Portada Antonio Morales


Ganando el futuro

Gran Canaria lidera Canarias por primera vez en mucho tiempo. En creación de empleo, en energías renovables, en producción y consumo de producto local, en creación de plazas sociosanitarias, en políticas de igualdad, en producciones audiovisuales…  Esta nueva situación de Gran Canaria es la que nuestra gente percibe, la que nos llena de esperanza porque estamos ganando el futuro para nosotros y para nuestros hijos y nietos, para nuestras hijas y nietas.

Y con estas certezas, con estos cimientos, me presento a la reelección con un equipo competente, ilusionado, que combina experiencia y juventud. Un equipo con experiencia en gestión municipal y que representa a todas las comarcas de la isla, desde la capital a la cumbre, desde el norte a Maspalomas.

Estamos satisfechos porque Gran Canaria respira un nuevo tiempo y el reloj del cabildo está en la hora de su gente. Este equipo que se presenta se compromete a culminar, ensanchar y completar una tarea que puede ser histórica para ganar el siglo XXI.

Tenemos que completar el Plan Sociosanitario con las mil plazas iniciadas. Llegaremos a más de 2.000 en el próximo mandato. Vamos a desarrollar el tren como sistema de movilidad sostenible impulsado con hidrógeno verde que nos garantice un medio limpio y moderno de transporte. 

Finalizaremos y pondremos en funcionamiento el Salto de Chira, uno de los proyectos más importantes de los que se han acometido en la historia de Gran Canaria. Un paso histórico hacia la soberanía energética – es la garantía necesaria para la penetración de la eólica marina- y la seguridad hídrica, ya que garantizará el agua en las presas. Trabajamos para mejorar la depuración de agua con la intención de aprovechar para nuestra agricultura el 100% de las aguas disponibles y avanzar en la soberanía alimentaria. Incorporar las renovables a la desalación y regeneración  de aguas y así rebajar los costes de producción.

El impulso a la economía circular va a ser una prioridad y vamos a alcanzar los porcentajes de reciclaje que determina la Unión Europea. Somos la isla que más recicla, pero tenemos que ser más ambiciosos. No podemos seguir consumiendo territorio para enterrar residuos, ni seguir llenando nuestro medio de microplásticos. 

Gran Canaria Isla Inteligente seguirá completando sus objetivos en innovación tecnológica e investigación y  avanzará en la sociedad de la información y la comunicación. Se trata de una apuesta transversal que permite crear nuevas oportunidades de empleo, hacer más competitiva nuestra economía, mejorar nuestros servicios públicos y consumir menos recursos. 

Reforzaremos la colaboración con las organizaciones universitarias e institutos investigadores para seguir impulsando la I+D+i. Para Gran Canaria es imprescindible basar su economía en el conocimiento de tal modo que pueda afrontar con garantía los retos de futuro. Impulsaremos los parques tecnológicos y el parque aeroportuario como gran espacio estratégico de producción.

Expondremos en el nuevo Museo de Bellas Artes de Gran Canaria los extraordinarios fondos artísticos que son de propiedad del Cabildo desde hace más de un siglo. Después de conseguir la declaración de Patrimonio Mundial para el paisaje cultural de Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria,  ahora vamos a por la consecución del Parque Nacional de Guguy.

Exigiremos al Gobierno canario las obras de adaptación de la Avenida Marítima de nuestra capital para resolver la salida de la Isleta, del Sebadal y del túnel Julio Luengo así como los problemas de tráfico de la GC1, GC2 y GC3.

El Cabildo, en colaboración con los ayuntamientos, impulsará políticas públicas de vivienda para facilitar el acceso a jóvenes y trabajadores y trabajadoras que en este momento ven cerradas sus posibilidades de comprar o alquilar. Seguiremos situando los cuidados, la igualdad y la lucha contra la violencia de género como compromisos transversales del Cabildo de Gran Canaria. Y no cejaremos en la lucha contra el desempleo y la pobreza  que aún afecta a un número importante de hombres y mujeres de nuestra tierra.

Seguiremos levantando la voz para que Gran Canaria sea respetada por el Gobierno central y el Gobierno canario cuando se trate de decidir las inversiones, ordenar la inmigración, definir la mediana que nos separa de Marruecos o garantizar la aplicación de nuestros derechos económicos y fiscales. Solo nosotros hemos hablado claro porque no dependemos de nuestros jefes en Madrid. 

El turismo representa una parte importante de nuestro PIB. Tiene que avanzar hacia otro modelo, hacia la modernización de los espacios públicos, alojativos y comerciales, la digitalizacion y la sostenibilidad. Debemos  disponer de mecanisnos de corrección para la huella medioambiental que produce. Gran Canaria debe tener voz y participación en la gestión de nuestro aeropuerto.

Taliarte y su entorno de investigación serán el polo de desarrollo azul estratégico para la isla e igualmente apostaremos por nuevos nichos de economía ligados a los microchips y los combustibles verdes.

No puedo refererirme a todo el programa. Pero la movilidad eléctrica, el comercio y la industria, la moda hecha en la isla, el deporte, la cultura, la modernización de la administración, el patrimonio histórico, el radiotelescopio de Temisas, la solidaridad y el trabajo codo con codo con los municipios, la lucha contra el cambio climático, etc,   seguirán formando parte de nuestro proyecto de trabajo…

No estamos vendiendo la luna. Estamos describiendo realidades y hechos. Nos avala la gestión, la experiencia municipal y la credibilidad de nuestras acciones en el Gobierno de la isla. No todos los candidatos pueden decir lo mismo de su experiencia municipal y de su trabajo.

La tarea que nos espera es apasionante y debemos sembrarla entre todas y todos. Está en las manos de ustedes que el día 28 confirmemos un tiempo de progreso, de justicia y de modernidad que nos permita vivir en Gran Canaria con el orgullo de ser una isla de oportunidades y de referencia. En definitiva, la isla de nuestras vidas.

Estoy absolutamente convencido de que si tratamos con pasión y respeto a esta querida isla nuestra, ella nos lo devolverá con creces. Depende de ustedes que mantengamos el Gobierno de la isla, que gobernemos en los municipios y que estemos en el Parlamento y en el Gobierno de Canarias para coordinar y avanzar en las políticas públicas de desarrollo ecosocial. Y estoy totalmente convencido de que con el apoyo de todos y todas ustedes, el próximo 28 de mayo vamos a volver a ganar las elecciones al Cabildo de Gran Canaria. 

Hacemos Gran Canaria

El pasado miércoles presenté mi candidatura a la reelección como presidente del Cabildo de Gran Canaria y la de los 30 hombres y mujeres que me acompañan. En primer lugar tengo que dar las gracias a los cientos de personas que abarrotaron el Teatro Cuyás y a toda esa gente que nos ha acompañado todo el tiempo durante estos últimos ocho años de transformación y compromiso con Gran Canaria.

Decidí presentarme de nuevo como candidato a la presidencia del Cabildo porque me siento con fuerzas, con ilusión, con ideas y con equipo, para seguir liderando el cambio de Gran Canaria. Tenía la obligación de pensármelo por respeto a mi familia y a ustedes. Y al revisar la energía que me queda y los proyectos en marcha, consideré que valía la pena ofrecerme de nuevo para recoger todas las buenas sensaciones que me llegan diariamente, traducirlas en beneficio de nuestra sociedad y terminar el trabajo empezado y muy avanzado.

La mejoría de Gran Canaria es un esfuerzo colectivo. Ahí están los ayuntamientos, la administración más cercana,  cuidando a nuestra gente en los momentos difíciles. Los mejores ejemplos de dedicación y dinamismo están en las alcaldías de Nueva Canarias como lo reconoce todo el mundo en Teo, Carmen, Francisco, Oscar, Pedro, Paco, Jaime, Chicho y en quienes conforman y lideran coaliciones de gobierno o hacen una oposición responsable. Este impulso municipalista está creando una ola de confianza, innovación y cohesión entre todos los territorios de la isla.

Es el resultado del esfuerzo de miles de trabajadoras  y trabajadores autónomos y de pequeñas y medianas empresas que resisten las dificultades, crean empleo y abren oportunidades de crecimiento. Es fruto de nuestros agricultores, ganaderas, ganaderos o pescadores que aumentan la producción y conservan nuestro territorio. Contamos también con la contribución insustituible de todo el personal  de los servicios sanitarios, educativos, de atención social y dependencia de la isla.

La isla de nuestra vida es la de la innovación y el conocimiento, la que protagonizan las mujeres y hombres de nuestra universidad, los institutos científicos, los centros educativos… La que labran continuamente las mujeres y hombres de la creación cultural que nos convierten en isla de arte. La que conserva y difunde nuestra identidad y nuestro patrimonio cultural. La que vibra con los éxitos deportivos que se suceden como en una catarata mágica y que reflejan una sociedad activa, optimista y sana.

Para avanzar necesitamos una sociedad vertebrada y a eso contribuyen las organizaciones sindicales y empresariales, las organizaciones sociales y vecinales, las organizaciones no gubernamentales decisivas para garantizar la igualdad y los derechos para todas y para todos en los difíciles tiempos que nos ha tocado vivir. Para que esta enorme “orquesta” funcione ha hecho falta un Cabildo de Gran Canaria que escuche, armonice, priorice e impulse las prioridades que dan sentido a una acción colectiva. Gran Canaria tiene un plan, un proyecto de futuro, una senda clara por la que transitar. Por todo esto no podemos detener el impulso, parar la marcha. Al contrario, son metas tan ilusionantes, tan democráticas, tan de futuro que los convoco y las animo con la misma fuerza del primer día a compartir esta pasión que se llama Gran Canaria.

Hace ocho años soñé con una ecoísla.  Una isla con un gobierno abierto, cercano… con políticas de desarrollo sostenible y de justicia y equidad social. He citado en alguna ocasión la frase de Eleanor Roosevelt que dice que “El futuro les pertenece a quienes creen en la belleza de los sueños”.

Soñé una isla verde y sostenible que avanzara hacia la soberanía energética, hídrica y alimentaria. Soñé una isla con más empleo para mucha gente, con jóvenes y mujeres con más oportunidades de vida, apoyado en la innovación, en las economías azul, verde y circular, en sectores emergentes como el audiovisual, en la movilidad pública, en la industria y el comercio local, en el turismo sostenible, en el reverdecimiento de nuestro territorio, en la mitigación y adaptación al cambio climático… Soñé nuevos centros para nuestros mayores y mejor atención a las personas dependientes. Soñé una isla que se reconociera patrimonio de la humanidad. Soñé una isla que tuviera voz propia y no fuera silencio amordazado.

Los sueños se alcanzan con trabajo, equipo, proyecto y honestidad. Y hoy nos encontramos que Gran Canaria lidera aspectos decisivos en la vida de cada uno de nosotros.

Gran Canaria lidera la creación de empleo en Canarias con un crecimiento del 12%; se han creado 42.000 nuevos empleos y alcanzamos las 397.000 personas ocupadas, lo que supone un máximo histórico. Aumenta el empleo de las mujeres y de los jóvenes. Todo esto no sería posible sin la potente inversión del Cabildo de Gran Canaria, con más de 1.500 millones de euros en estos cuatro años. También hay una importante inversión privada, que encuentra en la estabilidad política de la isla y en nuestro apoyo a la diversificación económica una garantía y un atractivo para la inversión y la generación de empleo.

Y el avance de la ecoísla tiene su cara más visible en el progreso de la soberanía energética, hídrica y alimentaria. Estamos a la cabeza de Canarias en la penetración de energías renovables porque representan el 24% del total de la energía utilizada. La mitad del autoconsumo y de las fotovoltaicas de Canarias están instaladas en Gran Canaria. Somos la única isla que tiene un acuerdo para la instalación de las energías eólicas marinas, respetando las demandas de los sectores afectados gracias a la posición firme, haciendo oír su voz, del Cabildo de Gran Canaria.

Y nada de esto sería posible sin el Salto de Chira que será la gran central hidroeléctrica de almacenamiento que nos permitirá descarbonizar Gran Canaria dejando de quemar petróleo contaminante y además disponer del agua que necesitamos para regar las cuencas de Tirajana, Mogán, Tejeda y Artenara y todas las medianías de Gran Canaria.

Por el cambio climático, Gran Canaria ha visto aumentado su riesgo de desertización. Para evitar sus consecuencias hemos avanzado decididamente en garantizar nuestra seguridad hídrica con más de 100 millones de inversión en nuestra isla. Ahí tenemos un gran reto para los próximos años. Disponemos de agua para mantener y aumentar la superficie cultivada y queremos que el agua de la cumbre se quede en la cumbre.

Y el sueño de avanzar hacia la soberanía alimentaria también se está consiguiendo. Hemos crecido en 752 hectáreas en producción agrícola cuando en el conjunto de Canarias se ha retrocedido en 42.000. La colaboración del sector comercial y la ciudadanía para promocionar y consumir nuestros productos agrícolas es fundamental y lo agradezco. En este ambiente se ha producido una explosión de nuestra gastronomía y de nuestras cocineras y cocineros prestigiando los productos de Gran Canaria.

Gran Canaria es la primera isla en tener una estrategia para la adaptación y mitigación de los efectos del cambio climático. Y siempre pensando en las personas.

Después de años sin que se creara una sola plaza sociosanitaria para atender a nuestros mayores y personas dependientes, ya se han abierto 600 en estos cuatro años y están en marcha o a punto de licitarse otras mil porque nuestros mayores se lo merecen. Y en las políticas sociales la lucha sin descanso contra la violencia de género y por la igualdad entre mujeres y hombres ha sido y es crucial.

Esta transformación de Gran Canaria no sería posible además, si no hubiésemos apostado claramente por la diversificación económica, para que nuestra gente joven se quede a trabajar aquí en empleos de calidad. Hemos impulsado la economía azul, el sector audiovisual, la digitalización, el turismo sostenible, los parques tecnológicos, las áreas industriales y zonas comerciales abiertas. O la construcción de dos grandes platós de cine que nos permiten desarrollar y atraer una potente industria audiovisual que encuentra en la isla un espacio ordenado y estimulante para iniciar proyectos ambiciosos.

Y somos patrimonio de la Humanidad por la declaración de Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria y la candidatura del Parque Nacional de Guguy ya está enviada y documentada después de la gestión del Cabildo de Gran Canaria. Estoy seguro de que lo vamos a conseguir.

Todas estas líneas no son palabras vacías, supone un trabajo coordinado para aprobar, por ejemplo, el Plan de Ordenación del Territorio que hace posible suelo para la acuicultura, para la conservación de terreno agrícola y para otro modelo de turismo.

Pero si vuelvo a dar el paso es porque me comprometo a culminar, ensanchar y completar una tarea que puede ser histórica para ganar el siglo XXI, para construir la isla que soñamos. La tarea que nos espera es apasionante y debemos sembrarla entre todas y todos. Está en nuestras manos confirmar un tiempo de progreso, de justicia, de modernidad que nos permita vivir en Gran Canaria con el orgullo de ser una isla de oportunidades y de referencia. En definitiva, la isla de nuestras vidas.

Estoy absolutamente convencido de que si tratamos con pasión y respeto a esta querida isla nuestra, ella nos lo devolverá con creces.

Isla del deporte

Gran Canaria está viviendo un espectacular final de temporada deportiva. Título de liga del Voleibol femenino (JAV Olímpico- Hidramar Gran Canaria) y del masculino (Guaguas), título europeo de Hockey en Línea, la “minicopa” de la cantera del Spar Gran Canaria y el campeonato de españa Junior, el extraordinario triunfo en la EuroCup del  Gran Canaria de Baloncesto, la lucha de la Unión Deportiva Las Palmas por el ascenso… Necesitaría un artículo entero para resumir los éxitos deportivos de los equipos de nuestra isla, en algunos casos auténticas gestas contra conjuntos de mucho mayor presupuesto.

Los títulos son importantes porque son el resultado del trabajo bien realizado y porque premian el esfuerzo y la constancia de quienes están luchando por ello, pero a veces este esfuerzo y esta constancia no se traducen en títulos. Por ello lo verdaderamente importante para una política pública de deporte es el papel de esta actividad como sujeto vertebrador de la sociedad y como elemento formativo y de transmisión de valores para los niños y niñas.

El deporte de élite juega un papel relevante y más en Canarias, ya que en muchas ocasiones supone uno de los principales elementos de proyección de nuestras islas en España y Europa así como un espacio de cualificación para profesionales del deporte (deportistas, personal médico, técnico, de mantenimiento etc.). Es un espejo también para la cantera que empieza.

Pero nuestra principal prioridad desde el Cabildo es la base, la cantera, los miles de niños y niñas que realizan algún tipo de actividad física como parte de su proceso formativo y que, además  de adquirir hábitos saludables, se van familiarizando con valores como el esfuerzo, la superación, el compañerismo o el respeto al rival.

También las miles de personas que incorporan a su rutina diaria la práctica de alguna modalidad deportiva  fundamental para mejorar la calidad de vida y los datos de salud pública en un territorio como Canarias que, lamentablemente, tiene unos altos índices de patologías vinculadas a la vida sedentaria y la mala alimentación.

En este sentido hay que destacar que el Cabildo de Gran Canaria es el principal dinamizador del deporte en la isla. El magnífico desempeño de nuestros hombres y mujeres deportistas no sería posible sin el apoyo de la institución insular, que está destinando unos 18 millones de euros al año a subvencionar a clubes deportivos para que puedan competir y mantener su estructura de cantera (hace cuatro años los presupuestos apenas alcanzaban la cifra de 9 millones).

Este papel del Cabildo también se refleja en las infraestructuras deportivas. El Gran Canaria Arena y las infraestructuras aledañas (campos de hockey, campos de entrenamiento, con un proyecto de modernización, de techado de espacios libres, etc. en marcha) constituyen un complejo deportivo de primer nivel construido con fondos del Cabildo, como el Centro Insular de Deportes, la Ciudad Deportiva de Gran Canaria o un gran número de pabellones y otras infraestructuras  municipales financiados por el Gobierno de la isla a través de los planes de inversiones deportivas, los planes de cooperación municipales, los planes de inversiones financieramente sostenibles, el FDCAN, etc. Son muchísimos los ejemplos: el renovado Polideportivo Municipal de Agüimes que hace apenas unos meses estrenó nuevos vestuarios, parqué, equipamiento deportivo y salas polivalentes, las remozadas instalaciones deportivas de San Bartolomé de Tirajana (piscina de San Fernando, campos de fútbol, etc.), o las numerosas instalaciones deportivas que ha financiado el Cabildo en Las Palmas de Gran Canaria ( campos de fútbol, canchas, terreros cubiertos de lucha canaria…) y así en todos los municipios de la isla.

Podríamos también centrarnos en las competiciones deportivas que se celebran en Gran Canaria. Desde citas anuales como  la maratón o el Rally Islas Canarias (que se ha celebrado esta misma semana) o citas nacionales e internacionales que la  eligen como sede (la Supercopa de España de Baloncesto, la Copa del Rey de Baloncesto, la Copa de la Reina de Voleibol, recientemente la Copa de Europa de Hockey Línea o campeonatos internacionales de vela, windsurf…)  y que nos sitúan como un referente deportivo en toda España.

Quería detenerme también en los deportes vernáculos como la Lucha Canaria o la Vela Latina que, aunque en ocasiones no ocupan los titulares de los medios como otras disciplinas, tienen una importancia crucial en las conservación de nuestras tradiciones y el mantenimiento de un tejido social de clubes con décadas o con, en ocasiones, más de un siglo de existencia. Un patrimonio cultural que no podemos dejar que se pierda y por el que el Cabildo apuesta tanto con subvenciones como patrocinando algunas de las principales competiciones. La liga de Lucha Canaria ejemplifica esta apuesta. Siento una especial satisfacción por las escuelas de lucha canaria.

Quiero también brindar unas palabras a los cientos de personas (entrenadores, monitores, monitoras, etc.) que  se dedican a enseñar una disciplina deportiva a los más pequeños. Su labor como educadores es fundamental para formar no solo buenos deportistas, sino personas comprometidas y con valores. Un trabajo muchas veces silencioso y que no tiene el reconocimiento que merece.  

También a todos los clubes de la isla que realizan una actividad social encomiable y sin cuya aportación sería imposible alcanzar los hitos deportivos logrados. Y para que nadie sin recursos económicos pueda dejar de hacer deporte, el Cabildo subvenciona con un porcentaje altísimo las fichas necesarias para la práctica del deporte federado.

Pero no podemos caer en la complacencia. Somos conscientes de que aún hay que mejorar con el objetivo de  que toda la ciudadanía de Gran Canaria puede disfrutar de infraestructuras adecuadas para la práctica del deporte, independientemente de su municipio de residencia. Somos sensibles también con las demandas de determinadas disciplinas, como el atletismo que reclama mejores instalaciones para practicar su deporte. También debemos seguir impulsando el deporte femenino, que aunque está viviendo un auge espectacular, aún precisa de mucho apoyo para solventar una situación histórica de desigualdad.

Por todos estos motivos desde el Cabildo de Gran Canaria mantenemos nuestro compromiso inquebrantable con el deporte, siendo el principal impulsor y dinamizador de las diversas disciplinas que se practican en la isla. Sin la institución insular, en colaboración con los clubes y ayuntamientos, no sería posible que Gran Canaria hubiese alcanzado las cotas de excelencia deportiva en la que se encuentra actualmente.

Como presidente del Cabildo de Gran Canaria no puedo expresar más que mi felicitación y el tremendo orgullo que supone que todos los años tenga la oportunidad de asistir a finales de las más diversas competiciones o recibir en el Cabildo de Gran Canaria a los equipos campeones en sus diversas disciplinas.

Siempre hemos dicho que desde la humildad no renunciamos a construir una isla que sea un referente de bienestar social y desarrollo sostenible, y sin duda el deporte tiene que jugar un papel destacado en ese liderazgo. Y a juzgar por los éxitos de nuestros equipos, y el número de fichas deportivas de las canteras de los clubes, creo que vamos en el buen camino.

Gran Canaria está preparada

Gran Canaria cuenta desde hace 8 años con un modelo de transformación económica, social y ecológica que, además, pretende dar una respuesta global a la emergencia climática. A este modelo de transformación le  hemos dado el nombre de “ecoísla”.  La base para la construcción de esta ecoísla reside en el triángulo compuesto por las soberanías energética y alimentaria y la seguridad hídrica, tres cuestiones que están íntimamente relacionadas, aunque la más urgente es sin duda la cuestión energética porque condiciona  todo lo demás.

Y lo cierto es que estamos asistiendo a una transformación que me atrevería a calificar de histórica en esta materia. El progreso de las energías renovables en Canarias es un hecho y en Gran Canaria es aún más patente. Es esta la isla con una mayor contribución renovable, casi un 24%, después de la isla de El Hierro (con un 48,5%). La media en Canarias es del 20%, por lo que estamos 4 puntos por encima.

Aunque las islas tienen un clima idóneo para implementar un sistema eléctrico basado en energías limpias, la potencia total instalada en Gran Canaria apenas llegaba a 128 MW en 2017. Cinco años después ronda los 350 MW. En este lustro el crecimiento ha sido de un 173%.

Además, la potencia instalada para el autoconsumo en  Gran Canaria se ha multiplicado casi por seis entre 2019 y 2022, pasando de menos de 5 MW a casi 28 MW. Es la isla con más autoconsumo del Archipiélago, llegando casi al 50% del autoconsumo regional. No obstante, sabemos que por mucho que avancemos, mediante el autoconsumo solo podremos cubrir, como máximo, el 40% de la demanda del sector residencial.    

Como vemos, esta isla nuestra  cuenta con enormes posibilidades, y  mucho más a partir de la ejecución del gran proyecto estratégico que permitirá la penetración de energías renovables en todo el territorio insular: Salto de Chira. Como ya saben, se trata de un gran dispositivo de almacenamiento que aprovechará el excedente de energía renovable en  el sistema para bombear agua desalada hasta la presa de Chira. Cuando sea necesario se dejará caer esa agua produciendo energía limpia. Gracias a esta infraestructura conseguiremos alcanzar más del 50% de energía renovable en la isla para 2026 y permitirá una fuerte reducción de las emisiones contaminantes de dióxido de carbono en más de un 20%. 

Ahora bien, ya estamos llegando al límite de la energía renovable que se puede instalar en tierra, por lo que la eólica marina es la posibilidad más real e inmediata para avanzar hacia un modelo 100% renovable, además, por supuesto, de seguir diversificando el mix energético con hidrógeno verde, geotermia,  mareomotriz, etc.

En Gran Canaria estamos en las mejores condiciones para romper nuestra dependencia de los combustibles fósiles. Se tiene que avanzar en la implantación de la eólica marina sin los errores cometidos en tierra, es decir generando pedagogía, complicidad y beneficios sociales.

En este sentido esta energía se tiene que desarrollar cuanto más lejos de la costa mejor, siempre atendiendo a criterios técnicos y de viabilidad. Se tiene que hacer con toda la información y de manera compatible  con el ecosistema local, es decir, conviviendo con la acuicultura, la pesca artesanal y las actividades deportivas como el windsurf. También con el paisaje.

Asimismo, como medida para ampliar los beneficios de este tipo de energía, es absolutamente necesaria que se abra la participación en las plantas a instituciones, pymes y ciudadanía, de manera que se repartan los beneficios. De igual manera su implantación debe generar industria y empleo local, a través de la formación, la actividad portuaria y el desarrollo de nuestras zonas industriales.

Estoy en condiciones de asegurar que, tras haberse despejado todos los obstáculos y cerrarse un acuerdo consensuado con el Gobierno central, Gran Canaria es la única isla con capacidad para afrontar este reto.

La primera propuesta del Plan de Ordenación de la Eólica Marina que presentó el Ministerio afectaba notablemente al paisaje por la escasa distancia  de la costa que se establecía para sus emplazamientos y por los impactos que producía en la zona turística del sur de la isla. Tras analizarla se propone una alternativa por parte del Cabildo de Gran Canaria y del Gobierno de Canarias  consensuada con el ITC, con el área de Política Territorial y con el Consejo Insular de la Energía. Siempre con un contacto permanente con el Consejero de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial, José Antonio Valbuena, y yo mismo.

Sin embargo no se nos tiene en cuenta y en el Plan que se intenta llevar a aprobación en  el Consejo de Ministros se hace desaparecer la propuesta que impactaba en el Sur, pero se ignora lo demás y se sigue manteniendo la distancia de 3 kilómetros de la costa.

Ante esta situación nos plantamos y no se cierra un acuerdo hasta el último momento, en una reunión con la Ministra Teresa Ribera en la que también estaba presente el presidente Ángel Víctor Torres. En esa reunión se llega al acuerdo de que se respeten los 6,5 kilómetros desde la costa, lo que permite compaginar esta actividad con el respeto al paisaje, la pesca o los deportes. También se pacta un espacio de ensayo para la Plocan así como que la adjudicación y la sectorialización de los espacios para ubicar los aerogeneradores sean progresivas.

Llegados a este punto tenemos un enorme reto por delante. Para abordarlo contamos con el consenso y la colaboración entre el Gobierno de Canarias y el Cabildo, así como el ITC, la Plocan o el Consejo Insular de la Energía. También el Puerto  de la Luz y de Las Palmas está llamado a jugar un papel importante ya que la eólica off shore se va a desarrollar en parte de sus aguas y necesita de sus empresas y astilleros. Asimismo las incubadoras de biotecnología marina y desarrollo marítimo impulsadas por la Sociedad de Promoción Económica de Gran Canaria (SPEGC) tienen un rol crucial para el fomento del I+D+i en este campo.

Estamos ante una auténtica revolución, un momento de transformación histórico de nuestro sistema energético. Es una oportunidad para la innovación, la industrialización, para la descarbonización y para el empleo.

Estamos a las puertas de alcanzar la soberanía energética. No hay otro territorio insular que reúna las condiciones que tiene Gran Canaria. Estoy convencido de que vamos a convertirnos en vanguardia mundial, en una referencia internacional de transición energética y ecológica. Y no nos podemos olvidar de que este proceso ayuda también a la reconversión de nuestro principal sector económico, el turismo, que podría afrontar con garantías y competitividad la descarbonización de su actividad así como afianzar una potente marca verde que aumente su potencial.

Se trata también de un compromiso con nuestra tierra y con las generaciones futuras. No podemos seguir quemando en Gran Canaria 49.671 barriles de petróleo, cerca de ocho millones de litros, al día. Porque contaminamos, porque nos enfermamos, porque hacemos un enorme  daño a nuestra biodiversidad…

Contamos con la determinación, con las capacidades, con el apoyo empresarial y público para afrontar este reto. Gran Canaria está preparada.