Portada Antonio Morales


MUJERES EMPAQUETADORAS DE TOMATES

La semana pasada El Patio del Cabildo grancanario acogió un acto entrañable en recuerdo y homenaje de un trabajo y un ejemplo que han sido fundamentales para el progreso de nuestro pueblo y para el reconocimiento del papel de las mujeres del empaquetado, de la aparcería y del mundo rural de nuestra isla.

Se presentó el libro “Mujeres empaquetadoras de tomates. Una historia llena de vida, de lucha y de esperanza”, un texto redactado y coordinado por Domingo Viera y hecho realidad gracias a la labor de una comisión de la asociación de Mujeres Empaquetadoras de Tomates que se encargó de recoger testimonios y experiencias de décadas de esfuerzos y batallas -de vida, de lucha y de esperanza- para defender sus derechos y su dignidad. Recordar con detalle las situaciones vividas por estas mujeres con los contratos irregulares, con los horarios interminables, con el trato desconsiderado, agiganta el valor de los desafíos que protagonizaron al final de la dictadura y principios de la transición.

Esta tierra nuestra tiene detrás una historia de escasez, de carencias y de retrasos. Cuando después de la guerra civil volvimos a vivir uno de esos episodios duros de pobreza y hambre que se repitieron a lo largo de los siglos los tomateros significaron una salida para miles de familias de Gran Canaria que no podían sobrevivir en sus ocupaciones habituales.

Varias generaciones crecieron, en medio de latadas, socos y cucañas, sorribando las fanegadas de tierras, abriendo surcos, plantando las semillas, arrastrando las malas hierbas, aprovechando el maste para el ganado, cargando los frutos de las faldiqueras a los ceretos para después trasladarlos a los almacenes de empaquetado… Se vivieron épocas muy duras, de inmigración interior y de otras islas hacia Las Majoreras, Las Puntillas, Montaña de los Vélez, Las Rosas, Cruce de Arinaga, Cruce de Sardina, Doctoral, El Tablero, El Castillo del Romeral, La Aldea, Gáldar…. Épocas de condiciones precarias de vida, de cuarterías, de sangre, sudor y lágrimas, de regímenes laborales casi feudales, de combates sociales que consiguieron democratizar la producción.

En ese momento, las mujeres del empaquetado dieron un paso al frente y asumieron la triple jornada, la triple ocupación: cuidaron de la familia, trabajaron en el empaquetado, dedicaron con frecuencia muchas horas a la aparcería cuando se plantaban algunos celemines –sin contrato, sin cotizaciones-, y educaron a sus hijos. Soportaron un modelo de vida que las ocupaba veinte horas al día, firmes, recias… Mujeres fuertes como mi madre o mi tía, tantas amigas, tantas vecinas… porque esa es mi cuna y me siento inmensamente orgulloso de ella.

Mujeres sin horario que, además, hacían los quesos, daban de comer a los animales, lavaban las ropas en las acequias, cosían con velas o carburos por la noche, hacían el pan de madrugada, llevaban a sus hijos al médico, administraban el dinero de la familia… Mujer, como canta Neruda, “(…) Trabajadora dura en tus trabajos/ amorosa, estrellada como el cielo/ en el ciclo tenaz de la ternura,/mujer valiente de las profesiones,/obrera de las fábricas crueles,/doctora luminosa junto a un niño,/lavandera de las ropas ajenas,/escritora que ciñes/una pequeña pluma como espada/(…) Mujer sagrada que de la miseria/ multiplica su pan con llanto y lucha/mujer,/título de oro y nombre de la tierra”.

De ese tiempo tenemos que destacar la capacidad de resistencia y de compromiso. No recuerdo a mujeres quejosas o amargadas. Al contrario, eran la cara de la reciedumbre, del esfuerzo, de la cohesión familiar. Alentaron la lucha y fueron vanguardia de un cambio en la relación con aquellas empresas que con frecuencia tuvieron comportamientos medievales y explotadores. Los primeros movimientos de liberación de las mujeres en nuestra tierra tienen el color rojo del tomate y fueron capaces de expresar rebeldía, dignidad y solidaridad cuando en los almacenes plantearon un cambio en la relaciones de trabajo. La ONU lo reconoció mucho más tarde. En 2007 su Asamblea General acordó celebrar cada 15 de octubre el Día internacional de la Mujer Rural con el objetivo fundamental de reconocer “la función y contribución decisivas de la mujer rural, incluida la mujer indígena, en la promoción del desarrollo agrícola y rural, la mejora de la seguridad alimentaria y la erradicación de la pobreza rural”.

Hoy, disponer de un convenio colectivo, regular las jornadas laborales, tener representación sindical o castigar los abusos sexistas de los encargados, nos parece algo natural, pero ellas lo consiguieron cuando no existían esos derechos y la dictadura perseguía y castigaba esas reivindicaciones sin piedad. Esa historia de bregas sin tregua tiene que ser conocida, recordada y agradecida porque necesitamos que esos valores se hereden, se mantegan, se peleen por las nuevas generaciones porque no surgen por generación espontánea. Supieron “deshacer torres de prejuicios” para “hacer mariposas con las hojas de las leyes antiguas” como escribió Mercedes Pinto.

Tenemos que educar en la dignidad, en la lealtad, en la solidaridad, en el compromiso. Pero sobre todo debemos alentar la conciencia de que necesitamos seguir avanzando hacia la misma utopía que las inspiró a ellas para no renunciar a un mundo justo donde todas y todos tengamos la oportunidad de crecer como personas y vivir con respeto a nuestros derechos esenciales. Cuando empezaron a pelear pudimos vislumbrar que ese cambio estaba más cerca. Muchos años después hemos comprobado que el camino era más largo y con más imprevistos. Pero nos enseñaron que no hay razones para el desaliento. Al contrario.

Y porque hay vida y hubo lucha hay esperanza. Si ellas en condiciones mucho peores que las actuales pudieron plantar cara, conquistar derechos, sacar adelante a sus familias… hoy no tenemos razones para dimitir del trabajo, de la lucha, de la defensa de los derechos y la dignidad. Han sido y son una fuente para afianzar nuestras convicciones acerca de que la historia avanza, de que los seres humanos superamos los horrores y las pérdidas de derechos y libertades que a veces sufrimos.

Al mismo tiempo que recordamos tiempos de defensas de derechos y progreso de las mujeres empaquetadoras, hoy en el mundo vivimos incertidumbres y riesgos de retroceso social que no debemos ignorar u ocultar. Al contrario, quienes nos enfrentamos al fascismo de la dictadura española debemos estar alertas frente a nuevos fascismos que encandilan a pueblos y a naciones que olvidan la historia.

Este libro, las experiencias en él narradas, la historia recogida, atestiguan que han valido la pena las batallas que han librado nuestras mujeres a lo largo de nuestra historia. Sirvieron para la subsistencia de las familias, para el reconocimiento de la clase trabajadora como agente decisivo del progreso de nuestro pueblo y sobre todo para comprender el papel fundamental de las empaquetadoras canarias, como nunca había ocurrido antes.

Pero no debemos mirar solo al pasado. Sus enseñanzas siguen siendo válidas y útiles para el tiempo que nos ha tocado vivir. En un momento actual de capitalismo voraz y sin alma, tenemos que recordar que demostraron que las personas están por delante de los balances, que los muros están para saltarse y que la generosidad con quienes están peor siempre es recompensada.

Gran Canaria hoy se siente más reconfortada al reconocer esta lucha que unió a mujeres del sur con las del norte, que juntó las vidas del este y del oeste. Porque una historia que ha ignorado a las mujeres, que las ha mantenido invisibles, siempre está por escribir.

La mayoría de estas mujeres están felizmente jubiladas para sus trabajos habituales pero no deben jubilarse para seguir transmitiendo a su hijos, a sus nietos y a toda la población que quiera escucharlas que aquella experiencia que las hermanó sirvió entonces y sirve hoy para ganar en justicia social, en orgullo para las mujeres trabajadoras y en bienestar para toda la población. Porque como dice José Lezama Lima, mujer, “Si te atolondraras,/ el firmamento roto/ en lanzas de mármol/ se echaría sobre nosotros”.

UN DESTINO TURÍSTICO INTELIGENTE

El pasado día 4 de octubre Gran Canaria volvió a convertirse un año más, con la celebración de Overbooking 18, en el centro del debate sobre la primera industria de Canarias, el Turismo. Lo hizo gracias a la colaboración entre el Patronato de Turismo de Gran Canaria, 22 Grados y las empresas patrocinadoras que, a su vez, son las más dinámicas del sector. Este espacio se ha convertido en el mayor evento español de comunicación y marketing turístico y en una oportunidad perfecta para renovar las herramientas y los procesos empresariales y profesionales que resultan decisivos para acompañar al cliente en todas las fases del viaje. El desarrollo turístico debe contribuir al crecimiento económico, al aprovechamiento del enorme capital humano que se ha creado en las islas en los últimos años, a la inclusión social y a la sostenibilidad ambiental.

Desde el Cabildo de Gran Canaria queremos vincular los nuevos retos turísticos con la modernidad, con la innovación, con el trabajo colaborativo, con la atención excelente a quienes nos visitan, con la mejora de resultados empresariales y sociales y con la defensa de una isla conservada en su medio natural y conocida por su patrimonio cultural.

Esta cuarta edición de Overbooking se centró en compartir con los y las profesionales del sector vacacional las mejores prácticas referidas al marketing. En un mercado cada vez más competitivo, el empresariado turístico debe reflexionar sobre la posibilidad de mejorar la gestión de la comunicación con el objetivo de captar y fidelizar a unos clientes cada vez más codiciados. A quienes nos visitan les seduce nuestro privilegiado clima, una ventaja que nos hace muy competitivos. También resulta atractivo que seamos un territorio sostenible, una ecoisla sustentada en el equilibrio entre la sociedad, la economía y el medio ambiente. La sostenibilidad debe ser presente y futuro de nuestro archipiélago porque, además de porque nos merecemos vivir en el mejor lugar posible, porque es un factor clave para seguir posicionados como uno de los mejores destinos turísticos del mundo.

Con el hilo conductor de “desconocido a prescriptor de tu marca”, Overbooking 18 puso el foco en la figura del turista. Tomar el control de la comunicación en todas las fases que experimenta el usuario es vital para atraer clientes, crear experiencias positivas, fidelizar y conseguir prescriptores que a su vez influyan en la decisión de destino de otros. Debemos conocer el camino que recorre el cliente desde el momento en que identifica una necesidad hasta que es fidelizado por la marca que ha sabido cubrirla, acompañándolo en todo el proceso. Para eso es necesario que estemos atentos, que no bajemos la guardia, que profundicemos en ello.

Nuestras infraestructuras, la seguridad ciudadana y la conectividad también son factores que logran atraer a una parte significativa de las 1.300 millones de personas que se desplazan cada año solo para hacer turismo, y en concreto a los más de 16 millones de visitantes que recibimos en Canarias. En el plan estratégico del turismo de Gran Canaria tenemos detectado que el gran reto, además de consolidar esos factores mencionados, es renovar la gestión de la atención a nuestros clientes.

El Cabildo de Gran Canaria ha puesto en marcha, a través de la SPEGC, la Iniciativa Gran Canaria Inteligente, que tiene como objetivo dotar a la institución de soluciones innovadoras basadas en las TICs (Tecnologías de la Información y Comunicaciones). Esto nos servirá para mejorar la eficiencia en la gestión pública y proporcionar nuevas alternativas que nos permitan prestar servicios públicos de mejor calidad y mayor eficiencia. Contribuir en la mejora de la calidad de vida y la accesibilidad de los habitantes y los visitantes de nuestra isla se convierte así en uno de nuestros objetivos principales. Estas herramientas tecnológicas permitirán, además, obtener información relevante sobre Gran Canaria y la propia actividad del Cabildo, información que, tras su procesamiento y presentación en los formatos adecuados, facilitará la gestión y la toma de decisiones estratégicas basadas en datos.

Hemos orientado la Iniciativa hacia aquellas áreas de actuación que tienen mayor relevancia e impacto debido a sus características socio-políticas, económicas y geográficas, focalizándola sobre siete grandes ejes prioritarios de actuación. En un lugar destacable, como no podía ser de otra forma, está el turismo.

El desarrollo de la Iniciativa sobre el eje estratégico del turismo tiene como objetivos lograr el reconocimiento de nuestra isla como referencia de Destino Turístico Inteligente (DTI), incrementar la satisfacción del visitante y del gasto turístico y, sobre todo, aumentar significativamente nuestro conocimiento sobre el turista y sobre el propio destino. Esto nos permitirá dotar a la administración de herramientas para una mejor gestión del destino y mejorar los servicios y la experiencia del turista.

Se define el Destino Turístico Inteligente como un destino turístico innovador, consolidado sobre una infraestructura tecnológica de vanguardia ligada a sistemas big data de gestión del destino, con una transformación digital de los servicios turísticos, con aplicaciones para alcanzar la mayor valoración de nuestros recursos y el enriquecimiento de la experiencia del visitante…

Overbooking se ha transformado pensando en responder a las necesidades del sector turístico. Lo que hasta el año pasado era el Foro Nacional de Comunicación Turística Overbooking Gran Canaria, se ha convertido en Overbooking Gran Canaria Summit. No es sólo un cambio de nombre, es la representación gráfica de la evolución del proyecto iniciado hace 4 años. Gran Canaria avanza hacia un turismo de excelencia con las herramientas más actuales.

Hemos vivido unos años con resultados históricos, con datos muy positivos que han batido records. Pero tenemos que hacer una planificación para situaciones menos excepcionales. La reincorporación al mercado de destinos competidores como Turquía, Egipto y países del Caribe, entre otros, ha hecho que la ventaja ganada en los últimos años sea menos espectacular. Esta realidad nos debe animar a mantener un proceso de reforma y renovación integral de las instalaciones, de la organización y de las tecnologías digitales necesarias para resistir frente a estos competidores.

El Cabildo de Gran Canaria considera vital la implicación de las instituciones en la formación de los profesionales del sector turístico: es la única vía para incrementar la productividad y calidad del servicio que ofrecemos en la Isla. Para ello, no solo es importante hacer estudios de los propios visitantes y de los factores de fidelización, sino también ofrecer espacios de debate que apuesten por la formación permanente de los profesionales y las profesionales que trabajan en él. Los trabajadores del sector son el contacto final con el turista, de ellos depende que el turismo siga manteniendo y mejorando los niveles de aceptación. Ellos y ellas también deben participar plenamente de los logros y los beneficios.

Estoy convencido de que eventos como Overbooking Gran Canaria consolidan a la Isla como espacio de referencia para profesionales de la comunicación y el marketing turístico nacional. Nos jugamos mucho. El turismo es el precursor del 40% del empleo en Canarias y ha hecho que el número de puestos laborales haya subido en cerca de 100.000 personas en los últimos 10 años. Un indicador de que vamos por el buen camino, pero debemos avanzar juntos, seguir dando pasos firmes.

¿Cuáles son los pasos que podemos dar con la ayuda de espacios como este? Debatir para mejorar la eficiencia y la gestión de las empresas turísticas de Gran Canaria, concretar la generación de oportunidades de inversión en la isla y algo de lo que el Cabildo es muy consciente y pone en práctica, potenciar el trabajo colaborativo y la generación de sinergias de las instituciones públicas y las empresas privadas, con el fin de dinamizar el sector turístico.

En definitiva, foros como el de Overbooking ofrecen una gran oportunidad para aprender de la experiencia de profesionales del sector turístico y para permitirnos mejorar, avanzar y alcanzar los hitos que nos proponemos. Gran Canaria es una isla con cien calificativos, todos ciertos, que brillará más si unimos nuestras fuerzas. Hagamos que destaque por ser líder en innovación, investigación, conocimiento y sostenibilidad. Esa será nuestra mejor carta de presentación para el futuro, un futuro en el que todas y todos estamos incluidos.

45 ANIVERSARIO DE GLOBAL SALCAI UTINSA

Hablar del aniversario de Global nos hace recordar experiencias imborrables que conformaron nuestra forma de ser durante los últimos años, cambiando la relación que teníamos con nuestro territorio, con nuestros vecinos y con nuestro trabajo. La manera de transitar por nuestras carreteras, de cruzar los barrancos, de llegar a la cumbre, de alcanzar las playas es una forma singular de enamorarnos de un paisaje único de una isla que se llama Gran Canaria y de identificarnos con ella. Y hoy tenemos la suerte de poder sintetizar las vivencias de miles de paisanos durante cuarenta y cinco años y de profesionales que nos condujeron durante un tiempo precioso, para comprobar lo que hemos evolucionado y la importancia del transporte colectivo en nuestras vidas. 

Hace 45 años se produjo uno de los más importantes acontecimientos económicos en la reciente historia de la Humanidad. La llamada #crisis del 73#, cuando la Organización de Países Exportadores de Petróleo acordó el aumento del precio de los combustibles, duplicándolo en cuestión de días. Aquella situación afectó nuestras condiciones de vida insulares. La crisis se extendió de inmediato a todo el planeta. En España vivíamos los últimos momentos de la dictadura, aislados de la Unión Europea. Las carencias de infraestructuras y de servicios elementales mostraban un país empobrecido. 

En Gran Canaria, el mejor ejemplo de la situación general fue la crítica situación del servicio de transporte interurbano, con la existencia de una caótica e incontrolable actividad de operadores, siendo más sorprendente la existencia de dos modelos de negocio que se enfrentaban a diario por llevarse los clientes y usuarios que en nuestra isla utilizaban el transporte público. Un enfrentamiento que duraba ya treinta años, desde 1940 a 1970.

En la capital se encontraban las Jardineras Guaguas, mientras en el resto de la isla luchaban por sobrevivir los vehículos de Autobuses Interurbanos Canarios SA (Aicasa) y los #piratas#. El origen de Global Salcai Utinsa se sitúa en los inicios  del transporte terrestre de viajeros con vehículos a motor en Gran Canaria.

La Compañía de Automóviles de Santa Brígida creada en 1920 era reconocible por el amarillo de sus vehículos, el correo y sus rigurosos horarios de salida, por lo que fueron llamados #coches de hora#. Seis años después pasó a ser de Melián y Compañía y unos años más tarde prestaba sus servicios por toda la isla, pero no pudo resistir la competencia de los fotingos o piratas y poco a poco caminó hacia la desintegración. Fue adquirida por Aicasa pero, nuevamente, los problemas económicos la llevaron a un conflicto laboral con sus trabajadores, que tuvo una importante repercusión social por el daño causado y por la parálisis en el conjunto de la isla. Este conflicto se produce en los años setenta y se vive un hecho infrecuente, que avisaba de los tiempos de la transición política: fueron protegidos en sus demandas por el Obispo de Canarias José Antonio Infantes Florido.

Ambos modelos planteaban sus proyectos de empresa y de negocio en el sector del transporte insular: uno individual y otro colectivo, uno que buscaba el mayor beneficio mientras el otro quería lograr la rentabilidad sostenible. Incluso hubo un tiempo en el que ambos modelos convivieron en la isla, dividida en dos de forma salomónica como respuesta institucional al enfrentamiento entre ambos sectores. Así, se repartieron por un lado el centro/norte y por el otro el sur/sureste. Fue en octubre de 1973 cuando la isla fue repartida. En una mitad, los #piratas# se constituyeron como operador único bajo la marca Utinsa, mientras la otra mitad sería el laboratorio para crear la mayor sociedad laboral dedicada al transporte público de España, con el nombre de Salcai. Una iniciativa que conllevaba el liderazgo del tercer sector en Canarias. Un papel que hemos de agradecer siempre a sus creadores y a quienes han continuado la labor de apoyo al cooperativismo en todo el Archipiélago.

En el mapa, la división ofrecía una realidad ilusoria. Estábamos ante un fin de ciclo que iba a variar rápidamente las tornas para ambas empresas. El norte agrícola estaba más poblado. El sur se debatía entre la aparcería y el turismo. La isla estaba cambiando y el transporte público sería uno de sus efectos. Utinsa ocupaba un territorio montañoso, con carreteras complicadas y antiguas. La rentabilidad era escasa. Y permítanme que recuerde en este punto que ¡por fin! la carretera de Teror dejará el diseño de carruaje para convertirse en una vía interurbana moderna gracias a una inversión que acomete el Cabildo de Gran Canaria. Por su parte, la organización colectiva de Salcai supo gestionar el rápido desarrollo en todo el territorio asignado y aprovechar el crecimiento de la demanda turística. 

El siglo XXI comenzó con un resultado anunciado, se fusionaron las dos empresas y se unificó el transporte interurbano de viajeros en Gran Canaria, pasando a denominarse la nueva marca: Global Salcai-Utinsa. Queda al margen el transporte en la capital grancanaria que permanece en manos de Guaguas Municipales.

En resumen, Global SU parte de las iniciativas de emprendedores con mentalidad laboral y cooperativa que vieron la oportunidad de negocio mejorando las comunicaciones en la isla. Ese espíritu se ha mantenido hasta hoy con importantes hitos que han hecho trascender a esta empresa como una de las más veteranas y destacadas en el desarrollo de la economía social y se ha significado en la implantación de estrategias de desarrollo de tecnologías en el transporte. Su éxito la ha llevado a expandir su negocio a otras regiones y otros países.

El transporte público fue un salto fundamental en el desarrollo de la isla. En sus comienzos el viaje no era fácil. En realidad era un sacrificio. Malas carreteras y vehículos con asientos de madera y muy incómodos, pero aun así la gente ya disponía de un medio de transporte regular, dirigido por el conductor y el cobrador, al grito de «¡Pare!», «¡Siga!» para hacer posible las necesidades de los viajeros que eran contados y casi una familia, hasta el punto de que cuando faltaba alguien los guagüeros se interesaban por su estado de salud. Estos trabajadores eran y hacían de todo: por ejemplo, de ingenieros capaces de sustituir la tapa del radiador con un higo para intentar llegar a la parada final donde reparar el motor. También eran quienes velaban por la seguridad del pasaje, tanto por los riesgos de la carretera como por la convivencia durante el trayecto. Eran maestros de civismo y urbanidad, recaderos, carteros, celestinos y, sobre todo, personas de confianza, amigos.

Imponía ver a aquellos conductores con volantes gigantescos que tenían que mover con todo el cuerpo para recorrer las numerosas curvas de las pistas. Personas que ejercían la autoridad desde su puesto, aunque apenas tenían que intervenir porque se vivía la experiencia del viaje de forma tranquila, serena y sana, a pesar de que entonces se fumaban puros y virginios en los grandes vehículos, así como se transportaban cochinos, gallinas, cajas con quesos o alimentos, medicinas, el correo o los regalos para los familiares. Orígenes de una actividad que fue aventurera y atrevida para unos pocos pero que hoy en día mueve a decenas de millones de personas cada año.

En la actualidad Global SU es una empresa competitiva que no ha olvidado sus raíces cooperativistas y la participación. En estos momentos, la empresa de transporte cuenta con casi 800 trabajadores y trabajadoras, una flota de más de 300 vehículos y unas 120 líneas que cubren todo el territorio insular, transportando a más de 25 millones de viajeros anualmente. Además dispone de centro de mantenimiento y de suministro y cocheras.

Hoy, el transporte interurbano de viajeros en Gran Canaria tiene un nivel de excelencia propio de una  sociedad avanzada como la nuestra, convertido en una forma segura, cómoda y eficaz para conectar la Isla, a sus habitantes y a sus visitantes. Una empresa preocupada por un transporte accesible, sostenible y que no dañe el medio ambiente, por lo que podemos reconocer con orgullo el papel fundamental de Global SU en el desarrollo del transporte como elemento cohesionador de la sociedad grancanaria, de la unión de sus habitantes y visitantes.

Pero somos conscientes de que queda mucho por hacer. En los próximos años tenemos que avanzar en la apuesta por un transporte colectivo que permita una mayor movilidad eficiente en la isla y que equilibre el uso del transporte privado y público para que disminuya la emisión de gases de efecto invernadero con un cambio de modelo y de eficiencia en los motores, para que se incremente el uso de vehículos eléctricos y para que se reduzca la dependencia del petróleo. Estamos tomando decisiones de cambio que merecen ser comentadas en este aniversario. Es un avance el Bono Joven, con una tarifa plana de 28 euros sin límite de viajes, para jóvenes de hasta 28 años en toda la isla. Estamos también en el proceso de puesta en marcha del bono regular para residentes a 35 o 40 euros. La imagen que los turistas perciben al llegar al aeropuerto mejora con el servicio Airport Express, con 6 nuevos vehículos financiados por el Cabildo de Gran Canaria. En pocos años renovaremos más del 40% de la flota de Global. Y próximamente entrará en funcionamiento el nuevo sistema de información al viajero en las paradas de Gran Canaria.  

Por eso, en estos días de celebración, de agradecimiento y felicitaciones, me cabe el honor de renovar públicamente la apuesta del Cabildo de Gran Canaria por el transporte público de viajeros. Hemos avanzado gracias al compromiso de trabajadores y trabajadoras de las distintas empresas -que han confluido en Global como expresión de modernidad y servicio público- y por la continuidad de una política defendida por el Cabildo que considera la movilidad como un servicio esencial. Tenemos motivos para sentirnos orgullosos de la isla que estamos transformando entre todos y todas. Aspiramos a un futuro de progreso porque tenemos una historia de trabajo compartido. Gracias a quienes lo han hecho posible.

ESTRATEGIA AZUL PARA GRAN CANARIA

El pasado miércoles día 12 de septiembre tuve el placer de presidir la inauguración en INFECAR del Taller de Consulta en España para la definición del Plan de Acción de Energías Renovables Marinas en el Atlántico. El evento estaba organizado por la Dirección General de Asuntos Marítimos de la Comisión Europea (DG MARE), en colaboración con el Cluster Marítimo de Canarias y la consultora Ernst&Young. Se seleccionó la capital de Gran Canaria como única localización española y el Cabildo de Gran Canaria lo patrocinó de manera decidida a través de la SPEGC, dependiente del área insular de Desarrollo Económico, Energía e I+D+i.

El principal objetivo de estos talleres era abordar los desafíos y oportunidades de las energías marinas renovables (ERM) en la cuenca del Atlántico y desarrollar las acciones concretas que se incluirán en la próxima versión del Plan de Acción del Atlántico. Se trataba de poner sobre la mesa iniciativas y acciones conjuntas y colaborativas viables con una dimensión transnacional y transectorial que apoyen el intercambio de conocimientos y mejoren las capacidades de competitividad e innovación. Acudieron para hacerlo posible 40 expertos de diez países europeos. Sin lugar a dudas, un logro del presidente del Cluster Vicente Marrero y su equipo que profundiza además en la búsqueda de encuentros entre lo público y lo privado para avanzar en la defensa de un modelo de desarrollo azul para nuestra tierra.

Y es que ese es el camino. Así lo hemos entendido desde un primer momento, porque la apuesta por el crecimiento azul es un elemento clave en nuestro programa de gobierno insular y porque la energía sostenible es uno de los ejes vertebradores del concepto que defendemos de “ecoisla”: todo un reto en una isla con 860.000 habitantes que necesita innovar para descarbonizar su modelo económico y energético en las próximas décadas.

El momento actual es crítico y oportuno para fijar metas de cara a 2030 para la UE y Canarias, por varias razones: porque se está negociando el horizonte de Europa para la primera mitad de la próxima década, porque se están fijando, además, las políticas europeas hacia la transición energética y, por último, porque se están preparando los fondos estructurales del período 2020-2027.

Por otro lado, la Unión Europea promovió el concepto de crecimiento azul como estrategia de crecimiento económico en los mares europeos. Todo ello en el contexto del cambio climático, la creciente escasez de recursos naturales, la mayor vulnerabilidad del planeta, el crecimiento de la urbanización y la concentración de población en las regiones costeras. Y, en este sentido, coincidimos plenamente en la orientación de la estrategia de crecimiento azul que busca, por una parte, fomentar el crecimiento inteligente a través de una economía basada en el conocimiento y la innovación y, por otra, impulsar el crecimiento sostenible mediante una economía más eficiente, más ecológica y más competitiva desarrollando así un crecimiento integrador con empleo de calidad.

Desde que iniciamos este mandato en el Cabildo grancanario fuimos conscientes de la importancia del crecimiento azul y del gran potencial de Gran Canaria para forjar desarrollo y diversificar nuestra economía impulsando y aglutinando a sus instituciones de I+D+i, la cualificación de sus recursos humanos, sus condiciones climáticas y sus incentivos fiscales. Sin embargo, también teníamos muy claro que no bastaba con tener un conjunto de potencialidades: necesitábamos construir, junto a diferentes actores, una “visión azul” innovadora y atractiva con el fin de generar actividad económica y empleo. En aquel momento detectamos grandes posibilidades para desarrollar sectores estrechamente relacionados: la biotecnología, el cultivo de microalgas y cianobacterias así como la acuicultura. Y nos pusimos manos a la obra para construir una “visión azul” compartida producto del trabajo colaborativo entre el Cabildo (Sociedad de Promoción Económica de Gran Canaria), la Universidad (Banco Español de Algas e Instituto Ecoaqua) y el Gobierno de Canarias (Instituto Tecnológico de Canarias).

Ahora bien, tampoco basta con el trabajo colaborativo si no somos capaces de ofrecer infraestructuras punteras e innovadoras que nos lleven a un punto de inflexión en el crecimiento azul de nuestra isla. Para hacerlo posible, el Cabildo de Gran Canaria ha buscado recursos financieros como por ejemplo: 10,5 M€ de los PGE del 17 y 18 para el desarrollo de la I+D+i, la mejora de equipamientos, la atracción de talento y empresas o el desarrollo de programas formativos y 4,1 M€ para el desarrollo de un Área Experimental de Empresas y una Incubadora de Alta Tecnología en la zona de Arinaga. Y hemos destinado en nuestros presupuestos partidas importantes encaminadas a hacer posible que nuestra isla se pueda convertir en vanguardia del desarrollo sostenible y la economía azul en las islas del mundo. Depuración, desalación, renovables, microalgas, acuicultura, reparaciones navales, turismo sostenible, deportes náuticos…

Por otro lado, también hemos mejorado el marco regulatorio de las actividades de acuicultura y cultivo de algas en tierra aumentando de manera muy significativa en el nuevo Plan de Ordenación Insular las zonas en las que pueden desarrollarse estas actividades. Y todo ello unido a la reciente aprobación del Plan Regional de Ordenación de la Acuicultura de Canarias (PROAC) por parte del Gobierno de Canarias que contribuirá al desarrollo de las mismas en las zonas marítimas.

Y, por último, una “visión azul” innovadora, atractiva y sostenible debe estar coordinada con otros sectores e instituciones como la PLOCAN y las energías marítimas o el próximo proyecto de Parque Tecnológico en Gáldar dedicado a la desalación y la economía circular o proyectos como la central hidroeléctrica reversible de Soria-Chira, que permitirá en el futuro un alto nivel de penetración de energías renovables, esperemos que también marinas, en el mix energético de la isla.

De manera paralela al desarrollo de los sectores biomarinos, desde el Cabildo también somos conscientes de que Gran Canaria es sin lugar a dudas el laboratorio de la UE para la innovación, ensayo y demostración de las energías renovables en el medio marino, así como para la transición hacia una economía baja en carbono, inteligente y sostenible. Hay islas más pequeñas donde se han llevado a cabo experiencias de gran valor añadido, como El Hierro, pero hay que ir a procesos de mayor escala que aceleren la transición necesaria para alcanzar objetivos como la reducción en al menos un 40% de las emisiones de gases de efecto invernadero o el 27% de cuota de energías renovables y de mejora de la eficiencia energética.

Así, del mismo modo que estamos impulsando un área experimental de negocio biomarino en Arinaga, estamos convencidos de la necesidad de disponer de un área experimental para demostración de fases comerciales y proyectos piloto de energía de las olas al norte de la Isla, una plataforma para la inversión, la innovación y el desarrollo de la industria undimotriz para territorios insulares y zonas costeras aisladas que además requieran de procesos de desalación.  También sería deseable desarrollar otra zona en el sur de la isla para la eólica flotante. Estos futuros parques experimentales requieren de gran financiación, tienen ciclos de vida mucho más cortos (no hipotecan a largo plazo), suponen nichos de formación para los recursos humanos, para la creación de nuevas empresas y para la atracción de talento.

En consecuencia, nuestra “visión azul” propone valorar adecuadamente el conocimiento e innovar y experimentar aquí lo que se está investigando en Europa, tanto en el sector biomarino como en el de las energías renovables marinas. Las iniciativas, los proyectos y las acciones ligadas a estas zonas atraerán a buen seguro mucha inversión, talento y constituyen un clima propicio para la innovación.

Para llegar a esto es necesario que todos los actores implicados, tanto públicos como privados, colaboremos y trabajemos conjuntamente, de forma coordinada en el tiempo. Creo también que es necesario mejorar los instrumentos de financiación europeos destinados a las regiones ultraperiféricas así como disponer de herramientas singulares que permitan financiar proyectos en nuestras áreas de especialización en crecimiento azul, es decir, en la PLOCAN y la Plataforma Bioasis.

En conclusión, en el Cabildo tenemos muy claro el papel de los océanos y los mares a la hora de enfrentarnos a los desafíos globales a nivel económico, energético o climático. Gran Canaria es ya una isla vibrante en estos ámbitos y tenemos la vocación de convertirnos en la isla-laboratorio en tecnología azul de la UE, contribuyendo a la innovación en los modelos de negocio siempre dentro de una perspectiva sostenible y socialmente integradora. Y estoy seguro de que la revisión del Plan de Acción del Atlántico contribuirá a mejorar la estrategia europea de crecimiento azul tanto a escala europea como a nivel local.