Portada Antonio Morales


DEFENDER GRAN CANARIA

No le sentó bien a determinados poderes fácticos que la ciudadanía de Gran Canaria optara, en las últimas elecciones locales de 2015, por una mayoría progresista para el Cabildo de Gran Canaria

No le sentó bien a determinados poderes fácticos que la ciudadanía de Gran Canaria optara, en las últimas elecciones locales de 2015, por una mayoría progresista para el Cabildo de Gran Canaria. Se les pusieron los pelos como escarpias. Tocaron a rebato. Cerraron filas y planificaron una guerra de guerrillas contra el Gobierno insular, activados  por el miedo –real, sin duda- a la pérdida de control sobre las decisiones políticas.

 

La primera vez que la bicha asomó la cabeza fue en marzo de 2016. Apenas habían pasado unos meses desde que tomáramos posesión, pero el 12 de marzo de ese año el periódico La Provincia llevó a portada y a una página interior una información, apoyada en grandes titulares, en las que venía a decir que “Los empresarios ven un Cabildo parado y en riesgo de perpetuarse en la inacción”. Dejaban entrever que eran casi todos los empresarios del mundo. Que les preocupaba nuestra posición sobre la Ley del Suelo y sobre la distribución de los recursos del IGTE. Luego algunos de ellos, como los caracoles, dije en aquel momento, empezaron a asomar sus cuernitos al sol. Y terminaron más o menos por perdonarnos la vida. El Círculo de Empresarios y la CCE aparecieron en portada del mismo medio dos días después conminándonos a un mayor liderazgo económico y haciendo especial incidencia de nuevo en el IGTE, proyecto estrella de Fernando Clavijo al que terminarían apoyando en su propuesta de distribución de los recursos a través de la triple paridad, en contra de los intereses de Gran Canaria. Afirmaron que  no se referían al actual gobierno insular, que, en fin, solo se trataba de advertir que en los últimos diez años el Cabildo se había estancado… Pero nos mostraron el andar de la perrita. Y no me callé a la hora de manifestar que ese periódico había realizado una campaña de presión con algunos poderes económico-empresariales y el sector más ático de CC con los que se empezaba a vislumbrar una alianza de sangre. Eso fue hace un año.

Desde el tiempo transcurrido hasta el momento, el entreguismo de algunas organizaciones empresariales y cierta prensa grancanaria a ATI ha sido clamoroso. Hay que decirlo. Es obvio. Lo cuenta muy bien Manuel Mederos (http://www.canarias7.es/articulo.cfm?id=459390).

Pues bien, exactamente un año después –apenas llevamos un año y medio de mandato- la bicha vuelve a salir a la palestra. El pasado sábado un redactor de La Provincia me llama para anunciarme que preparan un reportaje sobre un informe del Círculo de Empresarios en el  que señalan que Gran Canaria se estanca y Tenerife nos supera. Quería conocer mi opinión y se la di, aún sin conocer exactamente cómo iba a ser el tratamiento de la información, aunque lo intuía. Luego me anuncian que yo no salgo dando mi versión hasta el lunes. No era bueno –percibo- que se contaminara la visión catastrofista que se pretendía dar. Efectivamente, la portada de ese diario el domingo nos trasladó, a cinco columnas, que “Tenerife supera a Gran Canaria”.  Ese mismo día el presidente del Círculo de Empresarios, Mario Romero, decía en una entrevista que “Gran Canaria tiene gran culpa de la ventaja de Tenerife”. Y habla de marañas administrativas, de la valentía de la Ley del Suelo, de lo contentos que están con Fernando Clavijo… Yo desconocía que la semana anterior La Opinión, el periódico del mismo grupo que La Provincia que se edita en Tenerife, había titulado, con el mismo formato, que “Gran Canaria admite que Tenerife tiene un mayor empuje económico”. Efectivamente, al día siguiente, lunes, salgo dando mi opinión en La Provincia pero esta vez a una sola columna en portada (el titular ese día es que “Urbanismo da vía libre a los huertos en las azoteas…”. La diferencia es notable). No recibo, ni siquiera, el mismo tratamiento que el alcalde de San Bartolomé, Marco Aurelio Pérez, que, a cinco columnas y de nuevo en portada, manifiesta al día siguiente, martes, que “El problema de este Cabildo es que entiende mal el desarrollo. En la calle Bravo Murillo hay alguien que aplica mal en Gran Canaria los criterios de sostenibilidad”. (Le pareció al periódico que esa frase era lo más destacado de su charla en un foro que había organizado en el Hotel Santa Catalina). ¡Marco Aurelio dando lecciones de sostenibilidad! Ya la había emprendido contra mí en enero de este año acusándome falsamente de paralizar las obras del Siam Park al que él aún no le ha dado la licencia. El miércoles se suma también el presidente de la CCE con el argumento de que uno de  los impedimentos para invertir en Gran Canaria es que el modelo de crecimiento del ayuntamiento de San Bartolomé es distinto al del Gobierno del Cabildo. Denme un ejemplo, por favor.

Y aunque en el editorial de La Provincia (De la hegemonía al letargo) se  afirma de pasada que todo lo que está sucediendo viene de atrás, que también el Gobierno canario tiene alguna responsabilidad con lo que está sucediendo en nuestra isla, la realidad es que todo apunta a un nuevo episodio de presión hacia el Gobierno insular a cuenta de la Ley del Suelo y a un intento de  desgaste de la mayoría de gobierno y de su presidente. Parece que la información va de otra cosa, pero no. Carlos Sosa lo analiza al detalle en Canarias Ahora: http://www.eldiario.es/canariasahora/topsecret/blues-insularismo_6_626847351.html.

Y no quieren darse cuenta, especialmente los empresarios que representan a organizaciones y que tienen el carné del PP, de que si las cosas vienen mal por la inacción del Cabildo, se debe a que el Partido Popular ha gobernado en esta institución en los últimos 20 años, el 80% del tiempo bajo  las presidencias de José Macías, María Eugenia Márquez, Soria y Bravo de Laguna, con el paréntesis de José Miguel Pérez. Que durante 20 años atrás no se han hecho las cosas bien y ahora sí que se están haciendo, tal y como apuntan los datos y ellos sostienen con la boca chica.  Y pasan de puntilla, claro, sobre el abandono del Estado para con estas islas durante los gobiernos del PP. Por cierto, no les he oído nunca denunciar este atropello.

Pero no salgo de mi asombro. Aunque en el reportaje de La Provincia se llega a afirmar que es ahora en Gran Canaria “cuando está empezando a recuperarse el pulso con la mejora de determinados indicadores que dibujan en el horizonte que el desigual crecimiento de los últimos años podrá corregirse en los próximos ejercicios”  (qué pena que no se les ocurriera llevar a la portada y a cinco columnas que la isla repunta la crisis con buen pie), la realidad es que el tono de la información y de las declaraciones de los responsables del Círculo es profundamente pesimista, desalentador, victimista, desmotivador para los inversores y generador de estigmas negativos para Gran Canaria y sus instituciones, frente a los guays de Tenerife. Hasta Carlos Alonso, el presidente del Cabildo de Tenerife, de la mano de El Día, saca pecho y anuncia que “está dispuesto a mostrar al Cabildo de Gran Canaria la clave del éxito del dinamismo de Tenerife tal y como reconoce el Círculo de Empresarios de Gran Canaria”. Ante una aparente llamada de atención sobre una situación enquistada se esconde un mensaje claro: desde el Cabildo no se está dando respuestas. Aquí no se puede hacer nada, todo son trabas y en Tenerife, no.  Y eso es totalmente incierto, como ellos mismos reconocen en el curso del reportaje. Lo que les gustaría realmente es que en Gran Canaria gobernara el PP y en Tenerife ATI y así repartirse el poder de las islas.

Y no es cierto que lo que afirman  esté basado en ningún informe como se nos intenta vender sino en un comentario anónimo –de poco más de medio folio- en el blog de esa organización que dice que en Tenerife ha crecido más el turismo debido al lastre político y a las trabas burocráticas en la isla redonda y a que la administración pública tinerfeña poco menos que se ha echado la isla a la espalda con más inversiones públicas. Que todo son facilidades, que por lo tanto así han conseguido tener más turistas que nosotros, más hoteles, más creación de empresas y más generación de riqueza y empleo. Y que, claro, ya con la Ley del Suelo será todo la repanocha. Y sobre ese medio folio se construye toda esa parafernalia que les estoy relatando. No hay nada como ponerles la zanahoria a unos con la Ley del Suelo que lo va a salvar todo, desde la liberalización sin control del territorio,  y a otro con la próxima adjudicación de los informativos de la tele canaria (apenas 210 millones en diez años) para alcanzar ese grado de fidelización y para conseguir enfrentar y dividir a los grancanarios…

Pero obvian lo más importante. Obvian y se callan que si Tenerife tiene más turistas, más camas y ha crecido más en empleo es porque ha sido la Ley Turística, aprobada por la CC que tanto defienden ahora, la que ha frenado el desarrollo turístico de Gran Canaria al impedir la construcción de hoteles de cuatro estrellas que es lo que demanda el empresariado, mientras se ha dado luz verde en Tenerife a la demanda de sus empresarios; que el Plan de Modernización  realizado por el Gobierno, de acuerdo con el ayuntamiento de San Bartolomé, lo han tumbado los tribunales por haberlo hecho incumpliendo la Ley (a lo mejor solo fue una equivocación); que el ayuntamiento, incapaz de realizar su Plan General, le trasladó las competencias al Gobierno canario que se ha mostrado también incapaz de realizarlo (igual lo han intentado, pero Lopesan afirma que esta negligencia le ha impedido invertir más de mil millones); que el Gobierno se mandató reordenar el sector del Oasis y después pasó olímpicamente; que muchas de las obras paradas en el sur se deben también a conflictos entre empresarios (en esto si tiene razón el Círculo); que el peso de las inversiones y la administración pública se ha trasladado hacia Tenerife (Proexca, captación de recursos, proveedores para todas la consejerías y organismos…); que Gran Canaria es la isla que más aporta y la que menos recibe sin que nunca sepamos los datos reales; que nuestra universidad recibe un trato presupuestario injusto; que en Tenerife se falsificaron censos poblacionales para recibir más fondos… No estoy en contra de que a Tenerife le vaya muy bien. Que le vaya muy bien a cada una de las islas. Pero no vale jugar con cartas marcadas.

Y obvian los datos favorables a Gran Canaria. Y que en el último año y medio la inmensa mayoría de los indicadores de progreso económico son claramente favorables a esta isla. Obvian –y son datos insulares y no provinciales como están diciendo- que Gran Canaria es la isla donde se ha producido un mayor aumento del número de turistas (5% de media superior a Tenerife); que el gasto turístico  y la estancia media es mayor en Gran Canaria; que la variación interanual de cruceros es de un 79,53% y la media de Canarias es del 53,42 %; que lideramos el proceso de renovación turística; que hemos facturado un 15% más de ingresos turísticos frente al año anterior;  que  tenemos casi un punto menos de hogares bajo el umbral de la pobreza;  que tenemos mejores índices de confianza empresarial, que los índices de crecimiento de la exportación de plátanos han aumentado en Gran Canaria en un 13,47% frente a un 4,39 en Tenerife; que tenemos un consumo energético mayor; que el aeropuerto de Gran Canaria mueve tres millones más de kilos de mercancías que los dos de Tenerife; que el Puerto de La Luz y de Las Palmas  es muy superior en cruceros, mercancías y contenedores a los tinerfeños; que los superamos en más de cinco mil matriculaciones de vehículos particulares; que en importación y en exportación nuestros datos son muy superiores; que el incremento de transacciones inmobiliarias ha sido casi seis puntos más altos aquí; que en vivienda libre los precios son mayores en esta isla…

Y cuando dice que el Cabildo de Tenerife ha hecho un mayor esfuerzo inversor que el de Gran Canaria, permítanme que haga las siguientes preguntas. ¿Más inversiones en qué? ¿En carreteras? ¿En polígonos industriales? ¿En desaladoras? ¿En depuradoras? ¿En renovables? ¿En desarrollo industrial? ¿En desarrollo comercial? ¿En desarrollo agroindustrial? ¿En desarrollo portuario? ¿En infraestructuras culturales, deportivas, sanitarias…?  Está meridianamente claro que eso no es así.

Llamo a la responsabilidad. Si en este último año y medio los indicadores económicos son buenos para Gran Canaria, no gastemos energía en enfrentamientos estériles. No mandemos mensajes negativos que puedan parar este crecimiento. No hagamos el juego a los que piensan que dividiéndonos lograrán frenarnos. Es la mayoría social la que debe velar porque esto no suceda. No podemos dejarlo en manos de algunos partidos políticos que solo buscan réditos partidistas o de interlocutores sociales que piensan antes en sus bolsillos y en sus intereses políticos que en el interés general. Sacar adelante a Gran Canaria debe estar por encima de intereses políticos o empresariales. Depende, insisto, de la gran mayoría social de esta isla nuestra. Es con ella con la que está el Cabildo, para defender Gran Canaria. Aunque resulte especialmente duro esquivar los embates que surgen de la propia isla.

RENOVAGUA

El año pasado presentamos en el Cabildo, con motivo del Día Mundial del Agua, un estudio elaborado por la ULPGC, el Consejo Insular de Aguas y la Fundación Acuorum que versa sobre la “Sostenibilidad en el balance recurso-demanda en la Isla de Gran Canaria”. Se trata de un documento de una importancia trascendental que señala el camino por el que debemos transitar en materia hidráulica en Gran Canaria en los próximos años y que debe pasar por reducir las pérdidas de agua implantando tecnología de última generación; por recargar los acuíferos reduciendo los caudales superficiales que desembocan en el mar y geodepurando las aguas subterráneas en mal estado;  por realizar una gestión integrada de las redes de saneamiento y el control de los vertidos mejorando la calidad de las afectadas por intrusión marina e inyectando residuos líquidos; por optimizar la energía de las instalaciones a través del ahorro (consumimos para producir agua el 15%) y de la penetración de las renovables; por perfeccionar las tomas de las desaladoras; por mejorar la eficiencia de los regadíos… Solo con estas medidas podríamos reducir el déficit hídrico en un 53% de aquí al 2027. Y estamos trabajando decididamente en ello.

 

Este año, aprovechando la misma conmemoración, mostramos a la sociedad grancanaria el proyecto RENOVAGUA, un ambicioso plan que nos permite avanzar en la implantación de las energías renovables en la isla, haciendo posible que 26 plantas de desalación y depuración, distribuidas por todo el territorio insular, se abastezcan de energías limpias (fundamentalmente solar, eólica y minihidráulica). El Cabildo destinará a esta propuesta un total de 18 millones de euros en cuatro anualidades de 4,5 millones de 2017 a 2021. Se conseguirá, de esta manera reducir en un 40% el uso de energías convencionales en la producción y distribución de agua, dejar de emitir 17.000 toneladas de CO2 a la atmósfera y dejar de importar y consumir 4.670 toneladas de petróleo… En la actualidad, en  Gran Canaria el 15% de la producción eléctrica se emplea en el agua y el Consejo Insular de Aguas destina cada año 7 millones de euros al consumo energético. Esta iniciativa conseguirá, además, un ahorro anual de dos millones de euros.

Gran Canaria presenta un déficit estructural hídrico importante debido a sus singularidades poblacionales, geográficas, orográficas, climáticas y geológicas. Tenemos un desafío trascendental para los próximos años. El 27 de noviembre de 2015 aprobamos en el pleno del Cabildo el Plan Hidrológico de la Demarcación Hidrográfica de Gran Canaria y en estos momentos se está redactando el segundo ciclo de la planificación hidrológica con las propuestas a realizar hasta el año 2021. Es el momento de coger al toro por los cuernos. Vamos a hacer todo lo posible para avanzar en la soberanía energética, alimentaria e hídrica de Gran Canaria. No es fácil el reto, pero trabajaremos para conseguirlo.

El futuro del agua y de la supervivencia de la tierra pasa por la innovación, la eficiencia, el ahorro, la reducción del consumo… Canarias sabe mucho de esto. Su historia está jalonada de hitos históricos que señalan largas luchas por salvar los graves problemas de la escasez de agua en nuestro territorio. Hemos sufrido mucho y corremos muchos riesgos a la hora de garantizar la estabilidad en el suministro de un agua de calidad para la población y para sostener nuestra economía. Nos queda mucho por hacer. Estamos cada vez más afectados por el cambio climático que está provocando el desvío de los alisios, el aumento del nivel del mar, el incremento de periodos de sequías (se anuncia un aumento del 15% en los próximos años), de calima y de precipitaciones intensas y dependemos cada vez más de la desalación y de la depuración (el 49,3% de  nuestros recursos provienen del subsuelo y el resto lo fabricamos o lo regeneramos) y no tenemos resuelto nuestro problema energético que nos sigue haciendo depender del exterior y que encarece notablemente la producción del agua y de la energía. Es preciso tener muy presente que la desalación, que para nosotros es irrenunciable en estos momentos (sin desaladoras ya en 2005 nos hubiésemos quedado sin agua en las islas), en muchos lugares agrava la crisis energética.

Tenemos un reto extraordinario por delante. Creemos firmemente en el camino que nos hemos trazado. De ahí nuestra defensa de un modelo de desarrollo humano y económico sustentado en el concepto de eco-isla: que avance en la búsqueda de la soberanía energética a través de las energías limpias, en la soberanía alimentaria que rompa nuestra casi total dependencia alimentaria del exterior y en la soberanía hídrica para la energía (central hidroeólica Chira-Soria), el sector primario, el turismo, la población, la industria… Se trata de un trinomio imprescindible para nuestra supervivencia. Y además de eso debemos seguir avanzando en la movilidad sostenible (el agua para la producción de hidrógeno puede jugar aquí también un papel importante), el turismo verde, la reforestación y la recuperación del paisaje, el tratamiento de los residuos, de los lodos (estamos trabajando en un proyecto de investigación con la COAG y la Universidad)…

En 1995 el presidente del Banco Mundial aventuró que “las guerras en el próximo siglo serán fundamentalmente por el agua”. Se trata de una afirmación cuestionada, pero sin ningún tipo de dudas vivimos un momento crítico de peligrosas consecuencias para el planeta. Y son muchas las razones pero son tres las que tienen especial incidencia en el problema actual del agua. El primero es la superpoblación de la tierra: En estos momentos no tenemos más agua que en la época del imperio romano, pero hemos pasado de 200 millones de personas a 7.200. En 2030, la población será de 8.500 millones de personas y el déficit del agua se acercará al 40% según la ONU. Un segundo factor está relacionado con el cambio climático que produce sequías y precipitaciones intensas que provocan a su vez contaminaciones de los acuíferos, desplazamientos, conflictos, etc. Y un tercer elemento está ligado al consumo que necesitamos para dar satisfacción a la población mundial y al consumismo desacerbado: por citar algunos ejemplos, para fabricar un vaquero se necesitan 8.000 litros de agua, para una pizza o un litro de leche, mil litros de agua, para poder poner un entrecot en la mesa, 4.500…

En noviembre de 2002, el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de Naciones Unidas adoptó la Observación General Número 15 sobre el derecho al agua. El artículo I.1 establece que «El derecho humano al agua es indispensable para una vida humana digna». La Observación nº 15 también define el derecho al agua como el derecho de cada uno a disponer de agua suficiente, saludable, aceptable, físicamente accesible y asequible para su uso personal y doméstico. Reconocer formalmente un derecho humano al agua y expresar la voluntad de dar contenido y hacer efectivo dicho derecho, puede ser una manera de estimular a la comunidad internacional y a los gobiernos para que redoblen sus esfuerzos para satisfacer las necesidades humanas básicas y para la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

El 28 de julio de 2010, la Asamblea General de las Naciones Unidas reconoció explícitamente el derecho humano al agua y al saneamiento, reafirmando que un agua potable limpia y un saneamiento adecuado son esenciales para la realización de todos los derechos humanos. La Resolución exhorta a los Estados y organizaciones internacionales a proporcionar recursos financieros, a propiciar la capacitación y la transferencia de tecnología para ayudar a los países, en particular a los países en vías de desarrollo, a proporcionar un suministro de agua potable y saneamiento saludable, limpio, accesible y asequible para todos.

La ONU plantea que hay agua suficiente pero que es preciso que busquemos fórmulas para gestionarla equilibradamente, de manera sostenible, porque el estrés hídrico mundial es rigurosamente cierto. Se trata de un derecho humano, de un derecho universal que se está viendo peligrosa e injustamente conculcado. Y es que sin agua no podemos conseguir un mundo más justo, más igualitario: Según el Informe de Desarrollo Humano, por citar solo algunos ejemplos, 800 millones de personas no tienen acceso al agua potable; 8 millones mueren cada año a causa de catástrofes y enfermedades ligadas al agua; en el África Subsahariana rural, millones de personas comparten las fuentes de agua doméstica con los animales o dependen de pozos sin protección que son caldo de cultivo de agentes patógenos. La distancia media que camina la mujer en África y en Asia para recoger agua es de 6 kilómetros. El uso medio de agua es de 200 a 300 litros por persona y día en la mayoría de los países en Europa frente a los menos de 10 litros en países como Mozambique. Las personas que carecen de un acceso mejorado al agua en países en desarrollo consumen mucho menos, en parte porque tienen que portarla a lo largo de largas distancias y el agua es pesada. Para los 884 millones de personas en el mundo que viven a más de 1 kilómetro de una fuente de agua, el uso es normalmente inferior a 5 litros al día de un agua insalubre. En cualquier momento, cerca de la mitad de los habitantes de los países en vías de desarrollo sufren problemas de salud provocados por unos deficientes servicios de agua y saneamiento. Juntos, el agua sucia y un saneamiento deficiente son la segunda mayor causa de muerte infantil en el mundo. Se calcula que se pierden 443 millones de días escolares al año debido a enfermedades relacionadas con el agua…

Un territorio frágil y aislado como el nuestro tiene la obligación de convertirse en vanguardia mundial para hacer frente a esta situación y no sufrir sus dramáticas consecuencias. Ese es el camino que estamos andando.

Mostramos a la sociedad grancanaria el proyecto RENOVAGUA, un ambicioso plan que nos permite avanzar en la implantación de las energías renovables en la isla

TIEMPO DE RECONOCIMIENTOS

Este pequeño país de inmenso cielo, de inmenso mar

Esta tierra de luz y Atlántico diario

La noche del pasado viernes fue especial para Gran Canaria. Celebramos el 104 aniversario del Cabildo y rendimos tributo a las personas e instituciones que con su trayectoria han hecho y hacen de Gran Canaria una isla mejor; las que con su trabajo diario han contribuido y contribuyen al desarrollo de nuestra tierra. Este pequeño país de inmenso cielo, de inmenso mar. Esta tierra de luz y Atlántico diario, como cantan Arturo Maccanti y Juan Jiménez.

 

Teníamos muchas razones para celebrar. Los protagonistas del acto de entrega de honores y distinciones del Cabildo grancanario tienen tras de sí historias brillantes, en muchos casos desconocidas para la mayoría de la sociedad grancanaria. Y eso no es bueno. Tenemos la obligación de reconocer públicamente y con todos los honores su trayectoria, las acciones que, desde una u otra faceta, han contribuido a hacer de Gran Canaria una isla más cohesionada, solidaria e innovadora. El recuerdo de esa noche nos llena de orgullo. Al igual que tantas otras personas anónimas que se desviven por nuestra tierra, reconocíamos que estábamos ante referentes sociales de primer orden. Excelentes referentes forjados, en unos casos, en la fragua de unos valores heredados, de un legado familiar, cultural, social y económico propios de nuestra isla… Y en otros, que  procedentes de otros lugares, han dejado aquí su impronta, influyendo positivamente en nuestro acervo cultural, deportivo, científico, económico…en nuestra sociedad, consiguiendo que los consideremos también nuestros.

Su labor nos engrandece y nos hace mirar al mundo con el orgullo con el que se ve crecer aquello que se quiere y que se ve dignificado por el trabajo bien hecho. Al repasar sus historias personales es fácil comprobar que hay denominadores comunes: son perseverantes y constantes en los compromisos contraídos; generosos, porque con frecuencia han dado más de lo que recibieron o se les reconoció; originales y creativos, porque no se limitaron a repetir o reproducir sino que han innovado y contribuido a la riqueza de nuestra isla. Forman parte de un proyecto común, han aportado conciencia de isla y con estas distinciones se convierten en embajadores de Gran Canaria, que los aprecia en lo que valen. Las imágenes que del acto proyectarán los medios de comunicación hablarán, en definitiva, de gente de valía que genera autoestima colectiva. Les decía a los homenajeados del año pasado, que eran faros que proyectan la luz que nos guía. Forman parte de esa vanguardia imprescindible sin la que una sociedad carece de futuro. Si Gran Canaria se les parece, estamos de enhorabuena. Porque somos producto del esfuerzo colectivo, es tan importante fomentar nuestro sentimiento de comunidad y ser conscientes de que luchamos, creemos y nos basamos en los mismos principios éticos y humanos.

Muchas veces nos vemos atrapados por las prisas, las obligaciones y por un cierto pesimismo. Recibimos todos los días noticias negativas, sobre la economía, la sociedad y el  medioambiente. Pero esta realidad, que es innegable y que ocupa un lugar prioritario en nuestras agendas –no nos podemos olvidar de las desigualdades sociales que quiebran la convivencia- no puede hundirnos en ese pesimismo paralizante que da por perdidas todas las batallas, porque entonces si que no habrá solución. Debemos poner todas nuestras fuerzas, nuestras esperanzas, nuestras ilusiones en que, entre todos, cada cual en su ámbito de actuación, con el ejemplo de las 19 personas y organizaciones inspiradoras como las que reconocíamos, vamos a cambiar lo que no nos gusta.

Desde esta perspectiva, y desde el compromiso con el gobierno de esta isla que nos han encomendado, creemos que parte de la solución a los problemas actuales pasa por afianzar nuestra soberanía para que los recursos energéticos, alimentarios o medioambientales se conviertan en una herramienta de cohesión y de garantía de sostenibilidad. Afiancemos pues nuestro sentimiento de pertenencia a este proyecto común llamado Gran Canaria, y hagámoslo sin olvidar que es imprescindible pensar globalmente para actuar localmente.  Que es la isla de nuestra vida, que es la isla que elegimos para vivir y proyectar nuestro futuro. Aquí, en medio del Atlántico, formando parte de un increíble archipiélago y descubriendo cada día nuestra singularidad entre las cien mil islas del mundo. Traslademos este sentimiento a cada ciudadano, a cada una de las personas que aman esta tierra. Reafirmemos nuestro orgullo isleño y hagámoslo basándonos en las enseñanzas que podemos extraer de nuestros protagonistas

En conmemoraciones como la del viernes pasado es imposible no hacer mención a esa Gran Canaria que abre horizontes de progreso en la emprendeduría, en la investigación, en la educación, en la innovación, en el deporte, en el turismo, en la solidaridad, en el arte, en la moda, en las nuevas tecnologías. Unos horizontes que, afortunadamente, van más allá de nuestras fronteras naturales. Hablamos con acento canario pero nuestros rasgos son mestizos. Nos comunicamos con África, con Europa, con América para llegar a un entendimiento común, para explorar las posibilidades y oportunidades que nacen de la cooperación. La formación y la innovación deben ser ejes prioritarios. Queremos ser pioneros en el concierto internacional y tenemos el capital humano para conseguirlo. Como plantea Emilio Lledó, “ese anhelo de superación, de cultura, de cultivo es, tal vez, la empresa más necesaria en  una colectividad, en una “polis” y en su memoria”.

Mirando a quienes  rendíamos reconocimiento no dudé en  afirmar que hay motivos para la ilusión. Gran Canaria es una isla atractiva para visitantes e inversores. Las iniciativas emprendedoras se multiplican en número y originalidad. El turismo presenta indicadores para la satisfacción, aunque nunca para la autocomplacencia. La producción local se recupera en una apuesta indiscutible de apoyo a nuestro sector primario y a la consolidación de la pequeña y mediana empresa. La renovación energética nos distingue y ya nadie duda de la trascendencia de las decisiones tomadas y las posiciones defendidas. Disfrutamos de una actividad y creación culturales de primer nivel. Volvemos a ser referentes deportivos y la reciente candidatura de Risco Caído y las montañas sagradas de Gran Canaria a convertirse en Patrimonio de la Humanidad sella un tiempo de ilusión y regeneración. Y como les decía a los miembros del Consejo Nacional de Patrimonio Histórico, estas maravillas no son una mercancía. Son los rastros de nuestro ADN que el esfuerzo de algunos investigadores, el respeto de sus vecinos y la confluencia de los astros nos han permitido rescatar para afianzar los cimientos sobre los que estamos construyendo el porvenir.

Hay motivos para la esperanza también por la unidad de nuestros municipios. Desde la Isleta a Tejeda, desde La Aldea a Tirajana corren sentimientos de cooperación, de compromiso con un ideal compartido, de que Gran Canaria es un sueño realizable. No tenemos muchas oportunidades para agradecer a todas las corporaciones municipales el desvelo constante del que soy testigo. Aprovecho ahora para hacerlo. Por su parte, el Cabildo de Gran Canaria tiene la obligación de estar a la altura de estas circunstancias. Nuestra isla es un ente propio, con características que la convierten en un lugar único y es nuestro deber velar por sus intereses. Cada día luchamos por hacer oír nuestra voz que es la de la mayoría de los ciudadanos, compaginando esta difícil labor con la de mantener lazos de cooperación y colaboración con otras instituciones. Y con la sociedad civil y sus organizaciones. Todas las administraciones deben saber que pueden contar con nosotros para construir, porque no tenemos más ataduras que el interés general.

Desde el Cabildo de Gran Canaria tenemos una mirada global que nos permite observar que nuestra isla renace con el mismo carácter que, en los últimos siglos, la convirtió en referencia nacional e internacional: cosmopolita, rebelde, multicultural, laboriosa, con un fuerte sentimiento de canariedad y con la certeza de pertenecer a una comunidad insular y archipielágica.

En el acto les dije a los homenajeados que tenemos que seguir avanzando alentados por su compromiso permanente. En esto de arrimar el hombro por Gran Canaria no hay jubilación que valga. Como dejó escrito Agustín Millares: la isla siempre nos estará llamando.

Caminamos reforzados hacia un futuro que nos pertenece. Y convoco a la sociedad grancanaria a un tiempo de progreso solidario donde todas las personas ejerzan sus derechos efectivamente y en el que derruyamos los muros de la exclusión. Un tiempo de comunión con la naturaleza para que seamos capaces de transmitir íntegra nuestra biodiversidad a nuestros descendientes. Necesitamos la creación cultural, necesitamos apoyarnos en la cultura, porque como nos enseña nuestro entrañable premiado Ángel Sánchez “Un pueblo culto es, por principio, un pueblo armónico con la naturaleza, limpio y amable con su entorno”. A ese tiempo de innovación, coraje y desarrollo ecosocial estamos llamadas-os quienes vivimos y amamos esta tierra.

Como expresé hace unos días, confío que sepamos aprovechar estos momentos en que “la historia nos permite concebir sueños”. Y  no perder las ansias de futuro  de Pedro García Cabrera cuando afirma que: Las islas siempre están sobre el camino,/duermen a la intemperie y trabajan soñando,/vivaquean a solas,/aunque salgan sus montes a recibir la lluvia/y sienten a su mesa todas las lejanías./Sus playas no distinguen de pasos ni de nombres,/no permite la arena eternizar congojas,/dejarse burilar con iniciales,/tatuar su fino vientre de manzana;/son libertad que siempre está naciendo/para que nunca mueran los que siguen su ruta.

 

LA HISTORIA NOS PERMITE CONCEBIR SUEÑOS

El gobierno de la isla de Gran Canaria quiere asentarse en la modernidad, valorando la herencia que tenemos el orgullo y el deber de reconocer, de conservar, de difundir y de proteger.

Esta semana se ha celebrado en Gran Canaria el Consejo Nacional de Patrimonio Histórico de España. En su orden del día estaba previsto que se tratara la propuesta del estado español de incluir a la candidatura de Risco Caído y los espacios sagrados de montaña de nuestra isla para su designación como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Y se trató. Y se consiguió. Y se abren ahora enormes posibilidades para conseguir su declaración definitiva en 2019. Nos sentimos profundamente satisfechos. Y agradecidos por el esfuerzo y el trabajo de todos los que han batallado para hacerlo posible: Gobierno central, canario, municipios, equipos técnicos, colectivos ciudadanos y todos los grupos políticos.

Vivimos en una isla singular que atrae por su situación geográfica, por su biodiversidad, por sus condiciones naturales, por su vanguardismo y cada vez más, por su riqueza patrimonial. Tenemos la suerte de nutrirnos de tres fuentes que impregnan la cultura y la identidad grancanarias: las raíces norteafricanas presentes en nuestros primeros pobladores, que han conformado una parte importante de nuestra cultura; la vinculación europea tras la llegada de distintos pueblos a lo largo de los últimos 500 años; y la influencia latinoamericana, nacida de la emigración de tantos canarios y canarias y afianzada por la que es nuestra puerta atlántica: el Puerto de La Luz y de Las Palmas.

El gobierno de la isla de Gran Canaria quiere asentarse en la modernidad, valorando la herencia que tenemos el orgullo y el deber de reconocer, de conservar, de difundir y de proteger. Con esta afirmación no caigo en ninguna contradicción. Soy consciente del enorme poder social que supone tener un proyecto realista de transformación, sustentado en un legado riquísimo que explica en parte quiénes somos, cómo nos hemos humanizado, qué rasgos culturales aportamos al mundo.

Los grancanarios sabemos que tenemos una gran responsabilidad por la enorme riqueza patrimonial que hemos heredado. La isla, por sus condiciones orográficas, históricas y sociales, albergó las manifestaciones culturales más avanzadas de la época preeuropea. Pero su desarrollo histórico y económico permitió, además, ensayar y configurar expresiones culturales a partir del siglo XVI que adelantan las creaciones coloniales surgidas a partir de la conquista de América e incorpora manifestaciones europeas avanzadas como el racionalismo o el modernismo. Esta diversidad es la que queremos ofrecer y asegurar porque son fundamentales para tener una visión rigurosa y plural de los procesos culturales que han tenido lugar en el atlántico medio.

El periodo democrático ha sido fértil para la recuperación de cientos de manifestaciones, bienes y monumentos arqueológicos y etnográficos de enorme valor. Pero somos conscientes de que la tarea no está concluida. Se ha hecho mucho, pero nos queda mucho por hacer con un catálogo significativo que se concreta en cuevas rupestres pintadas, en grabados prehistóricos, en almogarenes, en enterramientos muy bien conservados… Hago míos  los versos de la gran poeta norteamericana Maya Angelou que hablan  de que la historia nos permite concebir sueños.

El Cabildo de Gran Canaria como gobierno de la isla (trabajando conjuntamente con el Gobierno de Canarias y los municipios) cuenta con equipos profesionales que aportan rigor, competencia y vocación para la consolidación de esta riqueza inconmensurable. Los trabajos realizados por estos expertos han sido decisivos para la elaboración del expediente de Risco Caído y los espacios sagrados de montaña de Gran Canaria,  que con tanta ilusión se ha elaborado para hacer posible su candidatura.

Esta propuesta alberga un conjunto excepcional de sitios arqueológicos y paisajes culturales bien conservados pertenecientes a una cultura insular que evolucionó de forma aislada tras la llegada de los primeros amazighs del norte de África a principios del siglo I d.C. hasta los siglos XIII y XIV, cuando los marineros del sur de Europa llegaron a las islas en busca de nuevas rutas de especias y para la trata de esclavos. Se trata, pues, de un legado admirable que expresa un proceso cultural único e irrepetible.

El sitio está concebido y solo puede entenderse en términos de su visión cosmológica. Este carácter singular determina la configuración de un hábitat troglodita único y de sitios ceremoniales presididos por impresionantes sucesos geológicos naturales, cuyos elementos más básicos se han conservado intactos hasta nuestros días. El carácter complejo de los marcadores astronómicos, en particular Risco Caído y Roque Bentayga, constituyen un hito sin precedentes en las antiguas culturas insulares. Su excepcional valor radica en cómo una sociedad proto-estatal, aislada y con tecnología muy limitada, pudo alcanzar un conocimiento tan avanzado de la astronomía como el expresado en su calendario y en cómo trataba con conceptos astronómicos abstractos como los equinoccios. El santuario y marcador astronómico de Risco Caído representa una obra maestra arquitectónica. Única, tanto por su diseño como por su operatividad. Los elementos  estructurales y simbólicos que  contiene son originales. Este sitio puede y debe ser visto como un fenómeno único y extraordinario en la evolución de la arquitectura de roca de los primeros habitantes de la isla y como un innovador marcador que encarna la cosmología antigua y el simbolismo sagrado en el contexto de las antiguas culturas insulares de nuestro planeta.

Ya hablaba de ello en 1590 Leonardo Torriani en su descripción del reino de Canaria y de las Afortunadas: “En el interior de la tierra hay muchos pueblos, aunque pequeños y poblados por pocas gentes. La fertilidad de la isla es grande, de modo que, sin mucho labrar y cultivar, como más adelante se dirá, produce trigo, cebada, vino, azúcar y cualquier otra clase de fruta, y carne en abundancia. Se hallan en ella restos de edificios antiguos, tan bien labrados y conservados, que provocan a suma maravilla a quien los ve; quizá sean los restos de los mismos edificios de que hace mención Plinio”.

Con esta riqueza en nuestro territorio, el Cabildo de Gran Canaria acordó por unanimidad de todas las fuerzas políticas presentes en la Corporación, la elaboración de un Plan Integral de actuaciones que encargó a su Consejería de Cultura. Y se actuó diligentemente. Desde el momento en que Risco Caído y los espacios sagrados de montaña de Gran Canaria se incluyen en la Lista Indicativa del Estado Español para su futura declaración como Patrimonio Mundial, se estableció un intenso programa de protección, conservación, investigación, difusión, proyección e implicación social e institucional y de gestión integral con la idea de generar un nuevo recurso estratégico para la isla de Gran Canaria. Este Plan ya ha culminado. Durante los próximos cuatro años se desarrollará la segunda fase de consolidación y proyección del Monumento.

La propuesta que esta semana ha evaluado el Consejo Nacional  reunía todas las garantías técnicas por los trabajos previos de exploración y de investigación en todos y cada uno de los complejos arqueológicos afectados, a saber: Risco Caído. Risco Chapín, Mesa de Acusa y Sierra del Bentayga. Quiero compartir con ustedes también la satisfacción que me produce como presidente del Cabildo de Gran Canaria, el que este proyecto se haya desarrollado de una manera transversal e integrado por todas las consejerías del gobierno insular, por los municipios afectados, Artenara, Tejeda, Gáldar y Agaete y en perfecta coordinación con la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno Canario. Así se garantizó siempre la incorporación de las perspectivas jurídica, territorial, arquitectónica, cultural, económica y social en las actuaciones realizadas.

Pero probablemente lo que más satisface al presentar esta solicitud de inclusión en la lista indicativa de estos espacios sagrados de montaña, es que se trata no solo de una solicitud avalada por dos instituciones representativas, como son el Gobierno Canario o el Cabildo de Gran Canaria, sino que es una solicitud de la sociedad grancanaria y canaria en general, expresada en los medios de comunicación, en las redes sociales, en los apoyos de la sociedad civil organizada, en los acuerdos de las dos universidades canarias y de todos los ayuntamientos de la isla. Afortunadamente la sociedad ha comprendido la enorme trascendencia de lo que hoy debatimos aquí y se siente implicada.

La revalorización social de nuestro patrimonio histórico y su proyección internacional es coherente con el modelo de isla que deseamos transformar. Estamos comprometidos con un modelo de ecoisla que haga de la sostenibilidad su seña característica. La recuperación del sector primario, el cambio energético, la diversificación económica, la innovación tecnológica, un nuevo modelo turístico que valore el conjunto de nuestro territorio, la participación ciudadana, son los vectores de progreso por los que trabajamos.

Estoy seguro que entienden ahora mejor la importancia del papel que juega nuestro bagaje cultural en la consideración y la autoestima de un pueblo atlántico y tricontinental como el nuestro, que quiere ganar el siglo XXI. Vivimos Risco Caído y los espacios sagrados de montaña como una joya que tenemos la obligación de preservar y ofrecer a la Humanidad para que investigue, conozca y disfrute con estas señas únicas de la evolución de esta misma Humanidad. Gran Canaria abierta y solidaria con la historia de la civilización.

Estas maravillas no son una mercancía. Son rastros de nuestro ADN que el esfuerzo de algunos investigadores, el respeto de sus vecinos y la confluencia de los astros nos han permitido rescatar y llegar a tiempo de sellar el compromiso de que lo valore y proteja la humanidad . Deseamos contribuir humilde, pero firmemente, a que la cultura de los antiguos canarios de Gran Canaria y, por extensión, de Canarias se afiance como nuevo paradigma mundial de las culturas del pasado en el planeta. Por su excepcionalidad y por el papel que tuvo en alguno de los grandes contextos de la historia mundial como en la expansión de las grandes civilizaciones mediterráneas y en la expansión europea con la conquista de las islas.

HACIA UN PLANETA 50-50

Han pasado casi cien años desde aquella conferencia impartida en la Universidad Central de Madrid por la escritora y poetisa canaria Mercedes Pinto “El divorcio como medida higiénica”, un texto publicado por el Cabildo de Gran Canaria y el Instituto Canario de Igualdad. Por esa conferencia tuvo que pagar el precio político del exilio durante la dictadura de Primo de Rivera.

El próximo miércoles 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Han pasado 160 años desde aquella manifestación en la que las obreras textiles de Nueva York protestaban por las condiciones de opresión laboral que sufrían y han transcurrido 109 años del incendio durante la primera semana de marzo de 1908 de una fábrica textil de Nueva York donde las trabajadoras se encontraban en huelga para reivindicar la reducción de la jornada a diez horas y que se permitiera un tiempo de lactancia. 100 mujeres murieron víctimas del fuego cuyo origen se atribuyó al dueño de la fábrica. Estos dos hechos fueron los que inspiraron a la ONU para proclamar el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Este 2017 las Naciones Unidas han escogido como lema  «Las mujeres en un mundo laboral en transformación: hacia un planeta 50-50 en 2030».

Se plantean como objetivos para 2030: Velar porque todas las niñas y todos los niños terminen los ciclos de la enseñanza primaria y secundaria, que ha de ser gratuita, equitativa y de calidad y producir resultados escolares pertinentes y eficaces; que todas las niñas y  niños tengan acceso a servicios de atención y desarrollo en la primera infancia y a una enseñanza preescolar de calidad, a fin de que estén preparados para la enseñanza primaria; poner fin a cualquier  forma de discriminación contra las mujeres y las niñas en todo el mundo; eliminar las formas de violencia contra todas las mujeres y las niñas en los ámbitos público y privado, incluidas la trata y la explotación sexual y otros tipos de explotación, y erradicar todas las prácticas nocivas, como el matrimonio infantil, precoz y forzado y la mutilación genital femenina.

Afortunadamente en nuestro país muchos de esos objetivos que se plantea la ONU ya se han logrado. Pero conviene no perder la memoria histórica y recordar que hace apenas cuatro décadas sufrimos una dictadura en la que el Código Penal era profundamente machista. Los asesinatos cometidos por maridos o padres de mujeres acusadas de adulterio apenas se castigaban con el destierro de los asesinos; durante la dictadura las mujeres necesitaban  la firma de su marido para poder tener una cuenta corriente en el banco.  Con la democracia cambiaron esas leyes vigentes durante 40 años, pero ya sabemos que el cambio de mentalidad es mucho más lento que el cambio de legislación, por eso una ley contra la violencia de género puede ser acertada y avanzada, pero sin un cambio de mentalidad será difícil reducir a cero las muertes por violencia machista. Sin un esfuerzo en la educación y la formación los avances serán apenas perceptibles. Hay que ir más allá, sin duda, ya que se trata de hacer posible un cambio en las condiciones estructurales, económicas, políticas e ideológicas que mantienen a las mujeres en situaciones de dependencia y exclusión. Y no podemos cerrar los ojos al reconocimiento de que el sistema capitalista genera una doble explotación económica y de género.

Y ocurre en todos los ámbitos. A pesar de los cambios legales, en el mercado laboral sigue persistiendo una terrible desigualdad entre hombres y mujeres. El pasado 22 de febrero se conmemoró el Día por la Igualdad  Salarial. Con motivo de ese día el sindicato Comisiones Obreras hizo público un estudio en el que señalaba que en España las mujeres deberían trabajar 109 días más al año para cobrar lo mismo que los hombres. En estos momentos las mujeres cobran un 30% menos de salario anual que los hombres. Respecto a la brecha salarial, España ocupa el 7º puesto de la Unión Europea y el desempleo femenino, según datos del pasado mes de enero, es seis puntos superior al del hombre.

Las causas de esta desigualdad no están en el machismo de los empresarios. El propio sindicato señala que hay una mayor frecuencia de acceso de las mujeres a las medidas de conciliación laboral provocada por la desigual distribución de las cargas familiares y las tareas de la casa, lo que  se traduce en interrupciones más frecuentes en la vida laboral de las mujeres. Aunque trabajen en el mismo sitio y con las mismas responsabilidades, los complementos en el salario de un hombre suelen ser mucho más elevados que en el de la mujer. Por esa  mayor implicación en las tareas del hogar o en las responsabilidades familiares, ellas suelen tener menos disponibilidad horaria para la prolongación de jornada y al final también suelen tener menos ingresos como complemento por la antigüedad en la empresa. Tales aspectos se utilizan frecuentemente para la definición de complementos del salario y pertenecen al terreno de la configuración de la estructura salarial en las empresas.

Para intentar reducir esta desigualdad salarial el Parlamento Europeo propone que los permisos por maternidad o paternidad sean individuales e intransferibles, que se retribuyan de forma adecuada y que la duración no sea excesiva para evitar los efectos negativos sobre la situación en el mercado de trabajo y la trayectoria laboral de los progenitores.

Un estudio de la Comisión Europea publicado en 2016 señala que la menor participación de las mujeres en el mercado laboral provoca una pérdida del 10% del PIB. Otro dato importante que se ignora cuando se habla del PIB es la importante contribución a la economía del trabajo doméstico y de los cuidados a familiares que suelen realizar las mujeres. Aunque no están remunerados, es indiscutible su contribución a la Economía.

He tenido la oportunidad de pronunciarme públicamente a favor de las reivindicaciones laborales  de las camareras de piso. Precisamente en estos años en los que el sector turístico canario ha sido uno de los que primero ha salido de la crisis económica, he sostenido en distintos foros que para tener un turismo de calidad es fundamental el respeto a las condiciones laborales dignas de los trabajadores y trabajadoras. Las camareras de piso son el 20% del personal de la industria hotelera. No puede ser que en años de récords turísticos se les haya obligado a trabajar más por el mismo salario con la excusa de la crisis. Lo denuncié cuando UGT y CCOO nos invitaron a la presentación del libro “Las que limpian los hoteles. Historias ocultas de la precariedad laboral” y lo escribí también en un artículo en este medio. Precisamente esta semana en la que las ocurrencias del expresidente del Gobierno español José María Aznar y del presidente del Banco de España de aumentar la edad de jubilación han generado una gran polémica, conviene recordar la reflexión del doctor Joan López Lloret en el mencionado libro: “aún no he visto a ninguna camarera de piso llegar a los 65 años para jubilarse.”

Ya en nuestro programa de gobierno del pacto progresista del Cabildo de Gran Canaria nos propusimos como uno de los objetivos prioritarios la lucha por la igualdad entre géneros. Por eso creamos la consejería de Igualdad, para intentar combatir cualquier discriminación de la mujer. Para propiciar espacios que faciliten aumentar sus oportunidades, orientarlas y defenderlas ante situaciones de violencia, facilitar el empleo y la formación, apoyar las iniciativas de emprendeduría e innovación, generar conciencia como elemento clave para avanzar en una sociedad más igualitaria… Sabemos que las políticas de Igualdad deben ser transversales, no se pueden quedar en campañas de sensibilización promovidas por una sola consejería. Pero el hecho de que exista una consejería de Igualdad ayuda a visibilizar más este problema. Para este 2017 hemos aumentado su presupuesto en medio millón de euros. Hemos decidido crear un Observatorio sobre la Igualdad y  un Consejo de la Igualdad formado por los 21 municipios. Hemos sido el primer Cabildo en firmar un protocolo para prevenir casos de acoso sexual en el trabajo….Y en estos días estamos desarrollando un amplio abanico de actividades encaminadas a informar, animar al compromiso, facilitar la solidaridad y el reconocimiento pleno de los derechos de las mujeres… 

Han pasado casi cien años desde aquella conferencia impartida en la Universidad Central de Madrid por la escritora y poetisa canaria Mercedes Pinto “El divorcio como medida higiénica”, un texto publicado por el Cabildo de Gran Canaria y el Instituto Canario de Igualdad. Por esa conferencia tuvo que pagar el precio político del exilio durante la dictadura de Primo de Rivera. En el texto, Mercedes Pinto defendía el derecho al divorcio en los casos en que la  enfermedad de un cónyuge pudiera perjudicar a la descendencia. Pinto hablaba desde su propia experiencia porque sufrió la convivencia con un marido con paranoia. En la charla dijo “Yo vengo aquí sin pretensiones de ningún género; vengo como una mujer cristiana y sencilla que ha llorado y ha visto llorar, y recogiendo mi dolor y el dolor de las otras mujeres que se han cruzado conmigo en el camino”. A pesar de esa humildad, su texto leído en un lugar público ante mucha gente importante en 1923 fue tremendamente valiente,  y por eso le costó el exilio a Sudamérica. Un discurso que planteaba el derecho al divorcio sin entrar en el derecho a volver a casarse: “me he limitado a pedir el alejamiento del peligro, sin rogar que nos permitan la felicidad”. Es cierto que hemos avanzado mucho, pero nos queda mucho por hacer si un siglo después tenemos que seguir recordando las cifras de la brecha salarial, los datos del desempleo, el rostro femenino de la pobreza, los datos de la violencia machista que confirman que once mujeres han sido asesinadas en lo que va de año en España y que cada día, según el Ministerio de Interior, se producen tres violaciones (entre un 70% y un 80% en el entorno más cercano). Y nos queda mucho por hacer y plantar cara ante las actuaciones últimas de Donald Trump o las afirmaciones de la extrema derecha europea que avanza sin descanso y que fue capaz de manifestar hace unos días, a través de un eurodiputado polaco, que “las mujeres deben ganar menos porque son más débiles y menos inteligentes”.