mayor periodo de estabilidad, progreso y desarrollo que ha vivido la isla en su historia democrática.

Los resultados electorales del pasado 28 de mayo nos invitan a conformar un nuevo gobierno estable entre dos organizaciones políticas progresistas. Este nuevo gobierno priorizará la transformación de la isla y la defensa de los intereses comunes de nuestra gente durante este mandato de 2023 a 2027.

Tenemos un compromiso con el modelo de isla que la ciudadanía ha respaldado en las últimas elecciones en las se ha renovado la confianza en el Gobierno de la isla para completar proyectos ya iniciados, para avanzar en nuevos compromisos sociales y para ganar un futuro sostenible.

En los últimos ocho años hemos transitado hacia una isla más verde, más soberana, más cohesionada socialmente, con más recursos culturales y patrimoniales y con mayor proyección internacional. Somos referencia en transición energética, en creación de empleo, en políticas sociales, en conservación del territorio, en diversificación de la economía, en el progreso de la economía azul, en economía circular…

En estos tiempos de incertidumbres democráticas y crisis económicas, el Cabildo de Gran Canaria ha jugado y quiere seguir jugando un papel clave de cercanía y sensibilidad con las grancanarias y grancanarios que han padecido o siguen sufriendo condiciones muy duras en su vida o en su actividad laboral o económica.

Durante este tiempo hemos garantizado estabilidad política, cercanía y agilidad para responder a las enormes inseguridades y desafíos de nuestra población. Hemos dedicado especial atención a los problemas reales de nuestra gente sin distraernos en asuntos secundarios o turbios y hemos asumido nuestra responsabilidad en la defensa de los intereses de Gran Canaria sin obediencias o dependencias partidistas. Esta experiencia nos acredita para ganar los retos programados en el mandato que ahora iniciamos.

Una seña de identidad de este nuevo gobierno insular tiene que seguir siendo la colaboración estrecha con los 21 municipios de Gran Canaria y con la sociedad civil organizada en torno a las pymes, los sindicatos y el tercer sector. En resumen, con el conjunto de la ciudadanía grancanaria. Las grandes decisiones deben tomarse desde el consenso y la prioridad del interés general.

Ante los cambios políticos que se están produciendo en Canarias estaremos atentos a la defensa de los derechos de Gran Canaria para evitar olvidos y desequilibrios. Nos mantendremos vigilantes para impedir retrocesos en los avances sociales alcanzados. Nos opondremos a todas aquellas políticas que profundicen en la desigualdad y el cuestionamiento de los servicios públicos universales que garantizan la equidad social en un Estado de Derecho.

Queremos involucrar a todos y todas las grancanarias en nuestra acción de gobierno, porque su futuro, su bienestar, su calidad de vida y empleo dependen de un trabajo compartido. Necesitamos contar con su apoyo, su confianza y su compromiso para seguir siendo el vehículo que abra el camino y dé paso a ese deseo colectivo de ir construyendo una ecoísla.

El mundo está en un momento de cambio y agitación que nos afecta. No nos podemos quedar impasibles ante sus efectos y amenazas. Las diferentes crisis están poniendo en cuestión nuestra prosperidad, la acción climática y la democracia.

Pero estamos a tiempo de ponerle freno y remediarlo. Es muy importante, por tanto, no solo la fortaleza económica sino también la redistribución de la riqueza, la reducción de las tensiones sociales en tiempos de cambios vertiginosos y la confianza en nuestra democracia.

Este gobierno insular que ahora se conforma será contundente en la defensa de los valores democráticos y en la denuncia de todas las acciones y propuestas que la extrema derecha pretende extender para reducir nuestras libertades y los derechos colectivos.

Estos retos son inmensos, interrelacionados y exigentes en su simultaneidad. Darán forma a la isla y a su sociedad durante mucho tiempo. Si gestionamos bien estos cambios también ofrecerán grandes oportunidades. Es tarea de este Gobierno insular dar impulso político y orientación a las dinámicas sociales y económicas necesarias para aprovechar estos desafíos.

Queremos potenciar el mayor de los consensos sobre la utilización de los recursos para reducir el impacto del actual modelo de desarrollo en la isla. Haremos hincapié en combatir el cambio climático mediante la reducción de emisiones, la transición energética justa y la inversión y el empleo verdes. Se trata de equilibrar los factores económicos, sociales y medioambientales que fundamentan un desarrollo sostenible para así garantizar la mejora  del nivel de vida de todas las generaciones.

Para todo ello hemos estructurado un programa en 16 ejes estratégicos -“firmes en la defensa de los intereses de Gran Canaria”- que agrupan los principales retos a afrontar en estos cuatro años. Estos ejes son la lucha contra las desigualdades y la promoción de políticas de atención a las personas; el desarrollo de la ecoisla y la lucha contra el cambio climático; el fortalecimiento  del empleo, el desarrollo y la diversificación económica y la isla del conocimiento, la investigación y la innovación. Una Gran Canaria descarbonizada, igualitaria e inclusiva. Una isla con soberanía alimentaria, que conserve y valore su territorio y promueva el desarrollo del turismo sostenible. Una ecoísla de la cultura y el deporte y de oportunidades para todos y todas. Una isla con viviendas asequibles, solidaria, con servicios públicos bien gestionados y de referencia en valores democráticos y participativos.

Sin duda, un acuerdo ambicioso a la altura de la confianza que 170.937 grancanarios y grancanarias depositaron en los dos partidos que lo firmamos. Un acuerdo por Gran Canaria que aspira a seguir cuidando la isla y a vislumbrar un futuro sostenible para sus gentes.

Gran Canaria, bastión de progreso

Las elecciones municipales, insulares y autonómicas han supuesto, sin lugar a dudas, un avance de las fuerzas conservadoras tanto en Canarias como en el conjunto de España. Es indiscutible que los partidos de derecha en las islas han experimentado un incremento o bien de votos (en el caso de Vox) o bien de poder institucional (en el caso de Coalición Canaria) o bien de ambos (en el caso del Partido Popular).

Necesitamos de un análisis en mayor profundidad sobre las causas de este resultado, aunque es evidente que parece sustentarse en un fuerte descontento y malestar social acumulado desde la pandemia y acrecentado con el encarecimiento de la vida como consecuencia de la inflación y los bandazos de un Gobierno de España enfrentado y, en ocasiones, errático… Tiene que ver también, desde luego, con la ola reaccionaria internacional que agita a la práctica totalidad de Europa y el planeta.

No obstante, en este escenario involucionista destaca singularmente, por lo contrario, la isla de Gran Canaria. Aquí las fuerzas progresistas han mantenido la mayoría en las dos principales instituciones de la isla, (el Cabildo de Gran Canaria y el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria) y, a falta de cerrar acuerdos municipales, se mantendrán gobiernos progresistas en ayuntamientos como Gáldar, Guía, Santa Lucía de Tirajana, Valsequillo, Agüimes, Arucas, Tejeda,  Santa Brígida y, previsiblemente, San Mateo, Agaete y Firgas.

Sin embargo, debo reconocer que me entristece especialmente la situación de Telde, en la que parece que van a volver al gobierno local los que protagonizaron los años más negros de esa localidad, caracterizados por la corrupción y una mala gestión que casi lleva al ayuntamiento a la bancarrota. Y Telde, donde se ha hecho un esfuerzo ingente por sanear las cuentas, es un municipio fundamental para Gran Canaria, por población o tejido económico e industrial.

Pero, ¿por qué se produce esta excepción grancanaria en medio del paisaje postelectoral de Canarias? Evidentemente las razones son múltiples y en muchos municipios responde a dinámicas exclusivamente locales. Ahora bien, creo que existe una serie de razones generales que ayudan a explicar la resistencia de las fuerzas progresistas en Gran Canaria.

La primera y más importante es que Gran Canaria tiene un modelo. No voy a detenerme explicando una vez más las bases del proyecto de desarrollo sostenible que defendemos para la isla, pero sí quiero recalcar que hemos sido claros y coherentes en su defensa y ejecución. Es una propuesta compartida por una mayoría social que se ha ido construyendo de la mano del resto de instituciones y de la sociedad civil y esto es algo que sin duda la ciudadanía valora.

Hemos sido capaces de poner de acuerdo y colaborar con ayuntamientos de todo signo político en  los asuntos estratégicos para la isla como Salto de Chira, el impulso de Patrimonio Mundial y la Reserva de la Biosfera de Gran Canaria, las inversiones del Fondo de Desarrollo de Canarias y el Plan de Cooperación con los Ayuntamientos y Mancomunidades, el Marco Estratégico por la Igualdad “Gran Canaria Infinita”, o el Pacto de las Alcaldías por el Clima y la Energía.

También supimos unirnos para hacer frente a las devastadoras consecuencias del incendio de 2019 a través del programa “La Cumbre Vive” y respondimos de manera rápida y efectiva en los peores momentos de la pandemia, con una amplísima batería de medidas sociales y económicas para paliar sus efectos y para impulsar la recuperación posterior.

Este Cabildo ha puesto en marcha ambiciosas acciones y ha colaborado estrechamente con organizaciones empresariales, como la Cámara de Comercio, en diversas iniciativas de desarrollo económico y de apoyo al tejido económico local. Esto ha sido fundamental para conseguir las buenas cifras de generación de empleo que tenemos. En tiempos en los que la polarización y la crispación están aumentando la desafección ciudadana hacia la política, creo que esta manera de trabajar ha sido reconocida por la mayoría de la ciudadanía de la isla.

Y casi sin tiempo para analizar los resultados electorales, Pedro Sánchez anunciaba una convocatoria de elecciones generales exprés, que va a provocar que se mezclen las negociaciones de los gobiernos locales, insulares y autonómicos con la precampaña y la conformación definitiva de las candidaturas para las elecciones generales.

Son unas elecciones trascendentales en las que se va a decidir si la encargada de gobernar España, en un momento en el que nos jugamos el futuro, va a ser una coalición ultraconservadora (un PP muy conservador apoyado en la ultraderecha de Vox) o no. Entiendo que el actual Gobierno de España ha tenido muchas actuaciones cuestionables, muchas de ellas con Canarias (quiso convertirnos en una isla cárcel, intentó introducir el gas por la puerta de atrás en las islas, dilató la búsqueda de alternativas para la acogida de menores migrantes, cambió las relaciones con Marruecos sin contar con Canarias y traicionando al Sáhara…) pero la alternativa no puede ser un gobierno reaccionario de retroceso en las reformas laborales, la lucha contra la violencia de género, los derechos LGTBIQ+, el avance de las autonomías, el combate al calentamiento global, la penetración de las energía renovables…

Tenemos que empujar para tener un gobierno de progreso y sobre todo para que podamos contar con una presencia necesaria del nacionalismo progresista – como el que representa Nueva Canarias- en el Parlamento español que defienda los intereses de Gran Canaria y de Canarias, una tierra que necesita de políticas verdes, progresistas y justas para poder tener futuro.

Y en este sentido creo que la experiencia de Gran Canaria puede ser una referencia. Que confirma que  se puede gobernar desde la izquierda y con un programa abiertamente progresista y verde al tiempo que se construyen amplios consensos sociales, políticos e institucionales. Que la población es capaz de diferenciar con su voto y premiar los proyectos claros y coherentes. En definitiva, tener en cuenta todo aquello que ha ayudado a que hoy por hoy podamos considerar a Gran Canaria como un bastión de progreso.

Gracias, Gran Canaria

Gracias Gran Canaria. Gracias a las 90.281 personas que apoyaron con su voto a la lista de Nueva Canarias y que nos otorgaron la victoria en las elecciones insulares del pasado domingo. Esos apoyos nos sitúan ante el hecho histórico de ganar por tercera vez consecutiva la presidencia y poder, por primera vez en la historia de la democracia posterior al franquismo en Gran Canaria, estar 12 años al frente de la institución. También quiero darle las gracias a los hombres y mujeres que apoyaron al resto de fuerzas progresistas que componen el Gobierno, pues su voto también ha sido fundamental. Y también a la ciudadanía en general que se acercó a las urnas para votar y ejercer ese derecho que tanto costó  conseguir y que ahora afronta riesgos en buena parte de este planeta.

Ha sido fundamental la renovación de esta confianza porque nos va a permitir darle continuidad al proyecto de transformación social, económica y ecológica que iniciamos en 2015, al que denominamos ecoísla. Este será el mandato en el que terminemos Salto de Chira, dando un paso definitivo para completar la transición energética en Gran Canaria y sentar las bases para tener un sistema 100% renovable así como garantizar el agua para el sector primario y, por tanto, la soberanía alimentaria, la lucha contra los incendios y la conservación de los ecosistemas.

Será el mandato en el que completaremos -y ampliaremos- las 1.600 plazas sociosanitarias proyectadas, dotándonos de un sistema puntero de atención a la discapacidad y a la dependencia, lo que además tiene otros efectos sociales, de creación de empleo, de alivio de la carga de cuidados para miles de mujeres o de mejora de la conciliación.

Van a ser los cuatro años en los que vamos a bregar por darle el impulso definitivo al tren, garantizando su financiación para revolucionar la movilidad sostenible de la isla. O en los que inauguraremos el Museo de Bellas Artes (MUBEA) que se convertirá en una referencia indiscutible de la cultura canaria. También queremos lograr la consecución de Guguy como el primer Parque Nacional de Gran Canaria, la ampliación de Infecar y el estadio de Gran Canaria, el polo de desarrollo azul de Taliarte, el radiotelescopio de Temisas, el desarrollo de la energía eólica marina, la modernización turística, la isla inteligente, el sector audiovisual, la industria y el comercio, la economía circular, la adaptación y la mitigación de los efectos del cambio climático…

Son solo algunos ejemplos de los cientos de iniciativas y proyectos que vamos a poder culminar o impulsar gracias a que existe hoy en Gran Canaria una mayoría social de progreso que quiere seguir construyendo la isla que hemos soñado: con soberanía, con justicia social y con sostenibilidad.

Pero debo reconocer que se trata de una victoria agridulce, ya que se produce en un contexto de retroceso y de victoria generalizada de las derechas en su conjunto y de la derecha más reaccionaria. Aunque en Gran Canaria hemos logrado salvar la mayoría de los gobiernos de progreso, no podemos obviar que lo más probable es que se constituyan, en la comunidad autónoma y en buena parte de los cabildos, gobiernos de derechas y de retroceso y  que la extrema derecha se consolide  entrando con fuerza en casi todas las instituciones.

Tenemos que estar atentos, en guardia. La sostenibilidad de un territorio no se entiende sin la protección de los más vulnerables y la defensa de los valores democráticos. Combatiremos con todos los instrumentos democráticos a nuestro alcance  el negacionismo del cambio climático, de la violencia machista o de los derechos LGTBIQ+ y los ataques a los derechos de los trabajadores con una contrarreforma laboral o la limitación del autogobierno en territorios como Canarias.

Seguiremos defendiendo a Gran Canaria y sus fueros como cuando quisieron convertirnos desde la UE y el Gobierno de España en una isla cárcel para migrantes, instalar molinos eólicos muy cerca de la costa sin respetar nuestro medio marino, introducir el gas en las islas o cuando cambiaron las relaciones con Marruecos traicionando al Sáhara, lo que supone, además, un serio riesgo para Canarias en muchos aspectos.

Nos mantendremos firmes, igualmente, en la defensa de nuestra isla frente a cualquier medida que ponga en riesgo los equilibrios entre los distintos territorios insulares – ya lo intentaron en la legislatura de 2015 a 2019-  y seguiremos trabajando codo con codo con la ciudadanía, las pymes, las oenegés, las organizaciones sindicales y empresariales y los veintiún ayutamientos grancanarios.

En el Cabildo de Gran Canaria hemos demostrado que un gobierno de progreso puede generar el apoyo de una mayoría social con un proyecto claro y definido de ecoísla. Que  ha trabajado para generar consenso social en torno a las medidas que propone y que gobierna teniendo en cuenta las diversas sensibilidades de la sociedad civil.

Por mi parte,  prometo que no defraudaré la confianza que han vuelto a depositar en mí. Que el Cabildo de Gran Canaria seguirá siendo un bastión de progreso, no solo para la isla sino para el conjunto de Canarias. Que vamos a defender con todas nuestras fuerzas los intereses de Gran Canaria frente a cualquier ataque, venga de donde venga. En definitiva, vamos a hacer valer la voluntad de la mayoría de grancanarios y grancanarias que han manifestado que quieren que su isla siga siendo un referente de sostenibilidad, bienestar, equidad social y progreso. De nuevo, gracias, Gran Canaria.